Los rastros del punk en el arte y Miralda, protagonistas de la Programación 2016 en el MACBA, que incluye también a a Andrea Fraser, la propia colección de la institución y la historia de la Arab Image Foundation. 

Imagen de portada: ‘La hermandad’ (1994, José Antonio Hernández-Díez), Colección La Caixa

La programación del MACBA para 2016 enlaza la trayectoria del museo con el futuro. Se inicia en marzo con la muestra ‘No temeré mal alguno’ de José Antonio Hernández-Díez, comisariada por Latitudes, que presenta piezas icónicas de finales de los ochenta y principios de los noventa, junto con un nuevo proyecto desarrollado específicamente para la ocasión. En abril, Andrea Fraser, de la mano de los comisarios Cuauhtémoc Medina y Hiuwai Chu, inquiere qué queremos del arte en ‘L’1% c’est moi’, un análisis muy crítico del tejido social del mundo del arte.

En mayo, el MACBA acogerá la exposición ‘Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo’, comisariada por David G. Torres, un recorrido por la influencia del punk en el arte actual, como referente y también como actitud, a través de la obra de artistas nacionales e internacionales. En verano, se inaugurará una nueva presentación de la Colección MACBA, comisariada por Ferran Barenblit y Antònia Maria Perelló, que pondrá el acento sobre algunos de los vectores de la futura programación e incluirá obras que no se han presentado nunca.

Durante el otoño, la exposición ‘Akram Zaatari. Contra la fotografía. Historia anotada de la Arab Image Foundation (AIF)’, comisariada por Bartomeu Marí y Hiuwai Chu, dirigirá la mirada hacia Oriente Medio, el norte de África y la diáspora árabe a través de veinte años de historia de estos archivos desde la perspectiva de un artista que fue miembro fundador de la AIF.

En octubre un viaje en sentido contrario, ‘Miralda. MADEINUSA’, que comisaría Vicent Todolí, documentará por primera vez y de manera exhaustiva los proyectos de Antoni Miralda en Estados Unidos. 
Cerrará el año ‘Los ochenta. Lo que la euforia ocultó’, un proyecto comisariado por Teresa Grandas en el marco de L’Internationale, que explora la situación en España en un momento en el que los partidos políticos utilizan la cultura como una forma de mediación de gran potencial.