Con casi todos los estrenos pospuestos para 2021, pasando directamente a las plataformas de streaming, los cines medio cerrados y muy pocas ganas de deambular entre butacas, todo queda en el mundo audiovisual en manos de la industria de la ficción televisiva. Elegimos cinco estrenos de noviembre que tendrán prolongación durante los siguientes meses, donde destacan las series españolas (‘Nasdrovia’, ‘Los favoritos de Midas’), británicas (como la cuarta temporada de ‘The Crown’, ‘Roadkill’) o una nueva entrega del subgénero “true crime” (‘Interrogation’) que da a elegir al espectador el orden en el que quiera ver los capítulos, salvo el último, claro… Y lo mejor: pueden verse una y mil veces, porque vivimos en la era del streaming en espiral.

Roadkill – Movistar Seriesmanía (desde el 2 de noviembre)

Hugh Laurie abandona su acento americano de ‘House’ y se mete en la piel de un atribulado y arriesgado político conservador británico en esta miniserie de cuatro episodios (una hora de duración, cada lunes desde el estreno). Entre el populismo del actual Premier Boris Johnson y el thriller político de ‘House of Cards’, esta miniserie de factura de la BBC por fin tiene quien la emita en España y llega en un momento clave, cuando el auge populista parece que muestra grietas y podemos empezar a echar la vista atrás a estos años tormentosos que van a dejar muchos heridos. Escrita por David Hare, con Laurie de protagonista absoluto (como Peter Laurence) acompañado por Helen McCrory (la jefa y Premier de ficción y que se parece, mucho, a Theresa May), Saskia Reeves (la esposa), Sidse Babett Knudsen (la amante) e Ian De Caestecker (el lugarteniente).

Peter Laurence es un hombre hecho a sí mismo, energético y carismático, que ocupa un alto cargo en el gobierno conservador, pero su vida pública y personal se desmorona, acosado por enemigos de su propio partido y las grietas de un matrimonio que le atrapa y con muchos asuntos que tapar. Pero Laurence no tiene remordimientos, le da igual lo que se filtre sobre él y no ceja en su empeño político, enfundado en el populismo y la ambición desmedida. Pero la trama se enreda todavía más, retorciéndose como la propia realidad para una serie que llega a España incluso cuando la propia política real británica es aún más enrevesada que este thriller.

Nasdrovia – Movistar + (desde el 6 de noviembre)

Crisis de los 40, gastronomía y mafia rusa. Seis episodios de media hora cada una, con dos actores más que reconocibles como Leonar Watling (Edurne) y Hugo Silva (Julián) que le dan una vuelta de tuerca a la comedia negra con esta serie para Movistar+ dentro de su área “Originales” en colaboración con Globomedia, Creada por Sergio Sarria, Miguel Esteban y Luismi Pérez, inspirada en la novela de Sarria ‘El hombre que odiaba a Paulo Coelho’ y dirigida por Marc Vigil. ‘Nasdrovia’ es una creación con apuesta segura en el reparto al que se suma Luis Bermejo (Franky), que interpreta al talentoso cocinero especialista en gastronomía rusa que será el detonante de la trama.

Edurne y Julián son dos abogados de éxito que en la cuarentena lo dejan todo agobiados por su ritmo de vida y la crisis psicológica de la mediana edad; el ex matrimonio (sin hijos, lo que libera a los personajes para lo que se les vendrá encima) tiene tanto miedo a su vida como al futuro, en el que surge la alargada sombra de la mafia rusa cuando abren un restaurante especializado con ayuda de Franky, tan desnortado como talentoso, y que para su horror descubren que se convierte en el preferido del crimen organizado moscovita en España. Su aburrida y predecible vida se convierte en un quebradero de cabeza delirante del que trataran de salir vivos. Entre el enredo y la comedia, recuerda a otras series parecidas donde gente anónima termina metida donde no debe, pero con la originalidad de meter cocineros por medio.

Interrogation – Calle 13 (desde el 10 de noviembre)

El “true crime” es un subgénero mestizo y “bastardo”, nacido al calor del género negro en el cine y la televisión, los documentales, las plataformas de streaming y las relaciones a veces tempestuosas entre periodismo y ficción audiovisual. En los últimos años ha tenido un crecimiento exponencial, en especial con series documentales como ‘Making a murderer’ (2015). El método es sencillo: se elige un crimen o un criminal, concreto, se documenta bien toda su historia y se cuenta con detalle y recreaciones o entrevistas a los implicados. Parece algo bastante obvio, y en realidad es muy antiguo, porque ya lo hizo Truman Capote en ‘A sangre fría’ hace más de 50 años. Pero ahora regresa, aunque envuelto en la ficción.

