El Museo Picasso de Barcelona se consagra al gran maestro malagueño, con sucesivas exposiciones y actividades paralelas para uno de los más prolíficos creadores jamás aparecidos en España, en Europa y en el resto del mundo. Os ofrecemos las tres exposiciones actuales sobre diferentes aspectos de su vida y obra, y un avance de las que llegarán en otoño.
‘Picasso, Fotografía y Cerámica’ (23 de junio – 30 de octubre).
En 1955 tuvo lugar en Cannes el primer congreso organizado por la Academia Internacional de Cerámica, con motivo del cual se celebró una exposición. Pablo Picasso participó en ella con varias de sus obras. Este septiembre tiene lugar en Barcelona la 47ª edición del Congreso, dedicado a la cerámica en la arquitectura y en el espacio público. Presentamos una selección de fotografías de nuestra colección que documenta al Picasso ceramista. Si bien una fotografía es siempre el resultado de una relación entre el modelo y el fotógrafo, Picasso ejercía una influencia especial en el proceso creativo de las imágenes.
El interés de Picasso por la cerámica empieza cuando traslada su residencia al sur de Francia después de la Segunda Guerra Mundial. En 1946 Picasso visita el taller de alfarería Madoura, de Vallauris, donde sus propietarios, Suzanne y Georges Ramié, le invitan a colaborar con ellos y con sus artesanos. A partir de este momento trabaja con mayor o menor intensidad la cerámica hasta mediados de los años sesenta. En las salas del museo se muestran las obras de importantes fotógrafos (Marcos Chamudes, David Douglas Duncan, Roberto Otero y André Villers) que retratan a Picasso trabajando la cerámica a través de una mirada cómplice y una aproximación personal a la vida y obra del artista.
‘Jacqueline’ (9 junio – 4 septiembre)
El Museu Picasso rinde homenaje a Jacqueline Picasso (también conocida como Jacqueline Roque antes de su matrimonio en 1961), treinta años después de su muerte. La musa y modelo de Pablo Picasso asume aquí el papel de protagonista: las obras y documentos que presentamos nos acercan a su faceta de mecenas así como de fotógrafa. En las salas del museo, donde se ha expuesto la colección de cerámica durante los últimos tres años, son el espacio idóneo para este tributo.
Todas las cerámicas, así como el óleo ‘La mujer de la cofia’, donados por Jacqueline, son una muestra evidente de la generosidad y afecto que marcaron su relación con este museo, al que vio nacer. La selección de fotografías nos revela a una Jacqueline poco conocida, la de fotógrafa, documentalista privilegiada de la vida íntima del artista y su entorno. Las obras donadas, las fotografías que realizó durante los años compartidos con Picasso y la documentación diversa, entre cartas y notas personales, nos desvelan a Jacqueline a través de su generosa personalidad, su mirada y su voz.
‘Los 156 grabados’ (26 de mayo – 4 de septiembre)
Entre 1963 y 1972, Picasso retornó al grabado calcográfico o grabado en metal. En este período trabajó con los hermanos impresores Piero y Aldo Crommelynck. El resultado de dicha colaboración fueron, entre otros, las dos grandes series que particularizan el último Picasso grabador, con más de quinientos veinte grabados: los 347 grabados, que llevó a cabo entre el 16 de marzo y el 5 de octubre de 1968, y los 156 grabados, que realizó entre el 24 de octubre de 1968 y el 25 de marzo de 1972. La exposición está comisariada por Claustre Rafart.
En la muestra presentamos las estampas que configuran la serie de los 156 grabados, editada por la Galerie Louise Leiris. Las estampas que integran dicha serie continúan el espíritu desenfrenado de abordar el erotismo pujante de la serie anterior y están protagonizadas por un gran número de personajes. En las estampas se representa un mundo aparentemente ocioso, divertido y alegre, en el que subyacen la melancolía del deseo frustrado y la virilidad perdida. El deseo incontrolado de la mente que no permite al viejo pintor desarrollar sus fantasías eróticas más allá del acto de crear.
En el último Picasso las alusiones a los maestros del pasado son fluidas. Los grabados de los últimos años contienen una gran riqueza de citaciones: Rembrandt, Velázquez, Goya, Ingres, Delacroix, Manet… y, en especial, Degas gozan del favor del malagueño en muchas de les estampas de la serie. En los 156 grabados, Picasso rinde un particular homenaje a Degas con la serie de estampas dedicadas al cuento ‘La Maison Tellier’ de Guy de Maupassant.
