El Museo Guggenheim Bilbao presenta ‘Soto. La cuarta dimensión’ (hasta el 9 de febrero), una exposición retrospectiva dedicada a repasar la obra de Jesús Rafael Soto (Ciudad Bolívar, Venezuela, 1923–París, Francia, 2005).

Organizada por el Museo Guggenheim Bilbao en colaboración con el Atelier Soto en París, la muestra reúne más de 60 obras, entre ellas varias esculturas participativas de gran formato que el artista venezolano denomina Penetrables y que figuran como una de sus más importantes e icónicas contribuciones a la historia reciente del arte. Además, presenta un importante número de pinturas y obras murales históricas que permiten entender el papel fundamental que juega Soto en la evolución del arte cinético entre principios de los años cincuenta y finales de los sesenta, permitiendo apreciar el desarrollo de su práctica artística hasta la primera década del siglo XXI. Junto a las piezas de Soto reunidas en la muestra, el Museo Guggenheim Bilbao presenta una importante selección de elementos de archivo que permiten contextualizar y comprender la práctica de este artista.

La exposición cuenta igualmente con piezas representativas de las series mayores de la obra del artista, como sus ‘Volúmenes virtuales’ (obras verticales que evocan grandes figuras geométricas suspendidas en el aire), ‘Extensiones’ (piezas de suelo de las que emerge una masa cromática a veces opaca y a veces sutil como un halo), y ‘Progresiones’, obras en que las formas aéreas parten tanto del suelo como del techo para encontrarse en lo que parece ser una secuencia cinética o un juego de tensiones interrumpido. A todas las piezas reunidas dentro del Museo se añade la instalación en uno de los espacios exteriores de la espectacular obra ‘Sphère Lutétia’ (1996), cuya presentación junto al estanque del Museo se extenderá durante la práctica totalidad de los cuatro meses que dura la exposición.

Subrayando una concepción de la experiencia en términos de temporalidad, intensidad y participación del espectador, la exposición ‘Soto. La cuarta dimensión’ ofrece una oportunidad inusitada para reexaminar la trayectoria visionaria y transformadora de este artista. La idea de una “cuarta dimensión” evoca la unidad de espacio y duración, forma plástica y experiencia en el tiempo, y es uno de los conceptos fundamentales que los artistas de mitad de siglo XX heredan del periodo de espiritualidad casi utópica de las vanguardias. Para Soto, el artista debe trabajar en un ámbito de investigación compartido con la ciencia y la filosofía.

Como experiencia estética, la cuarta dimensión se abre paso en todas las obras abstractas y dinámicas de Soto, manifestándose de manera superlativa en sus icónicos Penetrables. Con ellos, Soto se anticipa a las nuevas orientaciones, contextuales y relacionales, que tomará la obra de arte contemporánea desde los años setenta en adelante. Según el propio artista “En los Penetrables el espectador se adentra por hilos verticales o barras que llenan la totalidad del espacio disponible y constituyen la obra en sí. A partir de ese momento, espectador y obra quedan entreverados de forma física e inextricable”.

‘Penetrable blanco y amarillo’ (1969)

‘Sin título’ (1962)