Disney estrenará el próximo 15 de abril la nueva versión de ‘El libro de la selva’, con un debutante y algunos de los mejores actores y actrices de Hollywood doblando las voces del universo animal que rodea al pequeño humano criado en la selva creado por Rudyard Kipling.
La nueva adaptación de ‘El Libro de la selva’ de Rudyard Kipling combina acción real con escenarios fotorrealistas y animales generados por ordenador, y vuelve a ser de Disney, que ya marcó en los años 60 un listón muy alto con su adaptación en dibujos animados. La nueva la dirige Jon Favreau, conocido por dirigir la saga del superhéroe Iron Man, y escrita por Justin Marks. Su protagonista es el debutante Neel Sethi (Mowgli), que en pantalla se rodea de animales desarrollados por ordenadores pero cuyas voces tienen una nómina difícil de reunir en pantalla grande en acción real: Bill Murray (Baloo), Ben Kingsley (Bagheera), Idris Elba (Shere Khan), Scarlett Johansson (Kaa), Christopher Walken (Rey Louie), Lupita Nyong’o (Raksha) y Giancarlo Esposito (Akela).
El libro de la selva, publicado en 1894, es una colección de historias escritas por Rudyard Kipling, inglés nacido en India y primer escritor británico en ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura. La historia, que fue inicialmente publicada en revistas, se basa en cuentos de animales antropomorfizados y que plantean lecciones morales. La que se estrenará el 15 de abril será la tercera adaptación al cine después de la legendaria animada de Disney en 1967, de Wolfgang Reitherman, y la que hizo Stephen Sommers de acción real en 1994 titulada ‘El libro de la selva: La aventura continúa’. No obstante en miniseries de TV y telefilmes ha habido más adaptaciones de un texto único y de gran éxito generación tras generación.
El argumento de la nueva adaptación vuelve a iniciar donde lo hace el libro: después de ser abandonado en la selva, el pequeño humano Mowgli (Neel Sethi) es criado por una familia de lobos. Gracias a la manada Mowgli sale adelante hasta ser capaz de enfrentarse por sí mismo a los peligros de la selva. Pero con la llegada del peligroso Shere Khan, Mowgli deja de ser bien recibido. Este temible tigre, resentido por las heridas que le ha ocasionado el hombre, ha prometido eliminar toda amenaza humana en la selva. Así que a Mowgli no le queda más remedio que abandonar el único hogar que ha conocido en toda su vida. El pequeño niño humano emprenderá entonces un arriesgado y fascinante viaje de autodescubrimiento, para regresar junto a su especie, acompañado de la siempre fiel Bagheera, la pantera mentora del niño, y el despreocupado y divertido oso Baloo.
Rudyard Kipling, el autor de un libro único
Érase una vez un escritor clásico incluso cuando no quería serlo. Érase una vez el primer Nobel de Literatura que tuvo Inglaterra. Érase una vez el máximo defensor del imperialismo británico y de la cultura inglesa. Érase una vez un buen poeta que dejó una joya atemporal como ‘If’, convertido en himno de lectura obligada en toda escuela de Reino Unido y países derivados. Érase una vez, sobre todo, un gran narrador que insertó Oriente en el imaginario occidental y que construyó historias que dieron empaque a ese siglo XIX de literatura de aventuras que ayudó a construir nuestra civilización. Conservador y patriotero pero tremendamente humanista, oficialista pero también un soñador épico, eurocentrista pero también un gran conocedor de la cultura india… todo eso fue Kipling, tan venerado como fuente de reproches y desconfianzas. En 2015 cumpliría 150 años, un siglo y medio de vida eterna que sigue palpitante en libros como ‘El libro de la selva’, ‘Kim’, ‘El hombre que pudo ser rey’, ‘Gunga Din’ o sus decenas de relatos infantiles y juveniles. En el lado nefasto queda un texto como ‘La carga del hombre blanco’, quizás uno de los textos más imperialistas escritos por Kipling.
A partir de ahí, y de su talento, nació el mito del gran inglés que muchos otros encasillaron dentro de los prejuicios. Defendió el Imperio sin dudarlo en sus cuentos, novelas y poemas, enalteció el espíritu de su mundo victorioso que entonces era la cima de la civilización: no había imperio más grande, más rico ni más poderoso en el planeta. Sin embargo, a pesar de que ese mismo mundo que glorificaba directa o indirectamente intentó colmarle de premios y galardones, los rechazó todos menos el Nobel en 1907. Fue el primer inglés en poseerlo, y también uno de los más jóvenes en recibirlo. Porque, a fin de cuentas, él mismo fue hijo de ese imperio: nació en la calurosa Bombay, conoció desde niño aquella India que era la gran joya imperial. Pero lo que queda de todo escritor es su obra literaria, sus artículos, novelas, cuentos, poemas… y las reflexiones en voz alta (escrita) que hizo durante toda su vida. En total cinco novelas, más de 250 historias cortas (muchas de ellas enfocadas hacia el público infantil y juvenil) y cerca de 800 páginas de versos. De ahí que un listado sea excesivo. Quizás haya que fijarse en sus perlas, como ‘El libro de la selva’ o ‘El hombre que pudo reinar’.