El director de ‘Terciopelo Azul’ transformó la televisión junto con Mark Frost. La semilla del actual boom de las series. Una mezcla única de suspense, ‘soap opera’, elementos sobrenaturales y humor surrealista con la onírica música de Angelo Badalamenti, escenarios mágicos como la Habitación Roja, personajes inolvidables como el Agente Cooper y un misterio que, quizás, nunca debió resolverse: ¿Quién mató a Laura Palmer?

‘Fuego, Camina Conmigo’. Es la enigmática frase que aparece tatuada en el brazo izquierdo de BOB y MIKE y escrita en un papel tirado en el vagón de tren donde murió Laura Palmer que días antes, aparentemente sin sentido, había pronunciado estas mismas palabras. Toda una oración que repiten BOB, el manco MIKE y el pequeño El Hombre de Otro Lugar. Pura locura de Lynch. Bienvenidos a ‘Twin Peaks’, la serie que cambió la historia moderna de la televisión. “Diane, 11:30 de la mañana del 28 de febrero. Estoy llegando a Twin Peaks, ocho kilómetros al sur de Canadá y dieciocho al oeste del Estado. ¡No había visto tantos árboles en toda mi vida! (…). El almuerzo ha sido 6 dólares con 35. Comí en el bar Lamplighter Inn, que está en la autopista cerca de Lewis Fork. Un sándwich de atún con pan integral, tarta de cereza y café. Todo bueno. Diane, si alguna vez pasa por ahí, merece la pena por la tarta (…). Casi me olvido, entérese, si puede, de qué árboles son estos. Son realmente hermosos”.

El curioso interlocutor, acompañado de fondo por la sugerente, hipnótica y onírica música de Angelo Badalamenti, que habla a su secretaria (Diane) a través de una grabadora es el Agente Especial del FBI Dale Cooper, protagonizado por Kyle MacLachlan. Cooper está a punto de entrar por carretera a Twin Peaks para investigar el asesinato de la adolescente de diecisiete años Laura Palmer, última Miss Twin Peaks. Una preciosa joven que tenía, en teoría, todo, con una vida feliz y perfecta pero…Cooper es el forastero elegido por David Lynch y Mark Frost para adentrarnos en un mundo muy peculiar. “Twin Peaks es diferente. Está muy apartado del mundo. Y, además, así es como nos gusta. Pero ese aislamiento también tiene un lado malo. Hay aquí algo satánico, algo muy muy extraño en estos viejos bosques”, admite el Sheriff Truman. ¡Ah!, esos fabulosos árboles que admira Cooper son abetos Douglas, típicos en los bosques del noroeste de Estados Unidos.

Twin Peaks - Fire Walk With Me

Cooper y Laura Palmer en la Habitación Roja 

Cooper y una extensa y delirante galería de personajes principales y secundarios (más de sesenta), claramente identificables uno por uno, cambiaron la televisión gracias a dos lunáticos: Mark Frost y David Lynch, que anunció el pasado mes de octubre el próximo regreso de ‘Twin Peaks’, 25 años después, con una tercera temporada. Porque la paternidad de ‘Twin Peaks’ es compartida. Lynch siempre ha dejado claro la importancia de Mark Frost en un proyecto que obtuvo un éxito inicial tan grande como inesperado. Un regreso que ha sufrido, sin embargo, un inesperado e importante contratiempo en las últimas horas. Lynch se baja, en principio, de la tercera temporada de ‘Twin Peaks’, programada para 2016 en la cadena de cable Showtime: “Después de un año y cuatro meses de negociaciones, me voy porque no se ha ofrecido suficiente dinero para hacer el guión que yo sentía que tenía que hacer (…). Me encanta el mundo de ‘Twin Peaks’ y me hubiera encantado que las cosas fueran de otro modo”, ha explicado en Twitter. Lynch ha añadido que ya ha hablado con el reparto sobre su salida del proyecto. Quizás, después de todo, nunca volvamos a ‘Twin Peaks’.

El episodio piloto de ‘Twin Peaks’ se estrenó el domingo 8 de abril de 1990 en Estados Unidos en la cadena ABC. Este miércoles se cumplirán, por tanto, 25 años de una fecha clave en la historia moderna de la televisión. La audiencia respondió más que bien: 34,6 millones de espectadores (33% de share). En España, en una época en la que la inexistencia de internet en los hogares permitía las largas esperas en los estrenos del otro lado del Atlántico, ‘Twin Peaks’ llegó gracias a Telecinco (¿se lo imaginan ahora?) el 15 de noviembre de 1990. El piloto superó el 60% de share.

