Casi cuatro meses después de la muerte de su padre, el novelista Tom Clancy, llegan las quintas aventuras cinematográficas del letal agente de Langley. Chris Pine releva a Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck.

Ronald Reagan (1911-2004), un mediocre actor en el Hollywood anterior y posterior a la Segunda Guerra Mundial, había conquistado a los votantes conservadores y liberales de Estados Unidos. Era 1984. Reagan, convertido en un mito del liberalismo por los defensores de reducir el peso del Estado frente a los mercados, apuraba su primer mandato y se presentaba a la reelección. Arrasaría al demócrata Walter Mondale, que solo ganó en Minnesota y Washington DC. En paralelo, la Guerra Fría enfilaba su final. Brézhnev había fallecido en noviembre de 1982. Y su sustituto, Yuri Andrópov, dos años después. La Perestroika de Gorbachov estaba a la vuelta de la esquina. Reagan paladeaba la victoria sobre el enemigo comunista.

Tom Clancy (1947-2013) era un ferviente admirador de Reagan, su liberalismo económico y su militarista hoja de ruta para resolver la Guerra Fría. Clancy, graduado en Literatura Inglesa en la Universidad de Loyola (Baltimore), había fracasado en su sueño de alistarse en el Cuerpo de Reservistas del Ejército. No estaba apto debido a una notable miopía. Llevaba más de una década trabajando en el mundo de los seguros. Había comprado la agencia de la abuela de su primera esposa, Wanda, y escribía en sus ratos libres. En 1984, mientras su idolatrado Reagan (cuando se convirtió en un escritor famoso el afecto fue recíproco) se presentaba a la reelección, Tom Clancy publicó su primera novela: ‘The hunt for Red October’ (‘La caza del Octubre Rojo’).

Los cuatro Jack Ryan: Alec Baldwin, Harrison Ford, Ben Affleck y Chris Pine

Clancy mantenía intacta su pasión por el mundo militar. ‘La caza del Octubre Rojo’ era un claro ejemplo, una novela claramente deudora del contexto histórico en el que se escribió: los últimos años de la Guerra Fría. Ahora bien, no tenía demasiada confianza en su valor comercial. Vendió los derechos al Instituto Naval del Ejército de Estados Unidos por apenas 5.000 dólares. La novela cayó en las salvadoras manos de la editora Deborah Grosvenor, que sí detectó que ‘La caza del Octubre Rojo’ tenía madera de ‘best-seller’. La novela, tras unos cambios propuestos por Grosvenor, salió al mercado y triunfó: 45.000 copias para empezar. Tom Clancy había creado una de las sagas de espías y militares más rentables de la literatura con un claro protagonista: Jack Ryan.

A ‘La caza del Octubre Rojo’, una novela que alienta el inminente final de la Guerra Fría con un capitán lituano, Marko Ramius, dispuesto a desertar junto con la tripulación del submarino nuclear a su mando, siguieron otros catorce libros con Jack Ryan al frente: ‘Juego de patriotas’ (1987), ‘El cardenal del Kremlin’ (1988), ‘Peligro inminente’ (1989), ‘La suma de todos los miedos’ (1991), ‘Sin remordimientos’ (1993), ‘Deuda de honor’ (1994), ‘Órdenes ejecutivas’ (1996), ‘Rainbow Six’ (1998), ‘El Oso y el Dragón’ (2000), ‘Operación Conejo Rojo’ (2002), ‘Los dientes del tigre’ (2003), ‘Vivo o muerto’ (2010), ‘En la mira’ (2011) y ‘Threat Vector’ (2012).

‘La caza del Octubre Rojo’ y ‘Juego de patriotas’, el inicio de la historia

El salto al cine no tardó en llegar. La adaptación de ‘La caza del Octubre Rojo’ se estrenó el 2 de marzo de 1990, apenas seis años después de su publicación. La película, dirigida por John J. McTiernan, que venía de triunfar con ‘Depredador’ (1987) y ‘La jungla de cristal’ (1988), fue un enorme éxito comercial. Con 30 millones de dólares de presupuesto, recaudó 200 millones en todo el mundo. Alec Baldwin conseguía su primer gran papel: Jack Ryan. Sin embargo, más que Jack Ryan, los grandes elogios en ‘La caza del Octubre Rojo’ se dedicaron al trabajo de Sean Connery. El actor escocés, que interpretó al desertor capitán del submarino nuclear soviético, ganó el duelo en la pantalla.