Y las tres exposiciones que vendrán en otoño
En el próximo otoño el museo va a desarrollar varias de las líneas de trabajo de Pablo Picasso en su carrera, como su faceta como pintor cubista en épocas de terrible caos y guerra para Europa, que él vio de cerca en dos ocasiones con los dos conflictos mundiales. También su intensa relación con las mitologías mediterráneas, que utilizó como fuente de inspiración continua durante toda su vida, con sus célebre dibujos.
‘Cubismo y Guerra. El Cristal en la Llama’ (21 de octubre – 29 de enero de 2017). La exposición se centra en la supervivencia de la vanguardia artística europea establecida en París durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y su respuesta a la angustia, el dolor y el peligro que significó este gran conflicto: el desarrollo de un movimiento artístico que potenció una estética cubista con elementos arquitectónicos, basada en la estabilidad y la integridad. La evolución del cubismo en la Gran Guerra, y aún más, del movimiento en Paris bajo la amenaza inminente del caos, hacia el control, coherencia e integridad como valores predominantes en el arte cubista, resulta relevante todavía hoy, casi un siglo después.
Los artistas centrales de la exposición son tres extranjeros residentes en Francia, que por esa misma condición de extranjeros no pudieron participar de primera mano en la campaña militar: Pablo Picasso, Juan Gris y Diego Rivera. Asimismo, la muestra explorará el importante papel de otros artistas en circunstancias similares, como María Blanchard, Gino Severini y Jacques Lipchitz; y el de artistas franceses que por diversas circunstancias no pudieron unirse a la contienda, como Henri Laurens y Henri Matisse, quien realizó algunas de sus obras más experimentales durante ese período.
Aunque el énfasis de la exposición estará en los artistas no combatientes y su evolución creativa, también se explorará la respuesta artística de los dos grandes cubistas que sobrevivieron a la acción en las trincheras: Georges Braque y Fernand Léger. La exposición presentará una selección de cerca de 80 obras realizadas entre 1913 y 1919. Las claras interconexiones de la vanguardia en el París anterior a la guerra emergerán con fuerza, así como la consolidación de los descubrimientos acaecidos durante la guerra en las obras realizadas después de su finalización.
Picasso en la época de la Primera Guerra Mundial
El período de contienda de 1914-1918 tuvo como resultado un arte producto del sufrimiento de los soldados en las trincheras pero en Francia un grupo de artistas en la retaguardia respondieron unificando lo que había sido un estallido de energía, vinculado a la vanguardia anterior a la guerra. Una respuesta altamente creativa y positiva a la necesidad de reafirmar el camino hacia la construcción de un contexto de mecanización de la guerra – una necesidad cuya urgencia reparadora fue intensa y profunda.
‘Mitologías, obra gráfica en la colección del Museo’ (24 de noviembre – 20 de marzo de 2017). A lo largo de su vida, Picasso se sintió cautivado por el mundo de la mitología, como bien atestigua uno de sus primeros dibujos conservados; ‘Hércules’ (1890), héroe mítico conocido por su fuerza sobrehumana. En esta fusión de narración e historia que se convierten en mito, Picasso vierte todo su genio creativo; trabaja las planchas de cobre, zinc, linóleum y piedra con una libertad de trazo apabullante, un vigor expresivo descomunal y un sombreado excelso.
El Picasso grabador recrea escenas y personajes extraídos del fecundo mundo de la mitología grecorromana. Describe mitos y narra historias que antaño fundamentaron una religión o un sistema de creencias, y que han perdurado hasta la actualidad, de manera especial, en el mundo de las artes plásticas. En este universo irreal con pretensión de veracidad, relatado por unos y por otros en el decurso del tiempo, Picasso, como otros tantos artistas, ofrece sus relatos sobre los dioses o sobre los fenómenos de la naturaleza, más o menos divinizados, así como leyendas sobre héroes y heroínas: mitos que intentan explicar las fuerzas o fenómenos de la naturaleza y las cualidades o realidades morales del hombre individual y de sus experiencias sociales, y que representan idees o símbolos.
La obra gráfica de Picasso muestra una sucesión de protagonistas mitológicos como Hércules, Apolo, Calidón, Céfalo, Meleagro, Néstor, Políxena, Poseidón, el Minotauro, Zeus y otros seres fantásticos como centauros, faunos y musas, y se explican hechos triviales de la vida cuotidiana, proezas, placeres, dolor, tragedia… Mitos que protagonizan una retahíla de estampas maravillosas elaboradas con distintas técnicas: aguafuerte, aguatinta, punta seca, litografía, linóleum…