Guerra: va de eso, pero sobre todo de la denuncia de lo que se denomina el fracaso de la civilización; la 32ª edición del Salón del Cómic de Barcelona (15-18 de mayo) consume sus primeros días con sol, buena entrada y exposiciones.
No es San Diego. Pero no hace falta. Desde hace años Barcelona y Madrid son las casas madre del cómic español; la primera porque es la que más se mueve y alberga el Salón Internacional del Cómic de Barcelona, y la segunda porque no deja de ser el hogar de editoriales, distribuidores y de muchos de los fans de un arte en expansión que, sin embargo, en España, no termina de alcanzar la velocidad adecuada. De momento, y hasta el 18 de mayo, la 32ª edición de esta comic-con con acento catalán pone la mirada directa sobre la influencia y desarrollo del género bélico en el mundo del cómic, tanto americano como europeo y japonés, donde goza de buena salud y ha estado presente desde los años 40 y 50 en adelante. No hay que olvidar que las principales editoriales del cómic americano hicieron tiradas especiales como propaganda de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y que incluso en la represiva España de posguerra las hazañas bélicas eran temas predilectos en aquellos tebeos apaisados que forjaron la imaginación de una generación.
En total son 32.000 metros cuadrados de feria donde se expone la gran muestra ‘Cómics en guerra’, concebida como una instalación sobre las viñetas bélicas con medio millar de originales. Este espacio estará dividido cronológicamente en diversos periodos, además de apartados dedicados a los corresponsales de guerra y a los genocidios y exilios, contando con 200 originales de cómics e ilustraciones. También habrá reconstrucciones, como las de los Miquelets, la Coronela de Barcelona y una unidad del Ejército del Ebro y la Compañía 9. Igualmente hay vehículos reales (como un tanque de la Guerra de Corea) y desde ayer ya desfilan por las salas el consabido ejército cosplay de fans ataviados acordes con el género y la temática de este año. De momento ya se ha hecho famoso el soldado del siglo XVIII que se le ocurrió ponerse un casco de soldado imperial de Star Wars. Un pequeño icono de esta feria lograda con apenas 700.000 euros (un milagro teniendo en cuenta los presupuestos millonarios de cualquier comic-con internacional), 153 expositores, dos pabellones enteros de la Fiar Barcelona Montjuïc y que espera batir el récord de 106.000 visitantes de 2013.
Entre los invitados de esta edición destacan Joe Sacco, los británicos Andrew Wildman (‘Transformers’) y Mike Carey (‘The Unwritten’), el argentino Eduardo Risso (’100 Balas’), las francesas como Audrey Spiry (‘En silencio’), Chloé Cruchaudet (‘Mauvais genre’), italianos como Manuele Fior (‘La entrevista’) y Pasquale Del Vecchio (‘WW2.2′) y el serbio R.M. Guéra (‘Django Desencadenado’). Se rinde homenaje temático también a grandes cronistas bélicos del noveno arte, como Joe Sacco, Giardino o Jacques Tardi, o el ‘Sargento Rock’ de Joe Kubert, el descomunal (e indispensable) ‘Maus’ de Spiegelman o las obras críticas de Harvey Kurtzman. Y entre los españoles destacan Alfons Figueras (‘Cine locuras’, de los años 60 y algo envejecido pero genial) y entre los últimos el maestro del cómic social español, Paco Roca, Premio Nacional del Cómic por ‘Arrugas’ y que este mismo año ha publicado ‘Los surcos del azar’ sobre los españoles que formaban parte de la división blindada francesa que liberó París (La Nueve).
Basta recordar un pequeño listado para entender que la guerra (sobre todo la Segunda Guerra Mundial) es un tema predilecto del cómic, desde la propaganda nacional y patriota de los años 40 (especialmente en EEUU, como hemos dicho) hasta las denuncias actuales sobre los conflictos en los Balcanes o Palestina. Sobran excusas: Joe Sacco (autor, entre otras obras bélicas y críticas, de ‘Srebrenica’) tiene un buen año y se celebra, además, el primer trágico centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, el 75 aniversario de la Segunda y el fin de la Guerra Civil española. Por desgracia siempre hay efemérides adecuadas para hablar del infame arte de matar.
Pero si algo añade calidad es otro aniversario, el de Batman-Bruce Wayne, 75 años de un personaje central de la industria convertido ya en un símbolo del siglo XX y de esta primera época del XXI gracias a las nuevas sagas derivadas y la adaptación al cine de ‘El Caballero Oscuro’. El Salón del Cómic tiene la correspondiente exposición sobre esta figura, ’75 años de Batman’. Igualmente hay más exposiciones, como ‘Lobezno. La madurez del superhéroe’, creado por Len Wein y Herb Trimpe, y que celebra su 40 aniversario. También obras de los galardones Gran Premio del Salón del Cómic de 2013, Purita Campos, Miguelanxo Prado, Oriol Hernández y Divina Pastora. Como es tradicional, el salón reconocerá a los mejores autores con el Gran Premio del Salón (10.000 euros), Mejor Obra de Autor Español (10.000), Autor Revelación (3.000), Mejor Obra de Autor Extranjero y Premio Mejor Fanzine (1.500 euros).
Sección especial de RTVE al Salón del cómic con vídeos y noticias.