La exposición propone en el Museo Lázaro Galdiano hasta el 9 de septiembre un acercamiento a dos visiones de la majestuosidad de Roma: la del artista, arquitecto y profesor Henryk Dąbrowski (Varsovia, 1927 – 2006) y la del coleccionista José Lázaro (Beire, Navarra, 1862 – Madrid, 1947).

Imagen de portada: ‘Templete de Bramante’ (1965), Dabrowski

La muestra, comisariada por Carmen Espinosa, conservadora-jefe del Museo Lázaro Galdiano, presenta por primera vez en nuestro país once dibujos realizados por el afamado arquitecto polaco entre 1965 y 1966; en diálogo con más de una decena de obras de la Colección Lázaro, como el ‘Arco di Settimio Severo’ de Piranesi, dibujos (entre ellos varios de Valentín Carderera), bronces, medallas o libros como ‘La citta di Roma’ de Dominique Magnan. La comisaria explica que “en Roma, Dąbrowski conoció a Izabella Godlewska de Aranda (Synkowicze, hoy Bielorrusia, 1931 – Madrid, 2018), arquitecta, pintora y escultora, quien nos habló en varias ocasiones de la excelencia artística de Dąbrowski y nos propuso mostrar su obra, desconocida en España, en el Museo Lázaro Galdiano”.

El arquitecto Henryk Dąbrowski, profesor de la Universidad Tecnológica de Varsovia, destacó como dibujante, faceta con la que se presentó en numerosas exposiciones individuales y colectivas durante la segunda mitad del siglo XX en Varsovia, Roma, Londres, París, Viena, Berlín o Moscú. Su obra nunca se ha visto en España y de su extensa producción, de más de un millar de dibujos, se han seleccionado para esta muestra once vistas de Roma: ocho pertenecen a coleccionistas madrileños que coincidieron con el arquitecto en la ciudad eterna y tres proceden de la colección del arquitecto que gestiona su sobrino, Jacek Filochowski, en Varsovia. “Dąbrowski viajó por Francia, Bulgaria, Escocia, Austria, Rusia, pero quedó seducido por la belleza de Italia. Durante su estancia, entre 1963 y 1967, visitó Venecia, Padua, Mantua, Verona, Milán, Turín, Bolonia, Florencia, Perugia… y Roma, dejándonos dibujos de sus monumentos y rincones” declara la comisaria.

Piranesi , ‘Arco di Settimio Severo’ (1759)

Sus dibujos (normalmente de gran tamaño, realizados a lápiz, carboncillo o tinta con toques de tiza o acuarela) presentan un dominio absoluto de la perspectiva lineal y aérea, así como un manejo espectacular de la tinta china. Destacan por su monumentalidad, por la precisión de la línea, por el juego de luces y sombras y por una atmósfera envolvente que ha llevado a los estudiosos de su obra a denominarle el “Piranesi polaco”. En algunas ocasiones, Dąbrowski reproduce fielmente los detalles arquitectónicos; otras veces prefiere sintetizarlos o dejarlos inacabados. Como técnico y buen conocedor de la historia de la arquitectura, incorpora elementos no construidos que figuraban en los proyectos originales (es el caso de la columnata que, según el diseño de Bramante, debía rodear al Templete de San Pietro in Montorio). Apasionado de la naturaleza desde su infancia, Dąbrowski dibujó con maestría los árboles, como podemos apreciar en el imponente cedro del Líbano junto a la iglesia de San Giovanni in Porta Latina.

Años antes del viaje de Dąbrowski a Italia, las plazas, los puentes y monumentos que vemos en sus magníficos dibujos fueron recorridos, cruzados y admirados por el editor y coleccionista José Lázaro (Beire, Navarra, 1862 – Madrid, 1947). A Roma acudió con frecuencia, visitó sus museos y colecciones, y fue la ciudad elegida para su boda con Paula Florido (San Andrés de Giles, Buenos Aires, 1856 – Madrid, 1932) el 19 de marzo de 1903. En su colección, encontramos cerca de doscientas piezas que nos hablan de Roma; de ellas se ha seleccionado un pequeño conjunto relacionado temáticamente con los dibujos del arquitecto polaco, entre las que destacan, la Medalla de Pío VII de Giussepe Bianchi con una vista de la Piazza del Popolo de Roma, fundida en 1823, el Arco di Settimio Severo aguafuerte realizado por Piranesi en 1759, dibujos (entre ellos varios de Valentín Carderera, como la Via Appia), la aguada de la Piazza Colonna del siglo XVIII o La citta di Roma de Dominique Magnan editada en 1779.

La muestra se exhibe en dos espacios del Museo Lázaro Galdiano. En la sala 6, en la planta de acceso al Museo, las obras de Dąbrowski se asocian con las piezas de la Colección Lázaro, unos guiños para que el visitante también pueda relacionar los dibujos de la sala de Arte Invitado situada en la primera planta del museo, donde la obra adquiere todo el protagonismo. La comisaria ha querido mostrar también la faceta personal del artista y del coleccionista mostrando varias cartas enviadas por Dąbrowski a su mujer desde Roma donde figura el itinerario de sus viajes, los hoteles donde se hospeda y que incluyen primorosos dibujos, junto con alguna de la correspondencia que José Lázaro recibió en la capital italiana.