La serie animada de Mazinger Z, el robot creado por Go Nagai que revolucionó el género de las grandes criaturas mecánicas, cumple el próximo lunes 40 años desde su primera emisión en Japón.
Por Luis Cadenas Borges
Con los primeros versos de la famosa canción interpretada por Ichiro Mizuki (“En el cielo se levanta un castillo de acero negro. ¡El súper robot Mazinger Z!”) arrancaba el 3 de diciembre de 1972 el primer capítulo emitido por Fuji TV de esta serie que cambió la manera de concebir los robots en los productos de ciencia ficción. Daba origen, por cierto, a todo un subgénero de la ciencia-ficción, la de los Mecha o Meca, robots gigantes antropomorfizados.
El éxito en Japón fue arrollador entre los niños; Mazinger Z había nacido antes, como casi siempre, de un manga original creado por Go Nagai y que se publicaba con regularidad. Las relaciones de vampirización entre el manga y el anime son my antiguos: primero un dibujante crea una historia y luego la propia editorial y algunas productoras especializadas ruedan la serie en dibujos animados: el anime.
Poco después la serie saltó el charco y formó parte del primer desembarco pionero del anime y el manga en Europa, y por extensión en España a finales de los 70 y principios de los 80; Mazinger Z llegó con la misma fuerza que Marco, Heidi o muchas otras producciones que arrasaron en Occidente y abrieron la edad de oro del cómic japonés. Lo mismo sucedió años después cuando comenzó a ser retransmitida enChile, Paraguay, Venezuela o México.
‘Tetsujin 28’ (‘Ironman 28’) y ‘Tetsuwan atomu’ (‘Astroboy’), las dos grandes sagas de robots que se habían producido en Japón hasta entonces y de las que Go Nagai era fiel seguidor, versaban, respectivamente, sobre un androide teledirigido y un autómata con aspecto y comportamiento de niño. Nagai dio un salto cualitativo: el protagonista, Koji Kabuto, debía tripular un aerodeslizador y acoplarlo sobre la cabeza del robot para dirigirlo desde ahí como si se tratase de su cerebro
Por eso la mayoría de estudiosos del manga, la animación o la ciencia ficción consideran ‘Mazinger Z’ como la primera narración que imaginó con éxito un robot tripulado que crea una simbiosis con su piloto como si ambos fueran un solo ser, y que además necesita que se le acople otro vehículo para ser activado. A su vez, ésta serie dio lugar a otras parecidas de gran éxito, como la archiconocida ‘Neon Genesis Evangelion’, e incluso, por qué no reconocerlo, la americana ‘Transformers’.
Lo malo: en España el final y gran parte de los capítulos fueron censurados por ser considerados violentos o políticamente inapropiados para según qué mentes (in)pensantes. La serie original tenía 92 capítulos que se emitieron entre 1972 y 1974 en Japón, y de los que luego surgieron infinidad de otros productos. En España no se conocería hasta más tarde el final, lo que le dio un aire mítico entre los niños y no tan niños. Fueron casi 20 años. Suficientes para que muchos mayores de 30 años echen la lagrimilla cuando escuchan lo de “¡Puños fuera!”.
Mazinger Z de paseo por la Gran Vía