Los monos regresan a la cartelera con el estreno de ‘El amanecer del planeta de los simios’ y suman un nuevo título a una larga y fructífera colaboración con el cine.
¡Qué monos! Como mínimo, primos cercanos. Los primates y los seres humanos compartimos enormes similitudes genéticas. Tantas que no es extraño que, con el respeto de los perros, los monos, chimpancés, gorilas y orangutanes sean los animales con mayor presencia en el cine y la televisión. Unos magníficos actores con una vis cómica innata en su ADN, pero también con una enorme capacidad para someter a los mismos humanos. Cuidado con cabrear a los monos. Los primates regresan a las salas de cine con el estreno este viernes de ‘El amanecer del planeta de los simios’ (Matt Reeves), secuela de ‘El origen del planeta de los simios’ (Rupert Wyatt, 2011).
“En ‘El origen del planeta de los simios’ solo decían unas pocas palabras. Con esta película mostramos a los simios en el amanecer de su sociedad, aprendiendo realmente a hablar. Inevitablemente, la generación más joven dominará el lenguaje mejor que sus padres, lo que nos conduce a una imagen muy complicada de la jerarquía cultural de los simios. Ésta es la sociedad de los simios que acaba evolucionando hasta ser lo que vemos en ‘El planeta de los simios’ de 1968, con gobierno, fuerzas armadas y ciencia organizados”, ha resumido Reeves.
‘El amanecer del planeta de los simios’, con 72,6 millones de dólares en su primer fin de semana, ha sido el sexto mejor estreno de la taquilla de Estados Unidos en este año tras los blockbusters de superhéroes y las megafranquicias de ‘Transformers: La era de la extinción’ (Michael Bay) (100 millones de dólares), ‘El Capitán América: El soldado de invierno’ (Anthony Russo y Joe Russo) (95), ‘Godzilla’ (Gareth Edwards) (93,1), ‘The Amazing Spiderman 2: El poder de electro’ (Marc Webb) (91,6) y ‘X-Men: Días del futuro pasado’ (Bryan Singer) (90,8).
No solo a Homer Simpson le gustan las películas de monos. Aunque en la gran pantalla, los primates no han sido siempre especialmente amistosos con los seres humanos.
“El hombre no tiene entendimiento. Se le puede enseñar hacer algunas cosas, pero nada más (…). Sugerir que podemos aprender algo sobre la naturaleza de los simios partiendo del estudio del hombre es un absurdo. Además, el hombre es inútil. Come lo que encuentra en los bosques, luego emigra hacia nuestras zonas verdes y destruye las cosechas. Cuanto antes sea exterminado, tanto mejor. Está en juego la supervivencia de los simios”. El doctor Zaius, ministro de Ciencia y jefe Defensor del Bien, no duda en despreciar a ‘ojos claros’ (Charlton Heston) en ‘El planeta de los simios’ (1968). El primer chimpancé supremacista de la historia.
20th Century Fox firmaba uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción adaptando la homónima novela de Pierre Boulle (autor también de otro libro llevado con gran éxito al cine: ‘El puente sobre el río Kwai’) publicada cinco años antes. Los simios se han convertido en una sociedad avanzada con los hombres, tratados y cazados como animales, relegados a pacientes de experimentos científicos. Un futuro simio y distópico en la misma Tierra, con uno de los finales más apoteósicos del cine. Charlton Heston descubre horrorizado que no ha abandonado nuestro planeta tras encontrar la Estatua de la Libertad abandonada en una playa. Los simios son los nuevos amos del mundo.
‘El Planeta de los Simios’ de 1968
El filme, dirigido por Franklin J. Schaffner, responsable de títulos como ‘Patton’ (1969), ‘Papillon’ (1973) y ‘Los niños del Brasil’ (1978), generó la saga simia más famosa del cine: ‘Regreso al planeta de los simios’ (Ted Post, 1970), ‘Huída del planeta de los simios’ (Don Taylor, 1971), ‘La rebelión de los simios’ (J. Lee Thompson, 1972) y ‘Batalla por el planeta de los simios’ (J. Lee Thompson, 1973). Tim Burton recuperó la saga en 2001 con un insatisfactorio remake, con un notable salto en los efectos especiales, de la cinta original de Charlton Heston. Mark Wahlberg, como Heston tres décadas antes, caía en un planeta dominado por los simios. Tim Roth interpretaba al malvado General Thade y tomaba el relevo del doctor Zaius.
