Katniss Everdeen, la heroína de la saga de Suzanne Collins, mantiene intacta su popularidad. ‘Sinsajo-Parte 1’ es el mejor estreno del año en Estados Unidos y en España. ¿Cuáles son las claves?

Jennifer Lawrence lo ha conseguido. La heroína de ‘Los Juegos del Hambre’, la saga de Lionsgate inspirada en la trilogía literaria de Suzanne Collins, se ha ganado el derecho a mirar cara a cara a las principales franquicias cinematográficas de la historia en la taquilla mundial: ‘Star Wars’, ‘Indiana Jones’, ‘Harry Potter’, ‘El Señor de los Anillos’ y ‘Piratas del Caribe’. Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) no solo ha revolucionado Panem, el distópico mundo creado por Collins, ha conquistado las salas de cine en un momento especialmente complicado para la industria.

El tercer episodio cinematográfico de la saga, ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’ (Francis Lawrence), se ha estrenado, como se esperaba, con otro monumental éxito de taquilla. Número uno en Estados Unidos y España, mejor estreno del año en Estados Unidos y España. Las cifras son espectaculares. ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’ ha arrancado en la cartelera española con 4,2 millones de euros, igualando a ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ (Francis Lawrence, 2013) y muy por encima del primer capítulo de la saga: ‘Los Juegos del Hambre’ (Gary Ross, 2012), con tres millones.

 

‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’ ha superado el primer fin de semana en España de ‘Torrente 5: Operación Eurovegas’ (Santiago Segura), mejor estreno, hasta ahora, del año. El siguiente reto de Jennifer Lawrence pasa por franquear las taquillas de ‘Los Juegos del Hambre’ (8,6 millones y 1.345.454 espectadores) y ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ (11 millones y 1.687.382 espectadores). En apenas un fin de semana, ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’ acumula más de un tercio de la recaudación de ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ en España.

Dinero es dinero. El cine industrial ha encontrado a su nueva gallina de los huevos de oro, ‘Los Juegos del Hambre’, y a su nueva estrella, Jennifer Lawrence. A sus 24 años, su incuestionable estatus de estrella se explica a partes iguales por su desinhibida personalidad, el Oscar como Mejor Actriz por ‘El Lado Bueno de las Cosas’ (David O. Russell, 2012), los dos Globos de Oro por ‘El Lado Bueno de las Cosas’ y ‘La Gran Estafa Americana’ (David O. Russell, 2013) y su papel de heroína en ‘Los Juegos del Hambre’.

La saga ha comenzado con mucha fuerza en Estados Unidos, donde se ha convertido en un fenómeno social. ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’ es también el mejor estreno del año en Estados Unidos: 123 millones de dólares. Por encima de los cien millones, y por los pelos, solo aparece en este 2014 otra producción: ‘Transformers 4: La Era de la Extinción’ (Michael Bay). Jennifer Lawrence tiene a su alcance su segundo número uno anual en su país. Ya contó con esa distinción en el pasado año con ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’.

 

Pero, ¿cómo explicar este rotundo éxito?

1.- Jennifer Lawrence, la actriz del momento. Y mucho ha tenido que ver su actuación como Katniss Everdeen, la protagonista de ‘Los Juegos del Hambre’. El ranking anual de la revista Vulture coloca a Lawrence como la estrella actual más valiosa de todo el universo de Hollywood por delante de Robert Downey Jr. y Leonardo DiCaprio. De la granja de sus padres en Kentucky, en esa América ‘profunda’ menos conocida y con más tópicos, al estrellato absoluto.

Una adolescente Lawrence consiguió su primer papel protagonista hace apenas cuatro años en ‘Winter’s Bone’ (2010), que significó su primera nominación a los Oscar y un cheque de apenas 3.000 dólares por semana. Nada que ver con su caché vigente. Cobró diez millones de dólares por ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’. Su sueldo, que no se ha especificado, ha crecido aún más en las dos últimas películas de la saga.

¿Y cuál es el éxito de Jennifer Lawrence? La naturalidad explica el secreto de la granjera de Kentucky. Sus cualidades interpretativas, con un Oscar, dos Globos de Oro, dos premios del Sindicato de Actores y un Bafta, no están en duda, pero la fórmula de su éxito tiene un ingrediente más importante: su personalidad. Jennifer Lawrence es una chica normal, la americana de la casa de al lado, guapa pero sencilla, lejos de una imagen fría y glamurosa, divertida y hasta patosa. Míticas son sus caídas en los Oscar resueltas, a la vez, con vergüenza y carácter. Y una fábrica de titulares, nada de hipocresía, ante todo y pese a todo, sinceridad.

