La Asociación de Promotores Musicales de España (APM) advierte que la decisión del Gobierno de subir el tipo de IVA aplicable a las entradas de los espectáculos musicales del 8% al 21% “tendrá consecuencias dramáticas para la industria de la música en vivo”.
“Pérdida de público, en pérdida de competitividad para España como destino de eventos musicales y en pérdida de actividad económica para las ciudades que son sede de festivales y conciertos”. Así lo ha planteado Pascual Egea, presidente de la asociación, que considera el negocio de la música en vivo “un sector estratégico y con un gran crecimiento potencial que genera globalmente cientos de miles de empleos directos e indirectos y unos 400 millones de euros de facturación global”. Durante el año 2011, solo las 42 empresas de la APM realizaron un total de 4.072 conciertos, incrementando la facturación media por concierto de los 41.271 euros en 2010, hasta los 44.131 euros en 2011.
Como ejemplo del peso de la industria del directo, sirve el caso del festival Sónar, que en su edición de 2011, consiguió atraer a 79.454 asistentes de los cuales el 50% eran extranjeros y tuvo un impacto económico de 52 millones de euros en Barcelona, según datos de la organización; o el festival SOS 4.8 que llevó a 40.000 espectadores a Murcia y supuso un impacto económico de 35 millones de euros para la Comunidad.
A pesar de la crisis, Egea recuerda que España mantiene “citas ineludibles” de prestigio internacional como el Sónar, Primavera Sound, SOS 4.8, Rock in Rio o el FIB, junto con giras de artistas como Bruce Springsteen, Madonna, Coldplay o U2, además de otros conciertos que atraen a cientos de miles de visitantes a nuestro país, generan puestos de trabajo y son claves para la promoción económica y la dinamización de la economía local de muchas ciudades por su enorme impacto económico.
Toda esta situación se traduce en mucho menos público. La subida del IVA, “sumada al 10% de canon por derechos de autor que carga la SGAE (la más alta de Europa) afectará directamente al público consumidor, haciendo disminuir sustancialmente el número de asistentes a los conciertos de música en vivo, provocando la caída de ingresos por concierto y haciendo inviable la promoción de espectáculos en nuestro país, lo que provocará el cierre de empresas del sector y la pérdida de miles de puestos de trabajo“. Un ejemplo de lo contrario es Portugal, donde el consumo de actos culturales ha descendido un 45% tras subir el IVA al 13%.
La solución: mayor promoción privada. Es decir, cortar de una vez con la sopaboba que durante muchos años ha alimentado un sector desde todas las administraciones, progresistas o conservadoras, y permitir que haya un crecimiento real, mercantil, que genere riqueza a partir de la industria cultural, un patrimonio único en España.