Otro libro más sobre la Segunda Guerra Mundial, toda una pasión para muchos: ‘La historia secreta del Día-d’ (Editorial Crítica), un libro en el que su autor, Ben McIntyre, analiza la cadena de engaños y tretas de los servicios de espionaje aliados para engañar a los alemanes antes de Normandía.
La historia de los agentes dobles que engañaron a la Alemania nazi y contribuyeron al éxito del desembarco en Normandía es bien conocida. O así lo creíamos. Porque esta es la primera vez que estos personajes y sus actos se han investigado a fondo con la documentación de los archivos del Servicio Secreto británico, y lo que Ben MacIntyre (uno de los más prestigiosos investigadores del mundo del espionaje, autor de ‘El agente Zigzag’ y de ‘El hombre que nunca existió’) ha descubierto es que lo que los propios protagonistas contaron en sus memorias no era toda la verdad.
MacIntyre profundiza en la realidad humana de estos espías (Juan Pujol “Garbo”, Roman Czerniowski “Brutus”, Dusan Dusko “Popov”, Elvira de la Fuente, Lily Sergeyev) y de los numerosos personajes de los servicios de información alemanes y británicos entre los que se movían para descubrirnos la verdadera historia de unos seres “valientes, traicioneros, inseguros, codiciosos e inspirados” que llevaron a cabo una obra maestra de engaño, nunca plenamente revelada hasta ahora, que salvó incontables vidas.
Fueron los llamados agentes de la Doble Cruz, el complicado sistema de agentes dobles creado en Londres para confundir a los alemanes y que fueron los que consiguieron que los nazis creyeran que la verdadera invasión de Europa se realizaría en Calais y no en Normandía. Tan bueno fue su trabajo que los alemanes perdieron un tiempo precioso esperando a la verdadera invasión por esa zona, convencidos de que lo de Normandía era una simple distracción.
Ben Macintyre es columnista y editor en The Times, diario para el cual también ha trabajado como corresponsal en Nueva York, París y Washington. Es autor de ‘El Agente Zigzag’ (Crítica, 2008), la historia de Eddie Chapman, el espía más asombroso de la Segunda Guerra Mundial.
Portada del libro y Ben McIntyre
Recreación del desembarco en ‘Salvar al soldado Ryan’