Cada vez está más claro que el poblamiento humano de América fue mucho antes, mucho más complejo y con más interacciones de lo pensado. El nuevo paso para establecer plazos es el descubrimiento de dos artefactos de bronce y plomo hallados en el noroeste de Alaska, por donde se cree que cruzaron en torno al año 1000.
La historia clásica cuenta que hace unos 10.000 años grupos de humanos asiáticos llegaron hasta América siguiendo grupos de animales o bien en lógica expansión buscando nuevas tierras. Lo hicieron en una época mucho más fría en la que los océanos no estaban tan altos y todavía estaba en pie el puente de tierra natural del actual Estrecho de Bering. Este descubrimiento dirigido por el equipo de Kory H Cooper (Universidad de Purdue, dueña de la fotografía que usamos en este post) tira abajo la supuesta incapacidad de las tribus amerindias con la metalurgia, el gran desfase técnico del mundo americano frente al europeo, que se suponía había llevado a América las primeras herramientas de metal. Los objetos están datos entre el año 1000 y 1200 d. C.
Sin embargo este avance arqueológico cambia el relato. Es evidente que los contactos entre Asia y América por el norte se mantuvieron durante bastante tiempo, y estos restos bien podrían ser parte del intercambio comercial entre uno y otro lado mientras hubo puente de tierra o conexión marítima. Según los investigadores fueron objetos que usaron los ancestros de origen siberiano y asiático de los inuit actuales, unidos en la llamada cultura Thule en Alaska. En aquella sociedad antigua ya usaron cobre y hierro de meteoros o encontrado en vetas abiertas en la tierra para forjar objetos de poder y estatus social.
Lo original de lo hallado es el tipo de aleación: bronce con plomo, lo que ya marca también un tipo de trabajo bien diferente. Se calcula que pertenecen al siglo XI, mucho antes de que los inuit contactaran con los europeos. Aunque sea de esa época se cree que el metal podría ser más antiguo y haber sido reutilizado más de una vez. El tipo de metalurgia (cobre, estaño y plomo, correa de cuero) y su tipología (una hebilla, lo que supone un rango de avance grande y que su origen bien podría ser asiático, más al sur de Siberia) demuestra que las tribus del norte tenían capacidad de interacción y comercio. En realidad se presupone que son producto de la cultura china en sus regiones septentrionales.