El Museo Reina Sofía recupera un sector completo de la planta baja del edificio clásico, hasta ahora zona vedada para los visitantes, y que permitirá reorganizar la colección permanente, exponer nuevas piezas y los cuantiosos fondos latinoamericanos, así como conectar con el Edificio Nouvel y que cada visita sea más dinámica. Una nueva vida en la que se recupera parte de lo perdido del clasicismo del arquitecto Sabatini.