El tesoro de la fragata Nuestra Señora de Las Mercedes, extraído del fondo del mar por la empresa cazatesoros Odyssey y recuperado, tras una ardua batalla legal, por el Estado español, se encuentra desde ayer en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) de Cartagena, su destino definitivo.
Las 14,5 toneladas de carga recuperadas de la fragata española se trasladaron ayer desde las cámaras acorazadas de los sótanos de la Secretaría de Estado de Cultura de Madrid hasta el ARQUA, el gran museo cartagenero, en medio de un gran dispositivo de seguridad. No es para menos, viajaban cientos de miles de euros en monedas, oro y otros objetos de aquel barco español protagonista, siglos después, de un auténtico culebrón internacional entre EEUU, España y unos cazatesoros.
Desde hoy se iniciarán en el Museo de Cartagena (Murcia) los trabajos técnicos en torno a los bienes recuperados por Odyssey, que incluirán las labores de documentación, análisis, tratamiento y restauración del material extraído de La Mercedes.
Pero fue el viernes pasado cuando se hizo público el destino final del tesoro conformado por 574.553 monedas, de las cuales 212 serían de oro, 309.396 de plata y el resto -unas 265.157- son concreciones (monedas apelmazadas) de metal plata. Pertenecen al sistema monetario español de la época de los Borbones (Carlos III y Carlos IV), emitidas entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, con el año 1804, fecha del hundimiento de la fragata “Nuestra Señora de las Mercedes”, como fecha más reciente.
Previsiblemente, la primera presentación de la carga al público será en ARQUA en la segunda mitad de 2013, desde dónde partirá “mediante préstamos o concesiones” temporales a otras ciudades que demanden su presencia con el ánimo de concienciar a los ciudadanos contra el expolio, apartado en el que también se tendrá en cuenta a otros lugares de Sudamérica.