El MACBA Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona inaugura su exposición ‘Forensic Architecture. Hacia una estética investigadora’, del 28 de abril al 15 de octubre de 2017.

Esta exposición presenta la obra de los arquitectos, artistas, cineastas y periodistas de investigación que integran la agencia Forensic Architecture (Arquitectura Forense), así como la de sus colaboradores e invitados. Creada en 2010, Forensic Architecture se sirve de análisis arquitectónicos, maquetas y animaciones como herramientas de investigación, principalmente para la producción y presentación de pruebas espaciales en el contexto de conflictos armados y luchas políticas. Esas pruebas se presentan en contextos políticos y legales, incluyendo tribunales internacionales, comisiones de la verdad y foros para el desarrollo humano y medioambiental.

Ambos términos, arquitectura y forense, se inscriben en unos marcos disciplinares bien establecidos. Al unirse, alteran mutuamente su significado y dan pie a una modalidad de práctica distinta. Mientras que la arquitectura aporta un método esencial de investigación, la ciencia forense requiere que los arquitectos presten la máxima atención a la materialidad del entorno construido, así como a su representación en los medios de comunicación. Esta exposición ocupa la mayor parte de la segunda planta del museo. La pared de cien metros de longitud que atraviesa las tres salas de la muestra ha sido concebida como un extenso ensayo que se hace eco de las investigaciones incluidas en las salas. Se presenta la clase de reflexión teórica y metodológica que la estética investigativa contemporánea exige hoy en día.

Las investigaciones se organizan en función de su escala: empiezan por el cuerpo humano y van ampliándose a habitaciones, edificios y ciudades hasta abarcar territorios y océanos, desde el microanálisis hasta la escala planetaria ‒ el objeto final del análisis forense, que el cambio climático inducido por el hombre ha transformado simultáneamente en una construcción y una ruina. Al tiempo que explora el desarrollo y la transformación de la práctica investigativa que le da nombre, la exposición nos desafía a considerar cómo las prácticas estéticas contemporáneas y las tecnologías digitales pueden servir para afrontar la realidad de la posverdad.