Miguelanxo Prado ha sido galardonado con el Premio Nacional del Cómic 2013 por su obra ‘Ardalén’, publicado por Norma en 2012.

A Prado ya le conocemos de sobra, tanto fuera de esta web como dentro, al que le dedicamos parte de la revista número 38. Su obra ‘Ardalén’ se ha convertido en la excusa perfecta para premiar a un autor veterano que publica tanto en castellano como en gallego. Prado ya se llevó el premio del Salón del Cómic de Barcelona a la mejor obra gráfica y, en gran medida, el jurado del Ministerio de Educación y Cultura ha coincidido: ha destacado el carácter poético de su obra, que mezcla la realidad con el sueño, la memoria y el olvido, y su maestría técnica en el uso del color.

‘Ardalén’ (Norma Editorial y El Patito Editorial) es una novela gráfica de 260 páginas producto de tres años de trabajo de Miguelanxo Prado, que la define como “una historia en torno a la memoria personal. La memoria como esencia de nuestra existencia, de la percepción de nuestra propia vida. Puede sonar filosófico pero, al final, se trata de un puñado de seres humanos que se ayudan y se hacen daño unos a otros”. Es, de largo, la obra más larga de Prado, cuya carrera está llena de historietas cortas salvo por dos excepciones, ‘Trazo de tiza’ y ‘La mansión de los Pampín’.

 

 

Miguelanxo Prado autografiando un ejemplar de ‘Ardalén’

El autor tiene muchas tablas: es padre de la serie de historietas cortas humorísticas Quotidianía Delirante, realizadas para la revista El Jueves, y publicó durante los 80 en Zona 84, Comix Internacional, 1984, Cairo, Cimoc. Prado también fue uno de los autores europeos que fue contactado por Kodansha (una de las editoriales de cómic más importantes de Japón) en la década de los 90, y desde 1998, es también director del Viñetas desde el Atlántico, el Salón del Cómic que se celebra cada verano en A Coruña.

Prado comentó a los medios que “el nivel de los autores españoles de cómic es magnífico” y que el cómic nacional está en un nivel muy alto, hasta el punto de que se atrevió a denominarla “su Edad de Oro”. Si bien es cierto que en los últimos años el cómic español ha crecido mucho y se ha diversificado, dejando atrás la tira cómica y el tebeo de toda la vida, con una producción de novela gráfica de gran calidad, el apoyo del público y los medios, aunque fiel, no da para comer realmente a toda la industria editorial.

Prado ha destacado que uno de los aspectos que hace más atractivos a los autores españoles es que son “muy variados”, pues se dedican a hacer “superhéroes, manga, cómic infantil, humorístico o social”. Miguelanxo Prado ha añadido que el mundo del cómic ha salido de su “burbuja” y se ha abierto a un público más generalista, en vez de estar sólo dirigido a fanáticos. “Hasta hace poco entrabas en una librería y encontrabas libros de cocina pero no cómics, una situación que resultaba peculiar”, ha señalado.

 

Dos de las páginas de ‘Ardalén’