Esta noche será la de más actividad de este fenómeno astronómico cíclico llamada en España las “Lágrimas de San Lorenzo” por producirse en la festividad del santo, pero que en realidad es el choque de la estela de partículas residuales de los cometas contra nuestra atmósfera.
Para este año las Perseidas arrancaron a mediados de julio y culminarán el 24 de agosto, pero es entre el 10 y el 12 de este mes cuando más actividad tendrán desde la posición de un observador en Europa. El máximo se espera entre las 02.00 y las 06.00 horas (hora peninsular española) de este jueves y entre las 15:00 a 17:30 de mañana viernes 12 de agosto. El ritmo esperado es de un meteoro cada dos minutos, algunos de ellos a alta velocidad (por lo que brillarán más). La recomendación es irse a zonas rurales o donde la iluminación urbana sea muy escasa. Y si es posible en una zona donde el horizonte esté despejado de montañas, bosques u otros obstáculos.
El apelativo de Perseidas llega porque la zona del cielo por donde suelen aparecer es en la de la constelación de Perseo, aunque no es real, ya que se trata del engaño de la perspectiva del observador desde la superficie terrestre en este hemisferio. Sin embargo no son las únicas lluvias de estrellas: también desde Europa se pueden ver las Cuadrántidas o las Gemínidas, que pueden llegar a superar un ritmo de casi cien meteoros por hora. Son un fenómeno conocido desde hace siglos y perfectamente detallado, sin problemas porque en ningún caso suelen tener un tamaño suficiente como para causar problemas sobre la superficie.
Esta lluvia se origina por un proceso cíclico en la órbita terrestre. Durante los meses de verano nuestro planeta se cruza en la órbita de las estelas de polvo helado o restos desprendidos por los múltiples cometas que se acercan al Sol. Sus estelas son hielo o polvo sólido que se desprenden del cuerpo acelerado que literalmente brilla porque los cometas subliman su núcleo por la radiación solar cuando en su órbita se acercan a la zona interior del Sistema Solar; esto genera largas colas de polvo, hielo y gas. Sus tamaños son variados, desde rocas de un puño o más grandes hasta simples partículas no más grandes que un grano de arena. La horquilla de tiempo de esa lluvia puede abarcar desde julio hasta agosto. Este año alcanzará ese cénit precisamente entre el 12 y el 14 de este mes.