La popularidad de J-Law se confirma en las redes sociales. Cada comentario de la heroína de ‘Los Juegos del Hambre’ corre, tirando de frase hecha, ríos de tinta. Lawrence reaccionó como nadie se había imaginado al último escándalo de fotos íntimas robadas a estrellas de cine, cantantes y deportistas en Estados Unidos. “Es mi cuerpo y debería ser mi elección”, replicaba enérgica en Vanity Fair.

Tenía tanto miedo. No sabía cómo iba a afectar a mi carrera”, pero “el tiempo cura. Ya no lloro más por ello. Ya no puedo estar enfadada. No puedo dejar que mi felicidad dependa de que pillen a esa gente, porque pueden no hacerlo (detener a los hackers). Necesito encontrar mi propia paz”. “(Pero) cada palabra que intentaba escribir me hacía llorar o enfadarme. Empecé escribiendo una disculpa, pero no tengo nada por lo que pedir perdón. Estaba en una gran relación de cuatro años. Era (una relación) a distancia y o tu novio va a ver porno o va a mirarte”.

Lawrence ha sido tajante sobre el escándalo de las fotos: “Solo porque sea una figura pública, solo por ser una actriz, eso no significa que haya pedido nada de esto. No significa que venga con el trabajo. Es mi cuerpo y debería ser mi elección (mostrarlo) y el hecho de que no lo sea es totalmente asqueroso. No puedo creer que vivamos en esta clase de mundo (…). No es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación sexual. Es asqueroso (…). A cualquiera que haya visto esas fotografías: ‘Estás perpetuando una agresión sexual. Deberías encogerte por la vergüenza’. Incluso la gente que conozco y quiero me dice: ‘Sí, vi las fotografías’. No quiero ponerme furiosa, pero al mismo tiempo pienso: ‘No te di permiso para ver mi cuerpo desnudo’”.

La poderosa reacción de J-Law la podría haber firmado su personaje de Katniss Everdeen en ‘Los Juegos del Hambre’. Ni Lawrence es una estrella al uso, ni Katniss una heroína más. “Estaba entusiasmada de ver a Katniss coger cuerpo como líder, pero sigue siendo una heroína muy reacia. En la primera película, quería salvar a su familia. En la segunda, intentaba salvarse a sí misma y a sus amigos. Ahora, empieza a darse cuenta del impacto que tiene en el mundo en general y que tiene la posibilidad de dirigir esta lucha por lo que es justo”, ha resumido Lawrence en la campaña de promoción de ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1’.

Jennifer Lawrence ha construido una Katniss creíble como heroína de acción (con su arco y sus flechas), sensual (con los espectaculares vestidos que luce a lo largo de la saga y su doble historia de amor con Peeta y Gale), protectora (con su sacrificio como ‘tributa’ del Distrito 12 por su hermana), vulnerable (el papel de salvadora no lo ha elegido, sufre por su familia, por Peeta, por Gale y por Rue, la ‘tributa’ de doce años que fallece en sus manos) e independiente. Si Panem existiera, Jennifer Lawrence sería, muy a su pesar, un sinsajo real perfecto.

 

2.- Una trilogía potente. J.K. Rowling, la multimillonaria escritora de la saga ‘Harry Potter’, ha creado escuela, de la literatura al cine con mucho dinero de por medio. Suzanne Collins encontró la fama con ‘Los Juegos del Hambre’, publicada el 14 de septiembre de 2008, y sus secuelas ‘En Llamas’ (2009) y ‘Sinsajo’ (2010). Un fenómeno literario que, solo en Estados Unidos, suma más de 65 millones de ejemplares. Palabras mayores. El éxito editorial no ha sido ajeno a España con más de un millón de copias de una trilogía traducida a más de cuarenta idiomas.

Demasiado tentador para que el cine no pusiera los ojos sobre ‘Los Juegos del Hambre’ en una época en la que las sagas literarias se han convertido en una imprescindible fuente de inspiración y de millones de dólares para la gran industria: ‘El Señor de los Anillos’, ‘El Hobbit’, ‘Harry Potter’, ‘Las Crónicas de Narnia’, ‘Crespúsculo’ y las dos últimas, este mismo año, en realizar el salto, ‘Divergente’ y ‘El Corredor del Laberinto’.

3.- El público adolescente. Frente al lector más adulto de Tolkien (‘El Señor de los Anillos’ e incluso ‘El Hobbit’) o al más infantil y pre-adolescente de J.K. Rowling (‘Harry Potter’ y la venidera ‘Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos’), ‘Los Juegos del Hambre’ está pensada para un público ideal en el cine del siglo XXI: los adolescentes. No todo va a ser superhéroes.

