Una investigación entre científicos canadienses y alemanes ha demostrado que hay zonas del océano Atlántico en los que el agua apenas tiene oxígeno, lo que literalmente mata cualquier forma de vida que no sea microscópica.
Una investigación entre científicos canadienses y alemanes ha demostrado que hay zonas del océano Atlántico en los que el agua apenas tiene oxígeno, lo que literalmente mata cualquier forma de vida que no sea microscópica.