‘Juego de Patriotas’

‘La caza del Octubre Rojo’ presenta a un difuso Jack Ryan todavía con poca experiencia en la CIA. El personaje creado por Tom Clancy aterriza en Langley como consultor externo gracias a sus conocimientos en Historia y tras ganar una fortuna como corredor de bolsa en Baltimore, la ciudad donde Clancy pasó la mayor parte de su vida. Ryan, en su juventud, sí había estado con los Marines. Pero un accidente de helicóptero en unas maniobras en Creta destrozó su espalda, su debilidad física a lo largo de toda la saga literaria y cinematográfica, y acabó con su carrera militar.

Estrenada en junio de 1992, ‘Juego de patriotas’ es la segunda adaptación cinematográfica de la saga. Clancy había publicado la novela en 1987, tres años después que ‘La caza del Octubre Rojo’. La acción de ‘Juego de patriotas’ es previa e imprescindible para entender la futura presencia de Ryan en la CIA. Tras colaborar con Langley como historiador, el futuro agente se encuentra de vacaciones familiares en Londres, donde evita un atentado del IRA contra los Príncipes de Gales, si bien en la película el objetivo es Lord William Holmes, secretario de Estado para Irlanda del Norte. En el tiroteo, Ryan, aún poco habituado a las armas, mata a uno de los terroristas.

‘Juego de patriotas’ discurre como una venganza personal del hermano de la víctima contra Jack Ryan y su familia. El odio le empujará hasta Estados Unidos. Ryan, pese a las reticencias de su mujer, se incorpora a la CIA para defender a su mujer y a su hija. La película funcionó bien en taquilla, con 178 millones en todo el mundo con un presupuesto de 45 millones, y significó, sobre todo, dos importantes cambios. Phillip Noyce relevó a John McTiernan en la dirección y Harrison Ford a Alec Baldwin en el reparto. Con Ford como protagonista, Jack Ryan es el verdadero centro del filme, algo que no ocurría en ‘La caza del Octubre Rojo’ con la poderosa presencia de Sean Connery. Sean Bean interpreta a su enfurecido enemigo norirlandés pero no arrebata el protagonismo al agente de la CIA.

Harrison Ford, la evolución de Jack Ryan

Con la incorporación de Harrison Ford, un consolidado héroe cinematográfico en otras dos sagas, ‘La Guerra de las Galaxias’ e ‘Indiana Jones’, Jack Ryan se ganó una tercera adaptación: ‘Peligro inminente’, publicada por Tom Clancy en 1989 y estrenada en el cine en agosto de 1994. Noyce y Ford repitieron en sus respectivos roles en una película que abrió nuevos horizontes en la saga. Jack Ryan pasa de luchar contra la URSS y el IRA a enfangarse en una intriga de narcos colombianos aliados con políticos y dirigentes corruptos en la misma sede de la inteligencia de Estados Unidos. Un cóctel con Willem Defoe como némesis de Harrison Ford. ‘Peligro inminente’ recaudó 215 millones de dólares con un presupuesto de 62 millones. Jack Ryan se había ganado un prolongado descanso de ocho años.

Ben Affleck en ‘Pánico nuclear’

Mientras, Tom Clancy seguía sacando novelas sobre su superagente de la CIA transformado en un invulnerable símbolo, dispuesto a limpiar el mundo, de la derecha más conservadora en Estados Unidos. Clancy había elevado a Ryan a presidente de Estados Unidos en ‘Deuda de honor’ (1994) tras un ataque kamikaze de un piloto japonés contra el Congreso de Estados Unidos. Un argumento tan exagerado que ni Hollywood ha comprado. Jack Ryan regresó, finalmente, al cine con un tercer rostro, un mucho más juvenil Ben Affleck, en ‘Pánico nuclear’, estrenada en mayo de 2002 y dirigida por Phil Alden Robinson. Las cuartas aventuras cinematográficas de Jack Ryan están inspiradas en la novela ‘La suma de todos los miedos’.

