Un perturbador viaje a las pesadillas de Lovecraft a través del talento del gran Breccia, que se coronó con esta adaptación, todo un clásico reeditado por Astiberri para llenar de horror visual y narrativo el alma.

La adaptación de ‘Los mitos de Cthulhu’, de H. P. Lovecraft, que realizaron Alberto Breccia y Norberto Buscaglia, publicada por primera vez en 1974, está considerada como una de las grandes obras maestras de la historieta. Ya cuando se lanzó, el talento de Breccia había sorprendido a los aficionados, fascinados por su excelente trabajo y su capacidad para dar vida al ominoso mundo del escritor. No es la primera vez que se realiza en España: en 2014 ya apareció la “antología definitiva” y en 2013 se publicó la adaptación a novela gráfica de ‘En las montañas de la locura‘.

Esta edición está hecha a partir de los dibujos originales de Breccia dándole todo el peso a su dominio gráfico, especialmente a sus sutiles negros y blancos. Las visiones de Lovecraft ya constituían, en sí mismas, un perturbador viaje al sueño y la pesadilla por la mera fuerza de las palabras. Breccia agrega el poder de su trazo. Sus degradados, su mezcla de varias técnicas como el collage o la inserción de fotografías reelaboradas llevan al lector a revivir las opresivas atmósferas de Lovecraft y la inquietante fuerza que desprenden.

Alberto Breccia aseguraba haberse dado cuenta muy pronto “de que el lenguaje tradicional de cómic no podía representar satisfactoriamente el universo de Lovecraft, de manera que empecé a experimentar con nuevas técnicas, como el monotipo o el collage” destacando que “estos monstruos informes, semejantes a los que había dibujado en ‘El Eternauta’, están hechos así porque no quería ofrecer al lector únicamente mi propia visión: también quería que cada lector añadiese algo suyo, que utilizara la base que yo le proporcionaba para vestirla de sus propios temores”.

Howard Phillips Lovecraft (Providence, EEUU, 1890-1937), que padeció una vida corta y lastimosa de hombre enfermo y escritor de poco éxito, se convirtió póstumamente en uno de los autores más populares e influyentes del siglo XX. Sus cuentos (publicados en castellano por Valdemar), definieron el género del horror cósmico y han sido modelo para muchas otras creaciones. Lovecraft forjó algunos de los símbolos más notables del espanto, los mitos de Cthulhu y el Necronomicon, el libro abominable que los recoge.

“Vivimos en una plácida isla de ignorancia en medio de negros mares de infinitud”, escribió. Los protagonistas de sus relatos se asoman a abismos de atrocidad inmemorial que habitualmente ignoramos. Ver ese mundo oculto los condena al desasosiego, a la desesperación. La misma amenaza pende sobre el lector que sigue sus pasos. Astiberri ha publicado en su colección Clásicos Ilustrados el libro ‘La sombra sobre Innsmouth’, acompañado de las ilustraciones de Alberto Vázquez.

Alberto Breccia (Montevideo, Uruguay 1919 – Buenos Aires, Argentina, 1993). Cuando sólo contaba tres años su familia se trasladó a Argentina. Inició su carrera como historietista a los 19 años en una revista de barrio llamada Acento. Su trabajo empieza a ser reconocido a partir de ‘Vito Nervio’, que dibujó desde 1947 a 1959. A finales de la década de los 50 conoció al guionista Héctor G. Oesterheld, con el que realizaría algunas de sus obras más significativas como ‘Sherlock Time’, ‘Mort Cinder’ (Astiberri, 2017), ‘Vida del Che Guevara’ (dibujada al alimón con su hijo Enrique) y una nueva versión de ‘El Eternauta’.

En 1973, con textos del poeta Norberto Buscaglia, realiza una adaptación de ‘Los mitos de Cthulhu’, de H. P. Lovecraft. Con el guionista Carlos Trillo colabora en la realización de ‘Un tal Daneri’ y de ‘Buscavidas’. En 1983 comienza la realización de ‘Perramus’ (001 Ediciones), con guiones de Juan Sasturain. Además de las adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe, en sus últimos años adapta relatos de escritores como Borges, García Márquez y otros. ‘Informe sobre ciegos’ (Astiberri, 2011), adaptación de un fragmento de la novela de Ernesto Sabato ‘Sobre héroes y tumbas’, sería una de sus últimas obras.