Mapa del cielo universal: un grupo de astrónomos (entre ellos varios del Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC) han publicado las características desconocidas de 60.000 estrellas de la Vía Láctea.
Los astrónomos forman parte del Sloan Digital Sky Survey III (SDSS-III), en la que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Esta nueva serie de datos de acceso abierto, y libre descarga en Internet, permitirán explorar la parte ‘oculta’ de la galaxia y ayudará a entender cómo se formó. Se ha elaborado a partir de los datos del espectógrafo APOGEE que rastrea nuestra galaxia con infrarrojos y que puede penetrar incluso en los velos de polvo dispersos que ocultan en ocasiones los cuerpos celestes. En total, 60.000 estrellas.
Las preguntas sobre cómo se formó la Vía Láctea han sido objeto de especulación científica y debate durante cientos de años. El mapa de todas las estrellas de la galaxia que pretende obtener el experimento APOGEE proporcionará información crucial para resolver cuestiones centrales sobre cómo se produjo este proceso a lo largo de miles de millones de años de historia.
Lejos de las luces de la ciudad, la Vía Láctea aparece como una banda luminosa que cruza el cielo cubierta por ‘cortinas’ oscuras; la banda es el centro del núcleo de la galaxia. Cuanto más cerca se encuentra una estrella del centro, una mayor parte de su luz es apagada por el polvo. Por este motivo, los estudios previos sobre las estrellas de la Vía Láctea han estado limitados por la capacidad de medir de forma consistente las estrellas de esta zona polvorienta. El trabajo supone uno de los más exhaustivos que existen sobre cartografía estelar y permite completar la base de datos anterior, apenas una décima parte de la nueva. De esta forma se podrá tener en cuenta información clave de ellas como temperatura, tamaño y composición.
No obstante, el objetivo del grupo del SDSS-III con el instrumento APOGEE es llegar a analizar 100.000 estrellas en los próximos años, a un ritmo de 300 de ellas simultáneamente, agilizando la toma de datos y su recolección para poder luego organizar los mapas y bases de datos. Esta ingente cantidad de información no puede ser analizada con métodos convencionales, razón por la cual se crearon programas informáticos que harían el mismo trabajo que un ser humano a la hora de tratar los datos, creando replicantes artificiales para procesarlos y así agilizar el trabajo.
Imagen de la Vía Láctea desde superficie (Foto: NASA)