‘Pánico nuclear’, con el mismo Clancy ejerciendo de productor, es la película más fría, menos redonda y menos carismática de la saga, aunque alcanzó una taquilla de 193 millones de dólares con una inversión de 68 millones. Ben Affleck no convenció. Demasiado joven. Demasiado informal. Demasiado blando. La película, además, no es una fiel adaptación de ‘La suma de todos los miedos’. Clancy elige como malos de la trama a un grupo de terroristas islamistas que encuentran un arma nuclear perdida por Israel. Phil Alden Robinson, dicho sea de paso con el beneplácito del novelista, complica el argumento con el fantasma de la antigua Rusia y un extraño cambio de enemigo, del terrorismo islamista a unos fanáticos neonazis que desean prender de nuevo la chispa de la Guerra Fría. Morgan Freeman, como presidente de la CIA, acompañaba a Affleck.

 

Un ‘reboot’ con el nuevo capitán Kirk de Star Trek

Casi doce años después, el agente de la CIA favorito de Ronald Reagan reaparece en ‘Jack Ryan: Operación Sombra’ (‘Jack Ryan: Shadow recruit’), que se estrena este viernes en España, dos semanas después que en Estados Unidos donde ha recaudado ya más de 30 millones de dólares. La taquilla se ha portado, si bien Ryan no ha podido con producciones como la comedia de acción ‘Ride along’ (Tim Story), con Ice Cube y Kevin Hart, y el filme de animación ‘The nut job’ (Peter Lepeniotis). Con un presupuesto de 60 millones, ‘Jack Ryan: Operación Sombra’, la primera película inspirada en las novelas de Tom Clancy tras la muerte en el pasado mes de octubre del escritor, representa una novedad por diversos factores en la saga.

Kenneth Branagh, cada vez más alejado de Shakespeare y a la espera de su versión del clásico de la literatura infantil ‘La Cenicienta’, se coloca detrás de las cámaras, además de reservarse el papel de malo de la película, Viktor, un oligarca ruso que quiere hundir la economía de Estados Unidos. Mientras, Chris Pine toma el testigo de Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck. Pine, a diferencia de Ford y Affleck, se pone al frente de la saga con un currículo artístico en plena construcción, como sucedía con Baldwin en ‘La caza del Octubre Rojo’. Con 33 años cumplidos en el pasado verano, su mayor éxito es su papel del capitán Kirk en el universo ‘treekie’ en ‘Star Trek’ (J.J. Abrams) (2009) y ‘Star Trek: En la oscuridad’ (J.J. Abrams) (2013).

Pero la gran novedad de la quinta adaptación cinematográfica de las novelas de Clancy sobre Jack Ryan es, precisamente, la ausencia de un referente concreto literario. ‘Jack Ryan: Operación Sombra’ es un ‘reboot’, un reinicio, de la saga. La película no está inspirada en ninguna novela de Tom Clancy. Sí aparecen detalles conocidos como el accidente de helicóptero de Ryan que concluye con su carrera con los Marines. Chris Pine tiene la ayuda de Kevin Costner, como William Harper, su mentor en la CIA, y Keira Knightley, como Cathy Ryan, su mujer.

Hollywood ha reclutado por quinta vez al agente Jack Ryan para reactivar una saga que ha perdido a su padre, Tom Clancy, su referente histórico, la Guerra Fría, y sus rostros más conocidos, en especial Harrison Ford. Triple reto para el héroe de Reagan.

Ficha técnica de ‘Jack Ryan: Operación Sombra’:

Título original: ‘Jack Ryan: Shadow recruit’. Dirección: Kenneth Branagh. País: Estados Unidos. Año: 2014. Género: Acción, drama y thriller. Reparto: Chris Pine (Jack Ryan), Kevin Costner (William Harper), Keira Knightley (Cathy Ryan) y Kenneth Branagh (Viktor). Guion: Adam Cozad, David Koepp, Anthony Peckham y Steven Zaillian, basado en los personajes creados por Tom Clancy. Producción: Lorenzo di Binaventura y Mace Neufeld. Fotografía: Haris Zambarloukos. Diseño de producción: Andrew Laws. Distribuidora: Paramount Pictures Spain. Estreno en España: 31 de enero.

 

Tom Clancy