‘Twin Peaks’ se convirtió en un fenómeno social mundial: parodias en ‘Barrio Sésamo’ y ‘Saturday Night Live’, portadas de revistas, sesiones de fotos, entrevistas y más entrevistas, premios (Grammy para Angelo Badalamenti), más premios (Globo de Oro a la Mejor Serie, al Mejor Actor en una Serie Dramática para Kyle MacLachlan y a la Mejor Actriz de Reparto para Piper Laurie) y más premios (Emmy al Mejor Montaje para Duwayne Dunham y al Mejor Diseño Artístico para Patricia Norris, ambos por el episodio piloto). Todo el mundo pensaba en la misma pregunta: ‘¿Quién mató a Laura Palmer?’. Uno de los eslóganes con mayor gancho en la historia de la televisión. Telecinco incluso cerró la primera temporada con un especial presentado por José Luis Garci en el que se intentaba averiguar la autoría del crimen. Ya estaban de moda las tertulias.

Audrey Horn (Sherilyn Fenn) seduciendo con una simple cereza.

Audrey Horn (Sherilyn Fenn) seduciendo con una simple cereza

¿Cómo fue la génesis? ‘Twin Peaks’ nació como un encargo de Tony Krantz, agente artístico de Lynch y Frost. Krantz instó a ambos a que escribieran el guion de una serie de televisión, algo fuera de lo común. Los ochenta habían sido la época de las grandes ‘soap opera’: ‘Dallas’ (1978-1991) (CBS), ‘Dinastía’ (1981-1989) (ABC), ‘Falcon Crest’ (1981-1990) (CBS) y ‘Santa Bárbara’ (1984-1993) (NBC). ‘Twin Peaks’ compartió algunos códigos con aquellos culebrones. Más que nada para subvertirlos y dinamitarlos. La serie está llena de amores secretos e imposibles, traiciones y planes ocultos y maquiavélicos, material característico de las ‘soap opera’. En la primera temporada, la acción se complementa con una telenovela, ‘Invitación al Amor’, que los personajes de ‘Twin Peaks’ ven en la televisión. Pero la ‘tele’ de los ochenta también asistió al adiós de todo un hito como ‘M.A.S.H.’ (1972-1983) (CBC) y los estrenos de, entre otros clásicos, ‘La Ley de los Ángeles’ (1986-1994) (NBC) y ‘Cheers’ (1982-1993) (NBC). Krantz pidió una serie distinta a todo esto.

Y, efectivamente, ‘Twin Peaks’ fue muy distinta a todo lo anterior. No tanto en la temática, series sobre crímenes siempre ha habido, sino en la forma: una mezcla única de suspense, ‘soap opera’, elementos sobrenaturales y humor surrealista con la onírica música de Angelo Badalamenti (potenciada por la lánguida voz de Julee Cruise, la cantante mimada de Lynch y Badalamenti desde el tema ‘Mysteries of Love’ de ‘Terciopelo Azul’), personajes inolvidables como el Agente Cooper, escenarios mágicos como la Habitación Roja, el casino-burdel Jack El Tuerto, el bar Roadhouse y, por supuesto, los bosques y un misterio que, quizás, nunca debió resolverse: ¿Quién mató a Laura Palmer? Nadie se había atrevido a llegar tan lejos en un medio tan poco dado a la experimentación como es la televisión. Y, posiblemente, 25 años después, nadie haya vuelto a pisar terrenos, en principio, tan arriesgados. La desbordante imaginación de ‘Twin Peaks’ rompió moldes y plantó la semilla de una nueva manera de hacer y entender las series que, hasta entonces, se habían visto como una copia menor, barata y burda del cine. Craso error.

El prestigio adquirido por la televisión se debe a gente como Lynch y Frost, que ya habían trabajado juntos antes de ‘Twin Peaks’. Se conocieron en 1986 tras el estreno de ‘Terciopelo Azul’. Congeniaron enseguida y se pusieron a colaborar en tres proyectos que no acabaron de cristalizar: la comedia ‘One Saliva Bubble’, sobre dos cazadores de alienígenas que recorren Estados Unidos como músicos de jazz; ‘Goddess’, adaptación de la novela homónima de Anthony Summers sobre los siete últimos días de vida de Marilyn Monroe; y ‘The Lemurians’, serie cómica sobre una invasión extraterrestre que fue rechazada por la NBC. ‘Twin Peaks’ corrió mejor suerte. “Reflexionamos sobre el proyecto de mezclar una investigación policial con una ‘soap opera’. Empezamos a imaginar personajes. Iban apareciendo uno detrás del otro en el relato y, poco a poco, ese mundo tomó forma. Es así como nos internamos en el proyecto. Tony Krantz, que no podía estar más contento, nos llevó hasta la ABC” (David Lynch).

