Dr. Olmedo, guitarrista de origen andaluz y ahora a caballo entre Extremadura y Madrid, se lanza a cantar sus propias canciones en ‘Una mala tarde’, que se presenta hoy sábado en el Berlín Café de Madrid (21.30 horas).

Para ello se ha rodeado de grandes amigos y compañeros de batallas, formando una banda de lujo con músicos que cuentan a sus espaldas con colaboraciones con gente como Chano Domínguez, Jerry González, Jorge Drexler, Jorge Pardo, Bebe, Perico Sambeat, Gecko Turner, Benjamín Escoriza… El concierto de esta noche (21.30 horas, Café Berlín, 8 euros la entarda) será el punto de partida del álbum, el gran paso adelante del músico.

Pedro Calero (Badajoz) al piano, hammond y acordeón, Enrique Tejado (Cáceres) al contrabajo y tuba, Pepín Muñoz (Badajoz) a la batería, marimba y vibráfono, Joaquín Sánchez (Granada) al clarinete y armónica y los “featuring” de Santi Cañada al trombón y Mele González y Nano Olmedo a los coros, completan una banda desparramada por toda la mitad sur peninsular y que recoge influencias de todos sus componentes, desde Holliday a Hendrix, pasando por Monk, Veneno, Dylan, Ellington, Tabletom, Waits, Mingus, Triana… para crear un sonido que sin embargo tiene una clara personalidad propia.

En las doce canciones que forman el álbum descubrimos a  un letrista “novel” que nos dibuja con sorprendente tino y frescura  paisajes emocionales o historias humanas a veces alegres y coloridas, otras veces tristes e incluso oscuras, pero destilando siempre sinceridad; historias que hablan de amor, de desamor, de vida o de muerte, de aventuras cotidianas, de injusticia social… En este disco, Pepe echa la vista atrás y busca en sus inicios, en aquellas músicas que desde chaval le emocionaron y le llevaron a dedicar su vida a esto.

‘Una mala tarde’ está impregnada de sonidos de raíz, añejos sonidos de jazz de Nueva Orleans, de blues, de folk americano, de rock setentero e incluso por momentos de música balcánica o de vodevil, que persiguen antes emocionar que deslumbrar con virtuosismo instrumental o con complejos arreglos. Como resultado, un lenguaje contundente y directo sin por ello renunciar, eso sí, a una cuidadosa producción y una jugosa instrumentación que aporta brochazos de color y brillo a los temas.