El Premio Hugo, el principal que se concede en lengua inglesa en el mundo, y que suele coronar a los grandes de la ciencia-ficción, ha puesto una pica en China al premiar la traducción al inglés de ‘The Three-Body Problem’, de Liu Cixin.
Pensar que los chinos no son buenos escritores de género es no darse cuenta de que un país de 1.200 millones de almas (más los que han desperdigados por todo el mundo, sobre todo el sudeste asiático, la Diáspora China) tiene, por probabilidad matemática, que albergar buenos escritores. Además la tradición literaria china es larga, longeva y prolífica, tan antigua (o más) que la occidental. El hecho es que por primera vez en la historia de los Premios Hugo se ha premiado a un chino, Liu Cixin, uno de los más famosos y prolíficos de la ciencia-ficción asiática y que utiliza los mismos parámetros que la sci-fi occidental pero aplicándolas a China.
Los premios, otorgados por la Sociedad Mundial de Ciencia-Ficción, ha dado su galardón a esa traducción del primer libro de una trilogía ya muy avanzada en China y donde es un superventas. Y ser un best-seller en China es como serlo a nivel planetario por el volumen potencial de lectores. En esta trilogía Cixin presenta al pueblo chino como eje de los contactos y guerras seculares contra una civilización alienígena. Imagina civilizaciones extendidas por toda la galaxia con un esquema violento de ley del más fuerte, aunque la distancia entre civilizaciones previene contra encuentros indeseados. A cambio crea un clima de hostilidad cultural hacia cualquier extraño. Cada civilización se esconde del resto para evitar ataques, y al primero que falla en este camuflaje lo atacan sin piedad.
El primer libro, el que ha sido premiado, arranca cuando un científico chino, depresivo por la Revolución Cultural en China (finales de los 60) envía un mensaje a un planeta en un sistema solar triple donde los habitantes alienígenas sufren los rigores de tener tres soles combinados. Después de varias décadas otro científico descubre una civilización en ese planeta he intenta contactar con ellos, revelando la posición de la Tierra a extraterrestres que ansían migrar de su sistema triple. Envía una flota de naves para conquistar nuestro planeta, pero su llegada será cuatro siglos después, por lo que toda la trilogía se basa en los preparativos hasta la llegada de esa invasión.
Cixin (Henan, 1963) no es un extraño en el parnaso literario: acumula ya ocho premios similares al Hugo en China, los Galaxia, y es de los más representativos del género en Asia. Utiliza mucho a China y su nuevo papel en el mundo después de más de un siglo largo de letargo y otros cuatro siglos más de aislamiento, pero siempre en el contexto de que comparte espacio con otras culturas. Antes de ser escritor trabajó como ingeniero en una central eléctrica en Yangquan, provincia de Shanxi. Liu creó un nuevo tema clásico en la ciencia ficción china al aplicar su propio país proyectándolo hacia el futuro, convirtiéndolo casi en un nuevo personaje en sí mismo frente al más distópico género en Occidente.
La corona sci-fi, los Premios Hugo
Estos galardones tienen más de 60 años de historia y son la corona no oficiosa de la literatura de ciencia-ficción en inglés, o de cualquier autor traducido a esta lengua. Entre los que lo han ganado figuran Isaac, Asimov, Arthur C. Clarke, Orson Scott Card o Philip K. Dick, que lo ganó en 1963 con ‘El hombre del castillo’, considerada la primera gran novela de ucronía. En total se premian 16 categorías en función de formato o temática, pero este año ha sido aciago: han quedado cinco desiertas, más que nunca. Traducción: este año no han dado el nivel los autores. O el listón estaba excesivamente alto.