ABC necesitaba audiencia para atrapar y superar a las otros dos grandes cadenas de Estados Unidos: NBC y CBS. El primer contacto ocurrió antes de la extensa famosa huelga de guionistas, entre marzo y agosto de 1988. “Hablamos, sin nada en concreto, de un asesinato en un pueblo del noroeste de la Costa del Pacífico. David (Lynch) imitó los ruidos del viento”, ha recordado Mark Frost, que conocía las reglas de la televisión tras su paso, como guionista, por todo un emblema de los ochenta, ‘Canción Triste de Hill Street’ (1981-1987) (NBC). Resultó suficiente para intrigar a ABC, que se acordó de Lynch y Frost y su enigmático proyecto tras el desenlace de la huelga de guionistas. “Queríamos ambientar la serie en los años cincuenta (una época por la que Lynch siente una especial predilección), un melodrama ostentoso tipo ‘Peyton Place’… Después decidimos ambientarla en el presente pero con un aire atemporal”, ha aclarado Lynch sobre el germen de ‘Twin Peaks’. Lo cierto es que la serie no precisa nunca en qué año estamos. Juega, claramente, con la atemporalidad, como si contempláramos o viviéramos un sueño. ‘Twin Peaks’ parece una serie contemporánea, pero las referencias estilísticas y culturales a los cincuenta son notorias en personajes como Bobby Briggs (Dana Ashbrook) y James Hurley (James Marshall) y en escenarios como el Restaurante Doble R. El vestuario, con ‘chupas’ de cuero, las motos y algunos arreglos musicales nos remiten a los cincuenta. También el abuso del tabaco.

Frost y Lynch se garantizaron el control absoluto de la serie creando su propia productora y se marcharon a rodar el piloto de ‘Twin Peaks’, titulado eventualmente ‘Northwest Passage’, al estado de Washington, casi en Canadá, tras descartar Dakota del Norte. Washington, con sus fascinantes parajes naturales con unos interminables frondosos bosques, recibió al equipo técnico y artístico con uno de los peores inviernos que se recuerdan. Ni un día de sol en tres meses. Algo que, irónicamente, colaboró en la atmósfera inquietante y, sobre todo, extraña y de irrealidad de la serie. También en el lirismo con imágenes míticas con el viento meciendo las ramas de los bosques o los semáforos. Pero antes Lynch y Frost habían completado un reparto perfecto. Si hay, sin discusión, una clave que explica el rotundo éxito de ‘Twin Peaks’ es su colección de personajes y actores. Cada fan de ‘Twin Peaks’ encuentra el suyo. Hay mucho donde elegir. ¿Se imaginan a una excéntrica anciana hablando con su leño, un militar investigando sucesos paranormales, una secretaria del Sheriff amante de las descripciones milimétricas, un ayudante del Sheriff que se echa a llorar en cada escenario de un crimen, una mujer tuerta obsesionada con inventar unos cortinas silenciosas o un alto cargo del FBI (con el rostro de Lynch) que habla a gritos por una extraña sordera? No se lo imaginen, es ‘Twin Peaks’. Bueno, y mucho más.

Lynch recurrió a un valor seguro como el Agente Cooper: Kyle MacLachlan, con el que había trabajado en ‘Dune’ (1984) y ‘Terciopelo Azul’ (1986). MacLachlan, que estaba un poco preocupado por su juventud (treinta años) para el papel, había nacido y se había criado en el estado de Washington. Cooper es el corazón de ‘Twin Peaks’, un entusiasta agente del FBI, alejado de los tradicionales tópicos de policía duro, que reúne, al mismo tiempo, las personalidades de Freud, Jung y Sherlock Holmes. Un fanático devorador de cafés, tartas y donuts que utiliza en sus investigaciones sorprendentes métodos como sus propios sueños. El mismo Cooper explicaba, ante unos atónitos Sheriff Truman, Andy, Lucy y Hawk, su método mientras averiguaba el nombre del principal sospechoso de una importante cita de Laura Palmer lanzando piedras contra una botella en medio del bosque: “Motivado por un sueño que tuve hace tres años nació en mí tal sentimiento hacia la situación del pueblo tibetano que se me despertaron deseos de ayudarlo. Y ese mismo sueño también me hizo ver que mi subconsciente había adquirido un gran conocimiento sobre técnica deductiva que implica una plena coordinación mente-cuerpo unida a un profundo nivel de intuición”. Cooper en estado puro, un personaje impagable para la historia de la televisión.

