Adiós al mito del agujero negro devorador de mundos que tanto ha exaltado la imaginación: es cierto, lo absorben todo, pero “no tanto”.
La revista Science acaba de publicar un estudio del Observatorio Astronómico de Shanghai, la Universidad de Amsterdam y la NASA (que ha colaborado con datos y observaciones de su telescopio Chandra) en el que se niega uno de los mitos astronómicos más utilizados en el cine y la televisión: el agujero negro inmenso que absorbe cualquier cosa que le lanzan.
Después de observar detenidamente el comportamiento del agujero negro Sagitario A (el más cercano a nuestro mundo) y de elaborar teorías a partir de esos datos para luego contrastarlas, el equipo chino ha concluido que efectivamente a veces no puede engullir todo lo que se cruza en su camino.
Sagitario A está a 26.000 años luz de la Tierra, en nuestra galaxia, y tiene cuatro millones más de veces la masa del Sol. Es un buen “bicho” al que perseguir y observar. Gracias al telescopio Chandra de rayos X de la NASA han descubierto que sólo un exiguo 1% de todo el gas que lo rodea es engullido más allá del punto de no retorno a partir del cual es imposible igualar la fuerza gravitatoria del mismo. Para que ese 1% pueda ser devorado una gran cantidad de gases son expulsados fuera del agujero negro, lo que implicaría que “es desviado” contra esa gran fisura.
Cerca de Sagitario A hay una gran masa de gas caliente y muy difuso, lo suficiente como para que no sea capturado con facilidad. Un plato demasiado difícil de engullir para el agujero negro. Por el contrario los mayores agujeros negros, los que generan mayor cantidad de radiación, serían los que engullen gas frío y denso. Esto supone que sí hay una posibilidad de escapar de su atracción, al menos para el gas. La NASA ha explicado que cedió los datos para que el estudio repercutiera en el bien de la astronomía, ya que las conclusiones ayudarán a entender mejor uno de los grandes misterios del universo.
El Sagitario A (Foto: NASA)