Ya adelantamos cuáles serían los principales estrenos para hacer taquilla en este año, pero ahora llega el turno del género de ciencia-ficción, que gracias al desarrollo tecnológico en el cine ha logrado subir enteros otra vez después de muchos años de capa caída como género. Nos centramos ahora en un pequeño grupo de películas de las que hablaremos más detenidamente en el futuro, porque algunas, de funcionar bien, podrían ser icónicas o grandes accidentes.

El género del siglo XXI será la ciencia-ficción, tanto por resistencia contra las oleadas anti-ciencia que ya surgen en EEUU y no tardarán en llegar a Europa, como por las ventajas que ofrece hoy en día la tecnología audiovisual e informática para hacer realidad estos mundos imposibles surgidos de la imaginación. Proyectar mundos utópicos o distópicos en la gran pantalla es algo que hacemos desde el principio del cine. Basta recordar aquel ‘Viaje a la Luna’, una de las primeras películas de la historia y también la pionera en efectos especiales, sin los cuales el género deja de tener sentido. Ahora todo es más fácil. Pero sobre todo porque Hollywood ha encontrado un filón y no va a soltarlo hasta agotarlo por completo. También hay que saber diferenciar entre ciencia-ficción y cine de acción disfrazado como tal, como el caso de Star Wars o los productos Marvel, que no lo son. Pero casi todo está en la pequeña pantalla: la TV es la que más ha empujado al género, y la serie ‘Westworld’ es un buen ejemplo.

Hemos elegido este grupo de cinco películas como las más prometedoras por diversas razones: ‘Ghost in the Shell’ (de la que hablaremos en el próximo nº60 de la revista El Corso y con más extensión en el futuro) porque es ciencia-ficción cyberpunk llevada al extremo; ‘Valerian’ porque es la obra pionera en cómic de casi todo lo que vendría después; ‘Blade Runner 2049’ porque es la secuela de un clásico, pensada para cerrar cuestiones pendientes desde principios de los 80; ‘Alien Covenant’ porque el universo de Ridley Scott se expande y vuelve a sus orígenes; y ‘Guerra en el Planeta de los Simios’ porque también apuntala el remake de una saga legendaria, pero ahora con una fuerza mucho mayor gracias a las nuevas tecnologías y mejores guiones.

‘Ghost in the Shell’ (31 de marzo)

‘Ghost in the Shell’ es uno de los mangas (cómic japonés) más célebres salidos del país, creado por Masamune Shirow; también es una monumental obra cyberpunk de finales de los años 80 que dio como resultado un anime (película de animación japonesa) todavía más famosa creada por Mamoru Oshii en 1995, una ganzúa que permitió a los japoneses enganchar a los occidentales. Rupert Sanders adapta uno y otro en un filme que tiene a Scarlett Johansson como atractivo al margen de la propia historia; aunque su papel es en origen japonés la maquinaria prefirió a una rubia de pómulos anchos y físico nada asiático para interpretar al cyborg Motoko Kusanagi, alias “Major” por su graduación militar. No hay que olvidar que de esta historia han salido ya tres animes, dos series de televisión y varios videojuegos. En Japón también saben exprimir a fondo.

La agente Motoko Kusanagi, The Major, lidera el grupo de fuerzas especiales perteneciente a una agencia gubernamental llamada Sección 9, parte del conglomerado estatal de Seguridad Nacional, sobredimensionado en el futuro por una serie de guerras en las que Japón sale con buen pie. El objetivo de esta unidad es luchar contra el ciberterrorismo y los crímenes tecnológicos. Con un cuerpo artificial, Kusanagi ha reemplazado la totalidad de su cerebro, lo que le permite ser capaz de realizar hazañas sobrehumanas. Es la punta de lanza de la unidad, su líder, y el nuevo problema (del Estado, pero también suyo) es un fanático hacker terrorista (‘Puppet Master’ en el anime) que ansía acabar con los avances de Hanka Robotic, la misma corporación detrás de su propia existencia. La filosofía propia de la historia viajará dentro de ese guión, aunque está por ver aún cómo.

‘Alien: Covenant (Prometheus 2)’ (19 de mayo)

La secuela de la (no tan) prometedora ‘Prometheus’ ha cambiado de título varias veces, pero se ha quedado con ‘Alien: Covenant’. Y ya tiene fecha de estreno, sinopsis y esperanzas en que pueda ser algo menos previsible que su predecesora. Scott retoma la historia en un punto concreto (ojo SPOILER si no ha visto antes ‘Prometheus’), tiempo después de la marcha del personaje de Naomi Rapace (Doctora Shaw) y del androide interpretado por Michael Fassbender (David) en busca del planeta originario de los Ingenieros alienígenas que supuestamente crearon a la raza humana. En la trama conecta con la primera película de 1979, ‘El octavo pasajero’. La sinopsis oficial publicada por Fox es esta: “Rumbo a un planeta remoto en la parte más lejana de la galaxia, la tripulación de la nave Covenant descubre lo que considerarán un paraíso inexplorado, pero que en realidad es un oscuro y peligroso mundo cuyo único habitante es el androide David (Michael Fassbender), superviviente de la desafortunada expedición Prometheus”.