James, Maddy y Donna

James, Maddy y Donna 

En realidad, Lynch y Frost acertaron con todo el reparto. Y no era fácil dada la cantidad de personajes. Lynch recurrió a más recurrentes actores a lo largo de toda su filmografía como Jack Nance (como Pete Martell), Everett McGill (Ed Hurley) y Grace Zabriskie (Sarah Palmer). No faltaron grandes estrellas como Richard Beymer (Ben Horne), coprotagonista de ‘West Side Story’ (1961), donde coincidió con Russ Tamblyn, el psiquiatra Doctor Jacoby en ‘Twin Peaks’, o Piper Laurie, la aterradora madre de Sissy Spacek en ‘Carrie’ (1976) como la manipuladora Catherine Martell. La bellísima actriz china Joan Chen (‘Twin Peaks’ arranca con un plano de Chen maquillándose) debutaba en Estados Unidos con un papel reservado en un primer instante para la italo-estadounidense Isabella Rossellini, pareja entonces de Lynch. El Sheriff Harry S. Truman (que comparte nombre con el presidente de Estados Unidos que concluyó la Segunda Guerra Mundial) supuso el papel más complicado de cubrir. La solución llegó vía ABC con la propuesta del canadiense Michael Ontkean, compañero de Paul Newman en ‘El Castañazo’ (1977). Su química con MacLachlan fue sensacional.

El reparto incluyó el descubrimiento de cuatro jóvenes y hermosas actrices, con una clara carga erótica, otra de las marcas de la serie: Sheryl Lee (Laura Palmer), Sherilyn Fenn (Audrey Horne), Lara Flynn Boyle (Donna Hayward) y Mädchen Amick (Shelly Johnson). ‘Twin Peaks’ representó un glorioso comienzo de sus carreras. Lynch y Frost sacaron lo mejor de ellas, tanto que se quedaron suspendidas en ese atemporal mundo de ‘Twin Peaks’. Inicio, punto álgido y casi final de sus carreras. Sherilyn Fenn, Lara Flynn Boyle y Mädchen Amick protagonizaron un mítico número (octubre de1990) de la revista Rolling Stone. Apenas dos meses después, Sherilyn Fenn pasó de la desbordante insinuación en ‘Twin Peaks’ a la acción en Playboy. Mientras, Sheryl Lee, que en principio solo iba a hacer del cuerpo de la fallecida Laura Palmer (una imagen elevada a icono de la serie), se ganó la continuidad en ‘Twin Peaks’ tras atrapar a Lynch con su cristalina mirada en las escenas del picnic del episodio piloto. Volvió como Madeleine ‘Maddy’ Ferguson, la idéntica prima (salvo el color del peinado, las gafas y el estilo de la ropa) de Laura Palmer. Un homenaje en toda regla a ‘Vértigo’ (1958) de Hitchcock. Madeleine, que procedía de Missoula (Montana), localidad natal de Lynch, era el nombre del personaje de Kim Novak y Ferguson el apellido del personaje de James Stewart en ‘Vértigo’.

Lynch y Frost consiguieron más de lo que esperaban con el episodio piloto, que convirtió a los escenarios del rodaje en foco turístico, como las Cataratas de Snoqualmie, y a las tartas de cereza en el postre de todos los estadounidenses. ABC concedió siete horas extra para rematar la historia, una temporada completa. Lynch y Frost reclutaron, de nuevo, al reparto para realizar el rodaje, que se realizó ya en unos interiores de unos nuevos estudios en el Valle de San Fernando (California). ‘Twin Peaks’ había nacido para cambiar la televisión. Y, por si había dudas, lo corroboró con una ‘chaladura’ maravillosa: el sueño de Cooper en la Habitación Roja. Un lugar mágico, diseñado por Patricia Norris, habitual colaboradora de Lynch: una ‘irreal’ e hipnótica sala con cortinas rojas, un suelo imposible con líneas blancas y negras en zigzag, la imagen de la Venus de Milo y tres sillones donde se sientan un envejecido Cooper, un intrigante enano que habla al revés y se suelta con un genial baile y la misma Laura Palmer, que chiva al oído del agente Cooper el nombre del autor de su asesinato.

