Pocas veces la tecnología jugó un papel tan vital para una victoria como en la Segunda Guerra Mundial. Fue, por así decirlo, la primera contienda técnica tanto o más que humana. Enigma es una prueba definitiva de ello. La exposición del Espacio Fundación Telefónica (hasta el 25 de octubre) no es arte, es más bien la lucha sin cuartel entre dos bandos tecnológicos, la lucha por desencriptar el código de los nazis que permitió a los Aliados vencerles.