Quizás el lector tenga la edad suficiente para recordar que en 1982 Jim Henson, el creador de los muñecos de Barrio Sésamo, dio un salto de imaginación y estrenó ‘El cristal oscuro’, creada junto con Frank Oz. Una joyita rara, diferente, algo siniestra en ocasiones, que anticipó en muchos años sagas como las de ‘El Señor de los Anillos’. En Netflix a finales de agosto.

Dentro de poco se estrenará en Netflix la precuela, titulada ‘Cristal Oscuro: La era de la resistencia’, dirigida por Louis Leterrier con la comprensible ayuda de The Jim Henson Company y las voces de Taron Egerton, Anya Taylor-Joy, Nathaline Emmanuel, Helena Bonham Carter, Eddie Izzard, Andy Samberg, Simon Pegg, Toby Jones, Alicia Vikander, Natalie Dormer y Mark Hamill, entre otros. Netflix es la encargada de contar la historia años antes de lo que se estrenó en 1982, con la que guarda una misma línea estética, pero con otro punto de vista.

En 1982 Jim Henson decidió dar un giro y llevar a cabo un proyecto de narración épica y medievalista, en muchos aspectos parecido al que aparecería luego en ‘El Laberinto’, pero ya con actores reales conjugándose con muñecos. Aquí sólo habría muñecos. Quería demostrar Henson que su arte escénico adaptada a pantalla podía contar una historia mucho menos naïf y profunda. El proyecto consiguió salir adelante y con los años pasó a ese mundo paralelo de “películas de culto” de las que los 80 dieron decenas.

La historia del filme se centraba en un cristal mágico (que da nombre al filme) que, después de romperse mil años atrás, dio lugar a dos razas: los místicos, magos de espalda jorobada que pretenden proteger el cristal, y los skesis, con forma de reptil y que usan el Cristal Oscuro para extraer su energía en su provecho. En medio está uno de los últimos gelfing, Jen, un superviviente del tiempo anterior, criado por los místicos y que debe encontrar el cristal antes de que los tres soles que alumbran ese mundo se alineen y los skesis consigan lo que quieren.

Una raza y otra tiene líderes (Maestro Místico y Emperador) que mueren casi al mismo tiempo, por lo que unos y otros se sumirán además en una lucha fratricida para ser el siguiente líder. Lo que ha rodado Netflix se sitúa muchos años antes de este pulso, cuando tres jóvenes gelflings inician una rebelión contra el emperador. La historia se sitúa en un planeta conocido como Thra en el que se vive el periodo de la Edad de la división, un tiempo que dura mil años. Comenzó con la Gran Conjunción y la división de los urskeks.