Cooper y Truman durante un interrogatorio.

Cooper y Truman durante un interrogatorio 

Una ‘chaladura’ que o se ama o se aborrece y que surgió, no obstante, por la necesidad de que el episodio piloto contara con un final. Lynch y Frost habían firmado un contrato con una distribuidora europea que exigía una solución al crimen de Laura Palmer para vender la historia como una película en el mercado de vídeo. Lynch quedó tan encantado con la Habitación Roja que la incorporó al tercer episodio de la serie, que dirigió, reformulando el piloto con un final abierto con la madre de Sarah Palmer gritando. “Hay quien dice que el público no quiere pensar, sino que prefiere que le den las cosas ya masticadas. Eso es una chorrada. A la gente le encanta pensar. Todos somos detectives, tenemos capacidad para prestar atención y sacar nuestras propias conclusiones. Y eso es francamente bueno”, ha replicado Lynch sobre su personal y polémico estilo.

Lynch contó con otra inesperada revelación: BOB, interpretado por el escenógrafo Frank Silva. Un auténtico golpe de suerte. Otra ‘chaladura’ que funcionó con brillantez. Lynch se quedó con una idea inconexa cuando el escenógrafo Frank Silva estaba en el cuarto de Laura preparando el rodaje. Lynch escuchó una voz femenina: “Frank, no te quedes encerrado en esta habitación”. Rodó un plano con Silva agarrado a la cama de Laura Palmer sin saber aún muy bien qué hacer con él. La solución apareció, otra vez, de forma inesperada cuando la imagen de Silva apareció de forma involuntaria en un espejo en una escena de Sarah Palmer gritando. La idea del asesino demoniaco, de BOB tomando el cuerpo de Leland Palmer (asesino real de Laura Palmer), significó mucho más que una rutinaria explicación a qué pasaba en ‘Twin Peaks’. Fue la entrada a otro mundo, el mundo de BOB y, por supuesto, su némesis (o no tanto) MIKE y su desgajado brazo izquierdo, el enano de la Habitación Roja (bautizado en el reparto como El Hombre de Otro Lugar). “Me gusta la idea de que toda superficie esconde mucho debajo de ella. Alguien puede tener muy buen aspecto y, sin embargo, estar incubando un montón de enfermedades. Hay montones de cosas oscuras y retorcidas moviéndose por ahí dentro. Me sumerjo en esa oscuridad y miro a ver qué hay”, ha resumido Lynch sobre su propósito.

Annie enamoró a Cooper en la segunda temporada de 'Twin Peaks'.

Annie enamoró a Cooper en la segunda temporada de ‘Twin Peaks’ 

‘Twin Peaks’ concluyó la primera temporada, con un capítulo escrito y dirigido por Mark Frost, el 23 de mayo de 1990 ante más de 18 millones de espectadores. Un colofón claramente abierto, con el agente Cooper tendido en el suelo tras recibir tres balazos, a un mes y medio de locura. ‘Twin Peaks’, que tras el piloto pasó a emitirse los jueves contra ‘Cheers’, monopolizaba las conversaciones de millones de estadounidenses más que deseosos de conocer la identidad del asesino de Laura Palmer, un misterio no resuelto en la primera temporada. ABC dio, lógicamente, luz verde a una segunda temporada plena de altibajos con un total de 22 episodios. Lynch dirigió los dos primeros capítulos. ‘Twin Peaks’ aumentaba su carácter simbólico, se volvía más mística y críptica o, por qué no decirlo, extraña con la aparición, por ejemplo, de un Gigante, un supuesto miembro de la Logia Blanca (más tarde Hawk, el ayudante indio del Sheriff Truman, se encargaría de aclarar los conceptos de la Logia Blanca y la Logia Negra) que ayuda a Cooper. Pero lo cierto es que ABC y muchos espectadores estaban en otras cosas, en conocer el nombre del asesino de Laura Palmer. El misterio se convirtió en un foco de tensión entre la cadena y Frost y Lynch, que nunca quisieron desvelar el crimen.