20th Century Fox reinició la saga hace tres años. Un ‘reboot’ que ha abierto una trilogía: ‘El origen del planeta de los simios’ (Rupert Wyatt, 2011), ‘El amanecer del planeta de los simios’ (Matt Reeves, 2014) y una tercera película sin aún título con Reeves, otra vez, tras las cámaras que se estrenará el próximo 29 de julio de 2016. Fox ha desandado unos años para explicar cómo la Tierra pasó de estar en manos de los hombres al poder absoluto de los simios. Los experimentos médicos con los primates para encontrar una curación al Alzheimer tendrán una indeseada consecuencia. César, un chimpancé que forma parte del estudio, comenzará la revolución de los simios. Andy Serkis, el mismo actor que se encargó de los movimientos de Gollum en las sagas de ‘El señor de los anillos’ y ‘El Hobbit’, interpreta al líder de los simios.
No obstante, antes de que la novela de Pierre Boulle alumbrara (gracias a la stop motion) una de las sagas cinematográficas de ciencia ficción más universales, el cine ya había tenido una gran estrella simia: un gigantesco gorila, residente en la imaginaria isla Calavera, llamado King Kong. Uno de los proyectos más ambiciosos del primer gran Hollywood sonoro. La histórica productora RKO se salvaba de la quiebra con ‘King Kong’ (1933), dirigida y producida por Merian C. Cooper y Ernst B. Schedsack con David O. Selznick (‘Lo que el viento se llevó’) en la sombra. Enamorado de la rubia Ann Darrow (Fay Wray), King Kong se transformaba en la primera gran estrella simia del cine. La ascensión del gigantesco gorila al Empire State Building de Nueva York mientras es acosado por aviones forma parte del imaginario popular del Séptimo Arte.
‘King Kong’ (2005)
Pero King Kong estaba lejos de morir. Peter Jackson, tras concluir la saga de ‘El señor de los anillos’, rodó su versión, del mismo título, en 2005. Andy Serkis, descubierto por Jackson como Gollum, recogió los movimientos del gigantesco gorila. Naomi Watts fue la rubia elegida para enamorar a King Kong. “Un tremendo bruto, pero muy noble en el fondo”, para Peter Jackson. Entre el primer y el último King Kong, cinco películas más o menos conocidas: la secuela ‘El hijo de Kong’ (Ernest B. Schoedsack, 1933), ‘King Kong contra Godzilla’ (Ishiro Honda, 1962), ‘King Kong se escapa’ (Ishiro Honda, 1967), ‘King Kong’ (John Guillermin, 1976) (un primer remake del largometraje original con la producción de Dino de Laurentiis y el debut en la gran pantalla de Jessica Lange) y ‘King Kong 2’ (John Guillermin, 1986).
Los personajes de la franquicia de ‘El planeta de los simios’ y el mismo King Kong tienen un punto en común. Además de sus malas pulgas, estaban interpretados por actores humanos (con un maquillaje más o menos creíble) o eran réplicas de acero movidas a golpe de stop motion (King Kong). De esta manera, la primera estrella cien por cien simia sería la fiel compañera de Tarzán, el personaje creado por el novelista estadounidense Edgar Rice Burroughs: Chita. Un chimpancé masculino (que no despiste su nombre en el cine) que protagonizó doce películas al lado, principalmente, de Johnny Weissmuller. Chita, que realmente se llamaba Jiggs, debutó en ‘Tarzán y su compañera’ (Cedric Gibbons, 1934).
No obstante, Chita, que falleció en las navidades de 2011 con 80 años (todo un récord de longevidad para un chimpancé), contó con más actores simios. Jiggs no fue el único en saborear el éxito en el cine. Más de una docena de chimpancés distintos (siempre con el mismo nombre delante de la pantalla) acompañaron a Tarzán, el rey de los monos, en su complicado regreso al mundo de los humanos. Imposible saber cuántos. Hollywood, entonces, olvidaba acreditar en los créditos a sus estrellas animales. Jiggs apareció también en la primera versión de ‘El extravagante doctor Dolitte’ (Richard Fleischer, 1967), protagonizada por Rex Harrison.