‘Los Juegos del Hambre’ se ha valido del entusiasmo adolescente que ha transformado la saga literaria en una franquicia cinematográfica carne de cañón del fenómeno fan. Solo así se puede explicar, por ejemplo, el recibimiento de Josh Hutcherson (Peeta Mellark, pretendiente y compañero de Katniss en ‘Los Juegos del Hambre’), en el pasado Festival de San Sebastián. Hutcherson acompañaba a Benicio del Toro, que recibía el Premio Donostia, en la proyección de ‘Escobar: Paraíso Perdido’ (Andrea Di Stefano). Las adolescentes pasaron de puntillas ante Benicio de Toro, todo un ganador del Oscar por ‘Traffic’ (Steven Soderbergh, 2000) con una carrera sólida y muy interesante, y se derritieron ante Hutcherson, que comparte origen con Jennifer Lawrence: Kentucky.

Los Juegos del Hambre (Jennifer Lawrence) copia 2

4.- El fenómeno fan. Internet está lleno de páginas dedicadas a la saga. Por citar las principales:

-Web oficial de los fans (en español): es.hungertimes.com

-Blog: www.blogjuegosdelhambre.com

-Facebook: Los Juegos del Hambre Fans Spain y Fans de Los Juegos del Hambre.

Poco que envidiar al movimiento fan generado alrededor, por ejemplo, de ‘Harry Potter’.

La fama adquirida, en su momento, por Daniel Radcliffe, que se hizo mayor en el cine, se queda en una simple anécdota comparada con la evolución de Jennifer Lawrence que está, además, muy bien acompañada por actores jóvenes y atractivos de los que cubren las carpetas de las adolescentes: Josh Hutcherson (Peeta Mellark), Liam Hemsworth (Gale Hawthorne), Sam Claflin (Finnick Odair) y Jena Malone (Johanna Mason). Y no solo caras jóvenes: Donald Sutherland (un genial malvado presidente Snow), un desfasado Woody Harrelson (Haymitch Abernathy), un estilista Lenny Kravitz (Cinna), un charlatán Stanley Tucci (Caesar Flickerman) y un inolvidable Philip Seymour Hoffman (Plutarch Heavensbee) capaz de dejar su impronta en un rol secundario.

Personajes y actores hay de sobra para crear un fenómeno fan que, por ejemplo, exigió y consiguió extender el papel de la estrafalaria Effie Trinket, interpretada por Elizabeth Banks, a las dos últimas películas de la franquicia, algo que inicialmente no estaba previsto.

5.- Una iconografía y unos referentes atractivos. ¿Original? No. Los Juegos del Hambre no es una historia nueva. El desarrollo de la primera novela y su adaptación al cine recuerdan, aunque con mucha menos oscuridad, a ‘Battle Royale’, novela de Koushun Takami que llevó al cine Kinji Fukasaku con Takeshi Kitani en el año 2000. No es el único referente: ‘El Señor de las Moscas’, ‘El Show de Truman’, los reality-show de la televisión, las películas de gladiadores, los videojuegos de supervivencia y, aunque solo sea como pretexto, el Mito de Teseo y el Minotauro.

Sinsajo grande portada copia

Tantos referentes, sin embargo, no han pesado a la saga de Collins. Más bien al contrario. El público, cada vez más acostumbrado e incluso cada vez más dispuesto a escuchar la misma historia con pequeños matices, ha acogido ‘Los Juegos del Hambre’ como si fuera nueva.

Ayudan una iconografía y una terminología atractivas que todo fan de ‘Los Juegos del Hambre’ conoce y desea conocer aún más: Capitolio, Doce Distritos, el aparentemente destruido Distrito 13, la Cosecha, ‘Tributos’, Vasallaje, Tour de la Victoria… y, por encima de todo, sinsajo. Un ave ficticia, símbolo de la resistencia, toma el protagonismo de la trilogía y de las adaptaciones cinematográficas. ¿Qué mejor imagen para expresar el éxito de ‘Los Juegos del Hambre’ que un sinsajo rodeado por un círculo y con una flecha debajo de una de sus alas?

6.- El Bien contra el Mal. La eterna historia, ¿verdad? Pues sí pero, ¿quién se resiste a una historia del Bien contra el Mal? Los Doce Distritos, con su propia heroína (Katniss) y símbolo (el sinsajo), contra el poder despótico del Capitolio del presidente Snow. Los ciudadanos normales contra las elites. El hambre contra el lujo. ¿A quién no le gusta que, al menos en el cine, la revolución sea posible y el pueblo humilde derrote a los poderosos? Un mensaje político que escuece en las altas esferas de la sociedad pero que es un inmejorable reclamo para llenar los cines. Ya saben: ¡Sí se puede, sí se puede!

Así pensaron los tailandeses para protestar contra el golpe militar del pasado mes de mayo. ‘Los Juegos del Hambre’, la revolución de los Doce Distritos contra el Capitolio, sirvieron para organizar a los contrarios al golpe y, sobre todo, reflejar su rechazo. Tres dedos (anular, corazón e índice) de la mano izquierda al frente a la espera de su particular sinsajo. En el cine, canta y fuerte. Panem y la taquilla están a los pies de Jennifer Lawrence.

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