“Lo que más rabia me da es que el asesinato de Laura Palmer no tenía que resolverse. Y la razón es que era como tener una gallina preciosa. Una gallina que pone huevos de oro. ¿Y por qué vas a matar la gallina? Me dio una tristeza tremenda. Y es absurdo que tuviera que hacerlo. Todavía podíamos crear muchos nuevos misterios. Pero ese misterio era sagrado y era el sustento de los otros. Era el árbol y los demás las ramas” (David Lynch). ABC se salió con la suya. ‘Twin Peaks’ resolvía el 1 de diciembre de 1990 el enigma, el autor del asesinato de Laura Palmer era su padre Leland (interpretado por un genial Ray Wise y su súbito cambio de color de pelo) bajo el poder de BOB. No sin antes jugar al despiste con los propios actores rodando una solución alternativa con Ben Horne como asesino.

Lady Leño, mítico personaje de la serie.

Lady Leño, mítico personaje de la serie 

Aún se emitieron trece episodios más de ‘Twin Peaks’. Pero la serie perdió interés a pesar de la aparición de un nuevo malvado (Windom Earle, antiguo compañero y ahora enemigo del mismo Cooper) y de enfocar la serie hacia el terreno sobrenatural con el misterio de la Logia Negra y la Logia Blanca, cuya sala de espera es la Habitación Roja. La audiencia se desplomó, incluso por debajo de los ocho millones de espectadores en algunos episodios. Y ABC, que no colaboró enviando a ‘Twin Peaks’ a las noches de los sábados en una extraña decisión de programación, empezó a avisar con la cancelación. Lynch y Frost se habían apartado también de la primera línea de la serie. Lynch estaba volcado en ‘Corazón Salvaje’ (1990), película con la que ganó la Palma de Oro en Cannes. Frost preparaba un filme de intriga: ‘El Peso de la Corrupción’ (1992). Lynch regresó para dar, de alguna manera (a su estilo), un final digno a ‘Twin Peaks’, el 10 de junio de 1991, con una prolongada experiencia en la Habitación Roja pero sin atar, ni mucho menos, todos los cabos de la trama. Aún intentó estirar el fantástico mundo de ‘Twin Peaks’ en el cine, con la película ‘Twin Peaks: Fuego, Camina Conmigo’ (1992) que narraba los siete últimos días de vida de Laura Palmer. Lynch se llevó, sin embargo, en Cannes uno de los mayores abucheos que se recuerdan con una película, ciertamente, muy críptica que se aleja demasiado de su referente televisivo, sin humor y que ofrece respuestas, como siempre, abiertas que han dado pie a teorías de todo tipo desde entonces para explicar la Habitación Roja y sus moradores hambrientos de ‘garmonbozia’, maíz quemado que simboliza el dolor y el sufrimiento. Más raro (para bien y para mal), imposible.

Pero el trabajo ya estaba hecho con anterioridad. ‘Twin Peaks’ había creado historia en la televisión. La semilla estaba colocada. Y la cosecha empezó a recogerse de inmediato con series, en mayor o media medida, deudoras de la producción de Lynch y Frost: ‘Doctor en Alaska’ (1990-1995) (CBS), ‘Picket Fences’ (1992-1996) (CBS), ‘Expediente-X’ (1993-2002) (FOX), ‘Perdidos’ (2004-2010) (ABC), ‘Psych’ (2006-2014) (USA Network) y ‘The Killing’ (2011-2014) (AMC y Netflix), entre otras muchas más. La televisión había cambiado mecida por el viento de ‘Twin Peaks’, el ventilador de la casa de los Palmer, la siniestra mirada de una lechuza y frases que mantienen intacto todo su magnetismo como: ‘Fuego, Camina Conmigo’. ¿Qué más da quién mató a Laura Palmer? Además, tras la salida de David Lynch de la tercera temporada, quizás nunca sepamos todo sobre ‘Twin Peaks’. Como debe ser, como siempre debió ser.

Laura Palmer en 'Fuego, Camina Conmigo'

Laura Palmer en ‘Fuego, Camina Conmigo’

La promesa cumplida de Laura Palmer

“Dentro de 25 años, volveré a verte”. Laura Palmer era una experta en llevar una doble vida, pero no siempre mentía. No engañó al Agente Cooper en su último encuentro en la Habitación Roja. El pasado 6 de octubre, David Lynch convertía en realidad el añorado sueño de millones de fans de ‘Twin Peaks’ con un mensaje en su cuenta oficial de Twitter: “Queridos amigos de Twitter… Está ocurriendo otra vez” (un claro guiño a la aparición del Gigante avisando a Cooper del asesinato de Maddy, la prima de Laura). ‘Twin Peaks’ regresará.

