Quizás el mayor compendio vegetal del mundo, el último arca de Noé auténtica y no bíblica: el Amazonas atesora cerca de 16.000 especies vegetales diferentes. 

El gran proyecto sobre la Amazonía, compendio de los trabajos de decenas de taxónomos, botánicos, estudiantes ayudantes e instituciones ha visto la luz en la revista Science en forma de publicación científica que cuantifica la diversidad vegetal amazónica en 16.000 especies de árboles, pero con una descompensación brutal en un aspecto: la mitad de la gran selva (uno de los cuatro pulmones mundiales) está dominada por sólo un “puñado” de 227 especies. 

La Cuenca Amazónica, que incluye partes de Brasil, Perú, Colombia, y el Escudo de Guayana (Guyana, Surinam y la Guayana Francesa), casi del tamaño de todo EEUU, era una gran incógnita global que no local. Cada equipo nacional investigaba por su cuenta y nunca se habían puesto en común los datos en una visión transnacional. Al no tener datos tampoco se pueden desarrollar políticas de conservación medioambiental claras y útiles. Uno de los autores del estudio final, Nigel Pitman (Museo Field de Chicago), declaró a las agencias de noticias que ” la mayor reserva de carbono tropical de la Tierra ha sido un cuadro negro para los ecologistas y los conservacionistas al no saber qué especies de árboles amazónicos se enfrentan a las más severas amenazas de extinción”.

La suma de esas más de 90 cabezas pensantes y sus trabajos se ha traducido en 1.170 estudios forestales en todos los tipos de bosques en la Amazonía para generar las primeras estimaciones de toda la cuenca sobre abundancia, frecuencia y distribución espacial de la masa vegetal. En total 390.000 millones de árboles en la extensa zona que incluye también la Guayana y que van desde el simple helecho al árbol del cacao o las castañas del Brasil. Y como mencionábamos más arriba, unas 227 especies son dominantes, no por número total sino porque cada una o grupos de ellas dominan determinados nichos vegetales. Apenas representan el 1,4% del total, pero mandan por una mejor adaptación.

 

 

Biodiversidad oscura: el gran problema de la botánica amazónica

El estudio creó un modelo matemático de extrapolación de datos, útil no sólo para cuantificar sino para alertar: hay más de 6.000 especies de esas 16.000 en peligro, por lo que entrarían directamente en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El problema, dicen los investigadores, es que estas especies son tan raras que los científicos no pueden encontrarlas.

La espesura que las ahoga también las oculta: los botánicos lo definen como “biodiversidad oscura”, especies tan raras e intrincadas con un medio concreto que es casi una lotería hallar ejemplos concretos para poder determinar la protección. Lo que provoca la gran ironía humana en su relación con el medio: los investigadores saben que están ahí pero probablemente se extinguirán antes de que podamos encontrarlas.

A día de hoy siguen sin saber muy bien por qué algunas especies tienen tanto éxito sobre otras, y por qué se ocultan en la gran maraña selvática. La esperanza es que se expandan hacia otros ambientes y los investigadores puedan seguir su pista hasta el origen. No hay que olvidar que por muy cartografiado que esté el Amazonas sigue siendo terreno vedado para el ser humano. Los investigadores subrayan que un gran número de hiperdominantes (como los árboles de castaña, chocolate y baya) se han utilizado y cultivado durante miles de años por poblaciones humanas en la Amazonía.

Extensión de la masa forestal de la Amazonía, incluyendo las Guayanas