‘Interrogation’ es un buen ejemplo, pero más complejo ya que los espectadores tienen el control: pueden ver la serie siguiendo el orden que ellos mismos elijan, con la única excepción del capítulo final, que siempre deberá ser el remate. Para hacerlo la serie al completo estará disponible bajo demanda. De esta forma los espectadores determinarán su propia línea de investigación, como un juego interactivo (con límites, obviamente). Protagonizada por Peter Sarsgaard (interpreta al detective en el caso; Kyle Gallner, Kodi Smit-McPhee y David Strathairn completan el reparto), el “true crime” se referencia a un caso que se extendió durante más de 20 años en el que un joven fue acusado y condenado por asesinar brutalmente a su madre. Tras ser condenado a cadena perpetua, continuó luchando para demostrar su inocencia.

Los favoritos de Midas – Netflix (desde el 13 de noviembre)

Miniserie dirigida por Mateo Gil, escrita por Miguel Barros y protagonizada por Luis Tosar, Willy Toledo y Marta Belmonte, con escenario en el Madrid actual pero inspirada en el texto antiguo ‘The Minions of Midas’, nada menos que de Jack London. Un clásico para una producción basada en el mensaje que recibe el empresario Víctor Genovés (Tosar): “Estimado Sr. Genovés: le rogamos venda las acciones necesarias de su propiedad hasta poder entregarnos 50 millones de euros. De no ser así, una persona elegida al azar morirá”. Lo firman los Favoritos de Midas y amenazan con hacerlo cíclicamente hasta conseguir que pague, trasladando la responsabilidad indirecta sobre Genovés, personaje que en seis episodios tendrá que resolver la trama.

Usando un refrán tradicional y castizo, “de casta le viene al galgo”, porque Mateo Gil fue coguionista de Amenábar en ‘Tesis’ y ‘Abre los ojos’, además de director de ‘Nadie conoce a nadie’, ejemplos de thriller en los que Gil tiene ya cierta experiencia aunque haya tocado varios géneros. Le acompaña Miguel Barros y la presencia determinante de Luis Tosar, que pasa de duro habitual a víctima de este particular chantaje basado en la moral de la víctima indirecta. Aunque nada parece ser lo que puede imaginarse el espectador en un principio. Entre el reparto destacan también Carlos Blanco, Marta Milans, Bea Segura, Goize Blanco y Miguel Ángel Solá.

The Crown – Netflix (desde el 15 de noviembre)

Esta serie es capaz de convertir a una familia tan aparentemente anodina como los Windsor en un remedo de ‘Juego de Tronos’, sin dragones ni muertes truculentas, pero sí navajazos emocionales. Todo empaquetado con actores excelentes y un creador, Peter Morgan, especialista en la reina Isabel II y en todo lo que rodea a la monarquía británica, tan distante como atrayente. Morgan, cuentan en Reino Unido, ha hecho un gran servicio a la Corona con esta serie, porque da crédito político al propio sistema. No obstante hay mucho de vivisección de los Windsor en esta serie, que con la cuarta temporada llega a un punto determinante: final de los años 70 y los inicios de los 80, cuando aparecen en el horizonte de la atribulada reina (excelente Olivia Coleman como Isabel II en su etapa madura) dos mujeres determinantes: Diana Spencer (Emma Corrin) y Margaret Thatcher (Gillian Anderson), capaces de llevar a la cuneta a la Corona por vías muy diferentes.

Los Windsor buscan esposa al príncipe Carlos, roto por no poder estar con Camilla Parker-Bowles (casada y apartada por la familia). Hay que salvaguardar la dinastía, así que encuentran a una jovencísima Lady Diana Spencer, una buena historia de “cuento de hadas” explotado hasta la extenuación para revalorizar la imagen de la Corona, aunque detrás de ese relato Carlos sea el amante de Camila, Diana esté al borde del colapso nervioso y sea un matrimonio que nació ya muerto. Será ella una de las que más daño haga en el futuro a la Corona Británica. Y todo esto mientras el país sufre el fanatismo ideológico de Thatcher, que se enemista con Isabel II (mala relación bien documentada) y utiliza políticamente la Guerra de las Malvinas, lo que generará roces dentro de la Commonwealth y obligará a la reina a ser aún más “Windsor”: no atarse a nadie, no hacer nada de cara al público, estar por encima de todo, aunque se le vaya la vida emocional a todos en el intento.