Atendiendo al contexto de Barcelona como centro de música experimental, el MACBA explora la obra del reconocido artista suizo-americano Christian Marclay (1955) a través de una selección de sus composiciones sonoras, desde partituras gráficas hasta videoinstalaciones (hasta el 24 de septiembre).

La exposición examina el interés de Marclay en la composición, entendida como una ordenación de sonidos en el tiempo y el espacio. En su obra, sin embargo, el artista cuestiona nuestra relación habitual con lo audible, subvirtiendo tanto nuestra concepción cultural del sonido como nuestra percepción fenomenológica –o experiencia sensorial– del mismo. Con mayor frecuencia la exposición resalta el silencio y el visitante puede ver el sonido más que oírlo, de modo que nos desafía a pensar el sonido desde una perspectiva visual y conceptual.

La exposición incluye algunas de las grandes obras en vídeo de Marclay. Entre ellas, destaca la extraordinaria ‘Video Quartet’ (2002), composición audiovisual en cuatro pantallas realizada a partir de fragmentos de películas, que es la única de las obras expuestas con sonido directo. Esos clips o fragmentos corresponden a episodios de música o sonido en largometrajes, combinados de tal forma que cada pantalla presenta un clip distinto, que ha sido cuidadosamente sincronizado con los demás para constituir un cuarteto musical.

En la instalación interactiva ‘Chalkboard’ (2010), Marclay invita al público a participar en el acto de componer, animándole a escribir en una pizarra con pentagramas a escala arquitectónica. Esta composición abierta, de desarrollo incremental y en constante evolución, es interpretada posteriormente por músicos en una serie de conciertos organizados durante la exposición. Tras ello, se borra la pizarra y el proceso vuelve a empezar hasta la siguiente interpretación.

Otros trabajos destacables en la exposición son las “partituras gráficas”, como ‘Zoom Zoom’ (2007-2019), una proyección de diapositivas, y ‘Manga Scroll’ (2010), una partitura enrollada de veinte metros de longitud. Ambas obras forman parte de una larga investigación sobre las onomatopeyas, esas palabras que imitan los sonidos o acciones de aquello que designan.

La obra más reciente incluida en la exposición, ‘Investigations’ (2018), ejemplifica el interés de Marclay por la fotografía y el uso no tradicional de los instrumentos musicales clásicos. Esta partitura resulta de la recopilación de cien imágenes de manos tocando el piano. La idea es que sea interpretada por un amplio conjunto de pianistas, a quienes se pide que descifren el sonido que corresponde al momento en que se tomó la fotografía.

A través de sus composiciones, Marclay pone en juego nuestra experiencia cotidiana del sonido y la subvierte. Su obra nos incita a replantearnos nuestra relación sensorial, emocional y cultural con nuestro entorno visual y sonoro. A lo largo de abril, mayo y junio, tendrán lugar una serie de performances y tours guiados en torno a la exposición.