Nada mejor que llevar de nuevo a la televisión uno de los proyectos que más y mejor se han adherido al leitmotiv original de la ciencia-ficción, proyectar la esperanza positivista de un mundo mejor a partir de la ciencia, el racionalismo y el equilibrio armónico entre las partes. Desde enero pasado en Netflix España está online la segunda termporada de ‘Star Trek Discovery’.
Siempre se ha dicho que los humanos son aquello que sueñan ser en contraste con lo que son en realidad, y la ciencia-ficción siempre ha tenido la virtud de enseñarnos lo que podríamos ser si aplicáramos nuestros propios consejos de vida a nuestro devenir. También para mostrarnos los peligros ocultos en ese progreso. La ciencia-ficción puede ser anticientífica y conservadora, sobre todo cuando carga las tintas en esa oscuridad, o puede ser como Star Trek, que señala los riesgos pero antepone las virtudes y la esperanza en un mundo mejor, en una Humanidad mejor. Por eso triunfó como producto cultural en todo el mundo desde que en los años 60 apareciera la serie de TV clásica. CBS creó para su plataforma de contenidos una precuela de aquella misma serie, diez años antes de que arrancara la historia original, y desde este enero en Netflix España está a disposición de los clientes la segunda temporada.
Antes de la Enterprise estuvo la USS Discovery, dirigida por el comandante Rainsford y también con una tripulación mixta de humanos y alienígenas en la incansable búsqueda de conocimiento y nuevos mundos. La misma pulsión instintiva humana de ir más allá, de “viajar allí donde nadie ha estado antes”, como rezaba el lema de la serie original, va sobre los lomos de esta nave y los que componen el grupo que la habita. En esta segunda temporada van un poco más allá a partir de un incidente que les mostrará una serie de peligros derivados, un juego con el futuro, el tiempo y el espacio (un ingrediente que puede dar mucho juego en la trama, los saltos dimensionales y temporales) que sirve para llevar la trama un poco más allá. No se dejen llevar por los trailers, no es tan movida como puede parecer, la acción se condensa pero sobre todo se hilvana con el mensaje interno de esta producción que intenta (no siempre lo consigue) ser fiel a los principios de la ciencia-ficción clásica que la alumbró.
En los nuevos trece episodios la tripulación verá como el orden jerárquico cambia con la llegada del valiente y conocido por los fans, capitán Christopher Pike; surge además Spock como personaje de regreso, anticipando lo que será después la serie, interpretado por Ethan Peck (el tercero después de Leonard Nimoy y Zachary Quinto). La idea original era crear una serie de temporadas independientes, sentar las bases del universo que luego llegaría con la producción original, pero en la segunda entrega varios de los personajes se mantienen para no perder el hilo después del éxito de la primera. Uno de los enlaces es el personaje de Burhham, condenada a cadena perpetua por amotinarse en la USS Shenzhou. Su conocimiento de los enemigos, los peligrosos klingon, llaman la atención del capitán del USS Discovery, que la recluta para la nave.