Lynch ofreció algún detalle más, en concreto un vídeo promocional de 69 segundos. Primera pista: el regreso de ‘Twin Peaks’ será en la cadena de pago de cable Showtime (‘Stargate SG-1’, ‘Queer As Folk’, ‘Weeds’, ‘Los Tudor’, ‘Californication’, ‘Homeland’, ‘Ray Donovan’…). En el vídeo, aparece Laura Palmer en la Habitación Roja. Chasquido de dedos: 25 años después. Y surge la inconfundible entrada por carretera a Twin Peaks y la hipnótica música de Angelo Badalamenti con una última pista: 2016.

Será el año del regreso de ‘Twin Peaks’, que contará con una tercera y última temporada de nueve episodios, que iba a dirigir en principio Lynch (habrá que saber qué pasará con su inesperada salida del proyecto), para cerrar definitivamente la historia. David Lynch y su socio Mark Frost compatibilizarán las funciones de guionista y productor. Control absoluto de la serie, que se ambientará en el presente. “A aquellos seguidores que se sintieron desolados cuando ‘Twin Peaks’ terminó de aquella manera hace tantos años les va a gustar de donde partimos ahora”, ha adelantado Frost.

El mayor interés se centra ahora en el reparto. De momento, ‘Twin Peaks’ volverá, seguro, con Kyle MacLachlan (Agente Cooper), Sheryl Lee (Laura Palmer), Dana Ashbrook (Bobby Briggs) y Sherilyn Fenn (Audrey Horne). “Estoy muy emocionado por el regreso a ese extraño y maravilloso mundo” de ‘Twin Peaks’, ha agradecido MacLachlan. El Agente Cooper ha sido, sin duda, el papel de su vida. Todo apunta a que volveremos también a ver a Lara Flynn Boyle (Donna Hayward), Mädchen Amick (Shelly Johnson), Ray Wise (Leland Palmer), Grace Zabriskie (Sarah Palmer), un casi septuagenario Michael Ontkean (Sheriff Harry S. Truman) y Catherine E. Coulson (Lady Leño). Imposible, al menos con los actores originales (fallecidos en los últimos años), serán los regresos de BOB (Frank Silva, 1949-1995), Pete Martell (John Nance, 1943-1996), Andrew Packard (Daniel O´Herlihy, 1919-2005) y el Mayor Garland Briggs (Don Sinclair Davis, 1942-2008).

¿Qué fue del Agente Cooper?

‘Twin Peaks’ no tuvo, precisamente, un final cerrado. El acusado descenso de audiencia en la segunda temporada, en especial tras desvelarse el autor del crimen de Laura Palmer, obligó, por presiones de la cadena ABC, a un apresurado y surrealista final con muchos cabos por atar. David Lynch, que se encargó de dirigir el último episodio, se despidió con un impactante capítulo finiquitado con una imagen desasosegante. El Agente Cooper, tras una enigmática incursión en la Habitación Roja para rescatar a Annie de Windom Earle, se golpea con fuerza la cabeza contra el cristal del baño de su habitación en el Hotel Gran Norte. Ensangrentado y con una risa siniestra, no para de preguntar: “¿Cómo está Annie?”. El reflejo en el espejo no puede ser más inquietante para el espectador: BOB.

¿Quién salió de la Habitación Roja? ¿El Agente Cooper o su ‘doppelgänger’, el doble oscuro que todos ocultamos? Lynch insinuó la respuesta en el filme ‘Twin Peaks: Fuego, Camina Conmigo’ (1992). Annie se aparece, por supuesto en sueños, a la misma Laura Palmer y la avisa de que el verdadero Cooper no salió de la Habitación Roja. Laura recibe una petición de Annie: que escriba en su diario el destino real de Cooper. Pero, durante la serie, ni el diario que aparece en el cuarto de Laura ni el diario secreto que guarda Harold Smith cuentan nada sobre el agente. Al menos, que se sepa.

