Más madera: el gobierno del PP, que ha tenido tiempo de sobra para pensarse un cambio de estrategia, aparca de nuevo la Ley de Mecenazgo. 

Una de cal y otra de arena: el secretario de estado de Cultura, José María Lasalle, anunciaba hoy a bombo y platillo que habría un repunte de los fondos de Cultura en los Presupuestos Generales del Estado, y poco después daba la otra palada ya que confirmaba que en esta legislatura no habría ley de Mecenazgo. Nada nuevo bajo el sol que no se supiera ya vista la nula capacidad de los departamentos de Cultura para lidiar con Hacienda y su incapacidad para, como prometió el ministro Wert, bajar el IVA a la actividad cultural.

Esta noticia doble se traduce en que se mantiene la limosna pública sobre la financiación de buena parte de la industria cultural, a la que se le cortan las alas fiscalmente (con lo que se cierra una vía de desarrollo privado que evite al Estado poner dinero) y luego se la machaca con recortes. Según Lasalle, el equivalente del Mecenazgo se repartirá entre la reforma fiscal (sin concretar todavía con las elecciones a la vuelta de la esquina) y el nuevo estatus de las fundaciones, que según el PP deberían servir para mantener la financiación. 

Lasalle ha asegurado que habrá mecenazgo a través de incentivos fiscales, pero que se hará a través de otras leyes. Es decir, que se trata de un cambio cosmético porque, según apuntan ya varios periodistas culturales, apoyar a la cultura es electoralmente malo para el voto conservador. Lasalle dijo que aunque no se llame ley de Mecenazgo sí que se recogerá en los cambios fiscales mil veces prometidos y que el PP aún no ha concretado. Supuestamente, y siempre según Lasalle, “si no hay incentivos que impliquen deducciones sobre el impuesto de la renta o de sociedades sería filantropía o altruismo, pero no mecenazgo”. 

Es decir: el Reino de Montoro. Esto supone que Cultura se pliega ante las necesidades del ministerio dirigido por el ministro Montoro y que fue quien tomó la decisión de subir de la noche a la mañana el IVA del 8 al 21% en toda actividad cultural salvo un par de oasis que a día de hoy corren peligro también. Bajo la excusa de los arreglos fiscales y las competencias ministeriales se entierra de nuevo la ley de Mecenazgo.