Bienvenidos a una de las fronteras de la Física Teórica, el Multiverso, donde nuestro Universo es en realidad uno de los infinitos posibles y donde la vida podría ser mucho más común según las simulaciones con energía oscura.

La vida, ese proceso tan aparentemente extravagante y único, podría ser mucho más común y mundana de lo que nos creemos, incluso en esas realidades paralelas asociadas al concepto de “multiverso”, esa variante que implica la existencia de múltiples universos paralelos encadenados entre sí. Un grupo de teóricos de la Universidad de Durham (Reino Unido) han concluido, basándose en simulaciones de desarrollo donde la energía oscura sirve de forjadora de modelos, han concluido que la vida no sería una excepcionalidad de nuestro universo, sino una variable mucho más habitual. A más energía oscura, menos opciones de cohesión de la materia; y viceversa.

Según su estudio la clave es la energía oscura, una fuerza invisible que provoca la aceleración de la expansión del Universo desde el Big Bang. En un modelo estándar con gran cantidad esa expansión, provocada por esa energía, llegaría a un punto (en cantidad superior) a la disgregación de la materia en sí que sostiene estrellas, planetas o la vida misma. Ahora bien, en universos más pequeños con menos energía oscura la fijación de la materia estaría asegurada, dando paso a la posibilidad molecular de la vida y del resto de formaciones físicas. En la teoría del Multiverso, formulada en los años 80, la energía oscura no es tan abundante, lo que propiciaría escenarios comunes para la vida.

Para resumir: la cantidad exacta de energía oscura que sostiene la vida en nuestra realidad sería producto de ese Multiverso de universos encadenados entre sí. Es decir, que si en estas condiciones concretas se puede, podría ser común en otros universos paralelos. Las simulaciones realizadas dentro del proyecto EAGLE, que explora todas estas posibilidades en nuestro universo y otros virtuales, predicen que haría falta una variación bastante grande de energía oscura para romper los fundamentos físicos mínimos de la vida. Es decir, que podría ser mucho más factible la vida al ser tan amplio el rango de variación necesario para crear un escenario donde no sea posible. A más arco, más posibilidades.

Las simulaciones han demostrado que incluso con mucha más energía oscura se mantendría el escenario físico mínimo para la vida, y al ser el Multiverso una combinación de universos posibles con pequeñas variaciones, la vida podría ser mucho más común en todos ellos. No obstante estas simulaciones también son un problema para que la teoría del Multiverso funcionara: si vivimos en él, debería haber más energía oscura de la calculada, lo cual podría suponer que hay una ley física todavía no descubierta que formaría parte de esa Teoría del Todo que vuelve locos a los físicos en la actualidad. Esto es, que todavía no conocemos todo lo necesario para comprender por qué hay menos energía oscura de la que deducen nuestras teorías, y por qué en otros universos podría haber más y sigue siendo factible la vida. Conclusión: ni la teoría estándar explica por qué funciona nuestro universo como lo hace y tampoco la teoría del Multiverso. Seguimos parcialmente a oscuras.