Interpretará al boxeador más polémico de las últimas tres décadas. El guion llevará la firma de Terence Winter (‘El Lobo de Wall Street’).
El cine y el mundo del boxeo están de enhorabuena. Un nuevo campeón, una nueva leyenda se subirá al ring cinematográfico. El próximo defensor del título será… Mike Tyson. El púgil más polémico de las últimas tres décadas contará con un próximo biopic. El proyecto, eso sí, se encuentra en sus primeros pasos pero con una gran noticia confirmada. Jamie Foxx se ajustará los guantes de Tyson. De hecho, la película estará producida por el agente de Foxx: Rick Yorn.
El biopic de Mike Tyson, retirado de los cuadriláteros desde junio de 2005, cuenta con otro nombre importante confirmado: Terence Winter, nominado al Oscar al Mejor Guion por ‘El lobo de Wall Street’ (Martin Scorsese). Winter ha sido también guionista y productor de ‘Los Soprano’ y ‘Boardwalk Empire’, serie de la que, además, es creador. Con Foxx (protagonista), Yorn (productor) y Winter (guionista) asegurados, el próximo reto se centra en encontrar el refrendo de un gran Estudio para garantizar la distribución y ultimar los últimos detalles del proyecto: director y reparto.
Mike Tyson y Jamie Foxx
Mike Tyson (Bedford-Stuyvesant, Nueva York – 1966), con una conflictiva adolescencia con múltiples ingresos en el reformatorio, ha sido uno de los boxeadores más mediáticos de la historia desde que debutara profesionalmente el 6 de marzo de 1985 con una pelea en Albany (Nueva York) ante el puertorriqueño Héctor Mercedes. Ganó por nocaut en el primer asalto. Tyson se convertió golpe a golpe en una leyenda del ring. Salió vencedor en sus 37 primeras peleas. Se mantuvo invicto en sus primeros cuatro años de carrera. Su mejor etapa deportiva.
Tras 27 victorias consecutivas, se proclamó por primera vez campeón de los pesos pesados tras derrotar el 22 de noviembre de 1986 al canadiense Trevor Berbick, que dobló la rodilla casi de inmediato, en el segundo asalto. Con 20 años y cuatro meses, Tyson era el campeón más joven de los pesos pesados de la historia. Un vendaval. Una máquina imparable que suplía su modesta estatura (178 centímetros) con una admirable agresividad y voracidad en sus puños. Canalizaba toda su rabia entre las cuerdas del ring.
Pero Tyson empezó muy pronto, a finales de los ochenta, a recibir golpes. Su primera esposa (el púgil se ha casado hasta ahora tres veces y es padre de siete hijos con diferentes mujeres) propinó el primer nocaut al boxeador neoyorquino. Robin Givens, una actriz que disfrutaba del éxito en la televisión con la serie ‘Los primeros de la clase’ (emitida por la ABC), no aguantó mucho al lado de Tyson, menos de dos años (1988-1989) y sacó su lado más oscuro. Givens describió a un marido violento con problemas mentales, un auténtico maniaco depresivo.
La estrella de Mike Tyson empezó a torcerse. Encajó su primera derrota ante su compatriota James ‘Buster’ Douglas el 11 de febrero de 1990. Perdió por KO en el décimo asalto el título de campeón de los pesados en una pelea celebrada en Tokio. Uno de los grandes hitos y sorpresas de la historia del deporte. Las apuestas eran abrumadores: 42 a 1 a favor de Tyson. Pero el neoyorquino había cambiado. Su vida se había desordenado. Entrenaba menos y el divorcio con Givens le había costado diez millones de dólares y prestigio social.
Y entonces llegó la caída a los infiernos. Tyson, que aspiraba a pelear contra Evander Holyfield, fue acusado de violación. Una estudiante de 18 años, aspirante a Miss América Negra, denunció al boxeador por una agresión en el verano de 1991 en un hotel de Indianápolis. Fue declarado culpable y condenado a seis años de prisión, aunque solo cumplió tres años y ocho meses. Comenzaba otra leyenda. Del campeón más joven de la historia de los pesos pesados al campeón caído en desgracia. Tyson era el nuevo malo oficial de América. Un icono y, a menudo, una parodia de todos los tópicos posibles sobre el campeón caído.
Aún tuvo una segunda oportunidad en el ring y en su vida privada. Se casó por segunda vez en 1997. Tras ocho victorias consecutivas en su regreso, el mundo del boxeo se paralizó. Tyson vs. Holyfield, el combate suspendido por el ingreso del neoyorquino en prisión. Holyfield hundió a Tyson por partida doble en Las Vegas: en la primera pelea (9 de noviembre de 1996) y en una revancha (28 de junio de 1997) que saltó a la historia y acrecentó la leyenda negra de su rival. Mike Tyson fue descalificado en el tercer round tras morder y arrancar parte de la oreja derecha de Holyfield.
Su vida deportiva se extendió durante seis años. Una lenta decadencia con diez últimas peleas con tres nuevas derrotas más dos combates a los que no se presentó. Desperdició una última oportunidad para redimirse con el título de los pesos pesados en juego ante el británico Lennox Lewis. Tyson perdió por nocaut en el octavo asalto. El declive era imparable. Subió por última vez al ring el 11 de junio de 2005. Perdió ante el irlandés Kevin McBride. Tyson colgaba los guantes con cincuenta victorias (44 por KO) y seis derrotas. Además de dos combates donde no se presentó.
Un deportista y un personaje público único. El impacto social de Mike Tyson trascendió el ring. Su agresivo carácter forjó una imagen de ‘chico malo’ de la que el mismo boxeador se ha mofado. El cine no podía desaprovechar un filón de estas características. Con Tyson en prisión, se estrenó el documental televisivo ‘El campeón caído: La historia desconocida’ (Barbara Kople, 1993). De nuevo la tele, antes de salir de prisión, se fijó en el boxeador neoyorquino con un primer biopic: ‘Tyson’ (Uli Edel, 1995). Trece años después, James Toback dirigió otro documental, en este caso cinematográfico, titulado ‘Tyson’.
Pero el mismo boxeador ha hecho sus pinitos en el cine con breves apariciones (cargadas de humor) en títulos como ‘Rocky Balboa’ (Sylvester Stallone, 2006), ‘Resacón en Las Vegas’ (Todd Phillips, 2009) y ‘Resacón 2, ¡Ahora en Tailandia’ (Todd Phillips, 2011). El anunciado biopic de Jamie Foxx supone, de cualquier manera, el proyecto cinematográfico más interesante sobre Mike Tyson. Muchas figuras del boxeo han disfrutado anteriormente de un salto al Séptimo Arte que ha quedado para la historia con auténticas obras maestras.
‘Toro Salvaje’ (Martin Scorsese, 1980), con Robert de Niro como Jake La Motta, es el principal ejemplo, pero no el único. Will Smith se atrevió con el más grande, Muhammad Ali, en ‘Ali’ (Michael Mann, 2001). Denzel Washington recreó a todo un icono de la igualdad racial, Rubin ‘Hurricane’ Carter en ‘Huracán Carter’ (Norman Jewison, 1999). Russell Crowe interpretó a James J. Braddock en ‘Cinderella Man’ (Ron Howard, 2005). Y Mark Wahlberg recuperó a Micky Ward en ‘The fighter’ (David O. Russell, 2010). Mucho antes, Paul Newman se colocó los guantes de Rocky Graziano en ‘Marcado por el odio’ (Robert Wise, 1956). Mike Tyson será el próximo en golpear en un ring de cine con los puños de Jamie Foxx.