Hollywood hace zumos con todo lo que caiga en sus manos, exprime al máximo sus nichos y aprovecha la desnaturalizada Navidad para abrir la tienda y vendernos su catálogo, plagado de películas de bebida y palomitas, la especialidad de la casa. Como la novena película de la saga (sin contar spin-off). Negocio seguro y probablemente candidata a pelotazo taquillero del año.