Los simios, principalmente monos y chimpancés, han sido habituales recursos cómicos. Chita creó escuela en el cine y la televisión. ¿Quién no ha imitado con una sonrisa los aullidos de Chita? Howard Hawks otorgó a Cary Grant una enorme habilidad en la comedia ‘Me siento rejuvenecer’ (1952) tras realizar ensayos médicos con chimpancés. Clint Eastwood se acompaña de un orangután (Clyde) en ‘Duro de pelar’ (James Fargo, 1978) y ‘La gran pelea’ (Buddy van Horn, 1980). Matthew Broderick se encariña de un chimpancé (Virgil) en ‘Proyecto X’ (Jonathan Kaplan, 1987). Una infantil Thora Birch (la hija de Kevin Spacey en ‘American Beauty’, 1998) juega con un mono capuchino en ‘Un ladrón de cuatro manos’ (Franco Amurri, 1994). Sobre el hombro del detective Ace Ventura (Jim Carrey) aparece su mono capuchino Spike. Otro compañero de especie (Marcel) liga más que su desdichado dueño (Ross) en la serie ‘Friends’. Incluso el Capitán Barbossa de la saga ‘Piratas del Caribe’ cambia el tradicional pájaro pirata por un mono capuchino: Jack, en honor a su enemigo Jack Sparrow.
Mr Teeny, el mono de Krusty en Los Simpson
El género de animación está repleto de simios con alma de humoristas. Cada día, en Antena 3, tenemos a uno de los más conocidos por el público de la pequeña pantalla: el señor Teeny, al lado de su dueño, el payaso Krusty. Ni mucho menos es el único. Marco viajaba en busca de su mamá desde los Apeninos a los Andes junto con su pequeño mono Amedio. La rebelde y emancipada Pipi Calzaslargas vivía con un caballo (Pequeño Tío) y un mono tití (Señor Nilsson). Abú, un mono con las manos muy largos, es el mejor amigo de Aladdin en la versión animada de Disney estrenada en 1992.
Los monos repitieron con importantes papeles secundarios en otras tres adaptaciones animadas de Disney. El rey Louie, el orangután que gobierna entre los simios, secuestra a Mowgli en ‘El libro de la selva’ (1967). Rafiki, una mezcla entre un mandril y un papión, es el encargado de presentar al heredero de ‘El Rey León’ (1994), Simba, al resto de habitantes de la sabana africana. ¿Cómo olvidar también al mono de los platillos que vigila la guardería donde acaban los juguetes de ‘Toy story 3’ (2010). Pero no solo Disney ha tirado de animación simia. ‘Maguila Gorila’ (1963-1967) es una de las series más exitosas de Hanna-Barbera. El gorila Donkey Kong (Nintendo), uno de los personajes de videojuegos más conocidos, contó también con su serie de animación.
Los primates (gorilas en concreto) han tenido en el cine cuidadoras de enorme belleza como Charlize Theron en ‘Mi gran amigo Joe’ (Ron Underwood, 1998) y Sigourney Weaver en ‘Gorilas en la niebla’ (Michael Apted, 1988) y distinguidos amigos como Anthony Hopkins en ‘Instinto’ (Jon Turteltaub, 1999), pero también han creado graves problemas de salud. Un mono africano infectado con un virus más mortal que el Ébola causa una incontrolable epidemia en ‘Estallido’ (Wolfgang Petersen, 1995). Más letales son aún los monos que provocan una pandemia con una variante muy agresiva de la rabia en ‘28 días después’ (Danny Boyle, 2002). Los simios tampoco tienen demasiadas buenas pulgas en ‘Congo’ (1995), adaptación fallida de Frank Marshall de la novela del mismo nombre de Michael Chichton.
¿Qué sería del cine sin los simios? Pues igual lo mismo que los seres humanos sin los primates. Algo, sin duda, incompleto. Pongan a tope ‘Así habló Zarathustra’, de Richard Strauss. Y observen a un grupo de primates despertando una nueva era en la historia de la Tierra en ‘2001: Una odisea en el espacio’ (Stanley Kubrick, 1968). Los monos estuvieron en el inicio de todo. También del cine. ¡Qué monos!