La islandesa más famosa del mundo publicó por adelantado ‘Vulnicure’ hace unas semanas, alertada por la filtración de parte del disco. Pero ahora pone el broche a su carrera con una exposición en el MoMA neoyorquino.

Entre el 8 de marzo y el 7 de junio el gran templo del arte contemporáneo de Nueva York, el MoMA, que es casi tanto como decir del mundo mismo, abrirá sus salas para recoger los más de 20 años de carrera de una artista que va más allá de la música, que incluye también el diseño y el videoarte. Ocho álbumes unidos e hilvanados por una idea conceptual, la suya propia, con los cambios y evoluciones lógicas en cada autor. La muestra coincide con el despegue de ‘Vulnicura’ y recoge películas, instrumentos, objetos, trajes y los sonidos de Björk. Por cierto, la estructura es obra de ella misma y abarca varios espacios del museo para una experiencia diferente que ayuda también al MoMA a abrirse un poco más a los nuevos tiempos.

Para quien pueda viajar a la Gran Manzana será un lujo, una oportunidad única de conocer mejor la figura de Björk desde el gran salón de recepción del museo, donde aparecen instrumentos usados en ‘Biophilia’ (2011) y la reproducción de varias de las canciones de la islandesa. En la segunda planta habrá dos espacios diferenciados, uno para una instalación sonora (‘Blak Lake’, de Vulnicura) y una sala de cine donde se exhibirá una retrospectiva de sus videos, auténticas piezas de videoarte en muchas ocasiones, desde ‘Debut’ de 1993 a los que realizó para ‘Bibliophilia’. En la tercera planta se presenta otra instalación sonora e interactiva para poder conocer mejor la música, relacionándola con toda la parafernalia que utiliza la islandesa en presentaciones y giras.

MoMA de Nueva York 

La “ocupación” del museo coincide con ese despegue de ‘Vulnicura’, que tenía su lanzamiento pensado para este marzo pero que tuvo que adelantarse en iTunes a febrero porque internet es traicionero y parte del material vio la luz antes de tiempo. Una filtración aceleró el proceso y convenció incluso a Björk de que el modelo de Spotify no convence: hace poco ella misma aseguraba que no distribuiría en esta red ‘Vulnicura’. Las relaciones entre la industria musical, los artistas y la red sigue siendo un quebradero de cabeza para muchos; nadie se fía de nadie y todo se basa en qué cánon cobran los músicos por el streaming.

‘Vulnicura’ contiente nueve canciones, seis de ellas producidads por Arca (el venezolano Alejandro Ghersi), que aporta también talento a dos de las canciones. The Haxan Cloak (especializado en música instrumental y electrónica) también ha participado en producción y mezclas. Las canciones son: ‘Stonemilker’, ‘Lionsong’, ‘History of Touches’, ‘Black Lake’, ‘Family’, ‘Notget’, ‘Atom Dance’, ‘Mouth Mantra’ y ‘Quicksand’. Incluso la forma de anunciarlo fue diferente: en su cuenta de Facebook apareció una simple nota manuscrita, fotografiada, en la que no sólo aparecía el anuncio sino que también estaba el tracklist del álbum.

Dicen en el mundo del arte que el primer paso para ser de verdad un artista es tener algo propio y característico que te haga diferente porque, a fin de cuentas, todos los caminos del arte conducen al mismo sitio. Björk (Reikiavik, 1965) se ha trabajado, y mucho, una vía muy particular que levanta tantos fans como cejas arqueadas. Tuvo gran éxito en sus primeros años, despuntando como la vocalista del grupo de rock alternativo islandés The Sugarcubes, pero pronto empezó a volar sola. En realidad ya lo hacía entonces: con solo 11 años publicó su primer álbum, homónimo, y desde entonces ha estado vinculada con la música. El éxito le permitió crear un perfil propio que ha explotado a fondo desde entonces.

Ayudó mucho su cosmopolita cultura islandesa, así como la conexión con el mercado británico y el más intelectual de EEUU; en ambos países se convirtió en música de culto. Fue el Londres precisamente donde dio los primeros pasos en solitario tras el final de The Sugarcubes y publicó ‘Debut’ (1993). Tuvo éxito y con eso en el bolsillo se lanzó a experimentar sucesivamente con todos los estilos: jazz, electrónica, rock, cualquier tipo de música, adaptándola a sus letras y a su particular forma de cantar. Aclamada por la crítica, Björk siguió adelante y convirtió en obra total todo lo que tocaba: los vídeos formaban parte de un todo artístico coherente consigo misma.

La nota de presentación de ‘Vulnicura’