No sabemos nada de la suerte de la doctora Shaw, el personaje de Rapace; puede que sea una baza del guión, quizás haya muerto y no se la tenga en cuenta, o sea a través de flashbacks. Pero desde luego Scott ha vuelto a 1979, o mejor dicho, al escenario creado por James Cameron en ‘Aliens’, la segunda entrega del filme: una tripulación que ignora lo que pasa, una ficción que no es lo que parece, una criatura tan primitiva y brutal como inteligente que quiere aniquilarlos a todos uno a uno, aprovechar sus cuerpos para engendrar a la siguiente camada. Terror, oscuridad y ciencia-ficción unidas. Es un viaje circular, de regreso a la clave de éxito de una saga que Scott se ha empeñado en resucitar después de conseguir fondos y derechos de explotación de una franquicia que, reconozcámoslo, inventó él.

‘Guerra del planeta de los simios’ (14 de julio)

Hablando de secuelas… Cuando se relanzó desde el principio la saga de ‘El Planeta de los Simios’ hubo muchas dudas: Tim Burton lo había hecho años antes y había sido un auténtico fiasco. Intentarlo otra vez podía ser un desastre. Sin embargo para entonces ya habían pasado ‘El Señor de los Anillos’ y más filmes con una tecnología nueva de simulación de imágenes a partir de escenas reales. Eso permitió repetir intento: y fue un éxito. En parte porque el guión y el desarrollo de los personajes era mucho más completo. Sobre todo con César, el primer simio de inteligencia desarrollada que ejerce de líder del resto.

El director es Matt Reeves y defiende esta tercera entrega como una conclusión, en la que César “se convierte en la figura seminal de la historia de los simios. Es como el ascenso de un mito, convirtiéndose en el Moisés de los simios”. Sería un buen colofón a ‘El origen del Planeta de los Simios’ y ‘El amanecer del Planeta de los Simios’, una guerra total entre humanos y simios que tiene mucho de experimentación y espejo deformante de lo que es la Humanidad, tan vanagloriada en su poder y que observa cómo sus primos lejanos, símbolo de la estupidez en muchos casos, se convierten en su verdugo. Si es que llegan hasta el final.

‘Valerian y la ciudad de los mil planetas’ (21 de julio)

La historia original es una creación de un tándem de autores franceses de posguerra, Oierre Christin y Jean-Claude Mézières, que, casi en solitario, inventaron la ciencia-ficción de aire pop y consumo esteticista que luego George Lucas (que ha reconocido la influencia al menos) plasmó en ese cóctel tan extraño (bushido japonés, western, unas gotas de ciencia-ficción y aventuras) que es Star Wars. Lo que Besson ha convertido en película es la plasmación de ese mundo inicial que primero fascinó a Francia y luego al resto del mundo. Son los personajes centrales de la saga de cómic y que son también los pilares sobre los que construye Besson esta historia donde la mujer tiene un papel importante: Laureline, modelo de heroína sci-fi durante muchos años, una pelirroja que no se deja amilanar y que se coloca a la altura de los héroes masculinos. A buen seguro será mirada con lupa Cara Delevingne, pero a priori promete dar buena cuenta del personaje, igual que Dane DeHaan de Valerian.

Esta adaptación con trasfondo francés será vital para saber los próximos derroteros del sci-fi, al menos en lo que se refiere a vías clásicas. El argumento sigue el rastro del cómic: el comandante interpretado por Clive Owen envía a Valerian y Laureline a una misión en Alfa, una metrópoli espacial en constante expansión en la que viven miles de especies diferentes de todos los rincones del Universo para impulsar el progreso general, aunque esa armonía tiene enemigos a los que tendrán que enfrentarse ambos. El realizador también ha querido mandar un mensaje a los fans de los cómics hablando sobre las similitudes de la novela gráfica que encontrarán en la película. Besson afirma que “hay un aire de los cómics”. “Cuando lees un cómic, tardas 20 minutos. La pelícua son dos horas. Así que he cogido lo esencial, pero también he tenido que ir a otros mundos. Pero cuando veas la películas, recordarás los cómics”.

‘Blade Runner 2049’ (6 de octubre)

La madre de todas las secuelas de este año, por innecesaria, por esperada, porque si triunfa en calidad (más que en taquilla) encumbrará otra vez a Ridley Scott, creador (a medias, con ayuda de las milagrosas tijeras de los productores, que le pasaron por encima en los 80) de la original gracias a un libro canónico de Philip K. Dick. Pero si fracasa será la prueba definitiva de que a los mitos clásicos del cine hay que dejarlos en paz y buscar ideas nuevas en lugar de vampirizar las viejas o bailar sobre hermosas tumbas cyberpunk que ayudaron a crear la estética de los 80 y muchas infancias y adolescencias.

En esta ocasión Ridley Scott no ejercerá como director, puesto que ocupa Denis Villeneuve (‘Prisioneros’), que tendrá que alcanzar el listón anterior, no tanto el de Scott como el del mito que se ha creado alrededor de ‘Blade Runner’. Jugar con las leyendas es muy peligroso, porque hay muchas posibilidades de quemarse en el intento. Para aliviar el peso de la púrpura han rescatado a Harrison Ford, que parece ya el abuelo furibundo del Deckard original, pero con todo el peso para Ryan Gosling, estrella con talento que servirá de enganche para el nuevo público, de alivio para Ford y aliciente novedoso, aunque en el trailer Gosling sea presentado como un Deckard clonado del original.