El regreso de ‘Twin Peaks’ debe también explicar qué pasó con Audrey Horne, Pete Martell y Andrew Packard tras la explosión de la bomba colocada en una caja de seguridad del banco por Thomas Eckhardt. Sin solución quedaron dos triángulos sentimentales: Ed Hurley-Norma Jennings-Nadine Hurley, tras recuperar la ‘cordura’ Nadine, y Ben Horne (posible padre biológico de Donna Hayward)-Eileen Hayward-el doctor Will Hayward. Horne acabó inconsciente, en teoría herido de gravedad, tras ser agredido por el doctor. Hay también curiosidad por conocer el destino final de Leo Johnson, sentenciado por Windom Earle con una jaula de tarántulas sobre su cabeza apenas sujetada por sus dientes, y de tres parejas: Shelly Johnson y Bobby Briggs (¿se casaron finalmente?), Lucy Moran y Andy Brennan (¿qué tal les habrá ido juntos y como padres?) y Donna Hayward y James Hurley (¿recuperaron su relación?).

Y, por si fuera poco, la precuela cinematográfica aportó aún más dudas. ¿Volveremos a saber algo del agente especial Chester Desmond (Chris Isaak), desaparecido durante la investigación de la muerte de Teresa Banks, y del agente Phillip Jeffries (David Bowie), reaparecido tras dos años perdido, supuestamente en la Logia Negra, y de nuevo volatizado?

Diario de Laura Palmer

Hijos de ‘Twin Peaks’: diarios, biografías, guías, cintas y fanzines

El fenómeno ‘Twin Peaks’ traspasó de inmediato los límites de la televisión con merchandising más o menos tradicional: camisetas, cromos, relojes, barajas de cartas, calendarios… y, por supuesto, tazas de café. Pero, en plena era pre-Internet, los fans demandaban más y más información. La solución llegó con tres libros oficiales, los dos primeros disponibles en español en Versal Editores:

-‘El Diario Secreto de Laura Palmer’ (1991), escrito por Jennifer Lynch (hija mayor de David Lynch). Publicado antes de la segunda temporada de ‘Twin Peaks’, ofrece numerosas claves sobre el pasado de Laura Palmer, incluidos los abusos sexuales cometidos por su padre. El diario, que arranca en el duodécimo cumpleaños de Laura, se convirtió en un best-seller.

-‘Autobiografía del Agente Cooper: Mi Vida, Mis Cintas’ (1991). El autor es Scott Frost, hermano de Mark Frost, co-creador de ‘Twin Peaks’. Frost relata la infancia de Cooper en Filadelfia y su trabajo en el FBI hasta el caso Laura Palmer. El libro añade más detalles sobre la relación de Cooper con Windom Earle y su esposa Caroline.

-‘Welcome to Twin Peaks. An Access Guide to the Town’ (David Lynch, Mark Frost y Richard Saul Wurman) (1991). Inédito en español. Una ficticia guía turística sobre Twin Peaks con información sobre la gastronomía, la flora, la fauna, las fiestas y los lugares de interés de la ciudad.

Y no solo libros, también cintas de audio (los CD’s estaban cerca de llegar): ‘Diane… The Twin Peaks Tapes of the Agent Cooper’ (1991). Recogían un sello de la serie: las grabaciones de Cooper a su secretaria Diane. Por sorprendente que parezca, Kyle MacLachlan ganó incluso el Grammy a la Mejor Grabación no Musical por este trabajo. La productora Lynch-Frost creó la revista oficial ‘Twin Peaks Gazzette’, que solo llegó a los tres números. Más suerte tuvo el fanzine ‘Wrapped in Plastic’ (Craig Miller y John Thorne), publicado entre 1992 y 2005.

Festival anual en Snoqualmie y North Bend

Cada año desde 1993, Snoqualmie y North Bend, escenarios naturales de ‘Twin Peaks’, reúnen a los mayores seguidores de todo el mundo de la serie en el Twin Peaks Fest (www.twinpeaksfest.com). El sueño de todo fan. Una convención anual sobre ‘Twin Peaks’. La próxima edición, que se celebrará entre los días 24 y 27 de julio de este año, promete ser especial tras el anunciado regreso de la serie. La expectación es tan alta que las entradas del Festival se agotaron en el pasado mes de octubre en un tiempo récord. Pero lo cierto es que la fama de ‘Twin Peaks’ ha influido en el flujo de turistas en esta hermosa zona del estado de Washington, muy próxima a Canadá, a lo largo del año. Snoqualmie Falls, las cataratas que aparecen en la cabecera de la serie, superan el millón y medio de visitantes anuales. Un interés turístico que no se detiene, además, en los escenarios naturales. Las famosas tartas que degusta el Agente Cooper en el Restaurante Doble R convirtieron al Café Mar T (North Bend), nombre y ubicación reales del local, en una atracción y parada obligatoria para miles de turistas.

Snoqualmie Falls