Magistral calidad la del cine de animación europea esta semana, dos filmes de gran factura, con guiones difíciles de superar en ambición y con un estilo narrativo que les ha dado premios, nominaciones. Desde España y Suiza para el mundo.
‘Psiconautas, los niños olvidados’ es el flamante producto de la animación española, ganadora del Goya este año a la mejor película de su formato, dirigido por Pedro Rivero y Alberto Vázquez, este último autor de la novela gráfica homónima en que se basa la película. Pasó además por los festivales de Annecy y Gijón, y fue nominada en su categoría en los Premios de Cine Europeo. Pero no es animación para niños, más bien para adultos, o chicos que vayan dispuestos a que le exhiban un drama bastante duro emergido de un cómic complejo pero con referencias continuas al momento presente.
Es una distopía muy clara: una isla llena de basura en un mundo futuro posterior a un apocalipsis, un entorno contaminado poblado por animales antropomorfos que poseen un carácter amoral y muy tóxico. En este escenario desolador, Birdboy, un niño pájaro repudiado por la sociedad, se hará amigo de la ratoncita Dinki. Dos almas destinadas a encontrarse, que emprenderán un arriesgado viaje en el que se encontrarán con otros seres condenados, como los niños olvidados.
Juntos tendrán que enfrentarse a la realidad que les rodea, con la esperanza de poder encontrar un lugar mejor, ya que la isla en la que viven está desolada por una catástrofe ecológica y el aire que se respira es asfixiante. Como exploradores que son, albergan la esperanza de encontrar un lugar mejor en el que vivir, pues la isla donde viven ya no es lo que era y jamás volverá a serlo.
Ficha de ‘Psiconautas, los niños olvidados’:
Título original: Psiconautas, los niños olvidados. Año: 2015. Duración: 76 min. País: España. Género: animación, drama. Dirección y guión: Pedro Rivero, Alberto Vázquez (basado en el cómic de éste último). Producción: Zircozine / Basque Films / Abrakam Estudio / La Competencia.
Dos escenas de ‘Psiconautas, los niños olvidados’
Y desde el corazón de Europa, desde Suiza, llega el que ha sido definido como “la película de animación más triste de la historia”, aunque tiene que superar algunos pasajes de la saga ‘Toy Story’ (acuérdense del momento del horno…) o de ‘Up’ (esos primeros minutos que se le atragantan a todos salvo a los niños, que no lo entienden). Con una nominación a los Oscar de mañana domingo pendiente, los dos grandes premios del Festival de Annecy, y nominaciones en los Globos de Oro, los César y el premio del público del Festival de San Sebastián.
‘La vida de Calabacín’ debe su nombre al personaje principal, un niño que después de perder a su madre tiene que ingresar en un hogar de acogida, con otros niños huérfanos de su edad. En un primer momento se esfuerza por encontrar su lugar en este nuevo medio hostil. Sin embargo, con la ayuda de sus nuevos amigos, Calabacín aprende a confiar, encuentra el verdadero amor y una nueva familia. Basada en una novela de Gilles Paris, es una mezcla entre ‘Oliver Twist’, ‘Bambi’ y una sesión de terapia en el diván. Triste, pero profunda, humana, con un tipo de animación muy concreta que les recordará a otros tiempos, pero con un proceso muy complejo.
Ficha de ‘La vida de Calabacín’:
Título original: Ma Vie De Courgette. Año: 2016. Duración: 66 min. País: Suiza. Género: animación, drama. Director: Claude Barras. Guión: Céline Sciamma, Germano Zullo, Claude Barras, Morgan Navarro, (Novela: Gilles Paris). Música: Sophie Hunger. Producción: Rita Productions / Blue Spirit Animation / Gébéka Films.
