Basta una foto para confirmar algo: la de Chris Rock en su cuenta sosteniendo un Oscar con la frase “Mira quién está de vuelta, Oscars”. El humorista afroamericano será el encargado de presentar la ceremonia el año que viene.

Finalmente ya sabemos una pieza importante de la gran gala del cine internacional el próximo 26 de febrero en Los Ángeles. Y tiene dos lecturas: una, que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EEUU ha apostado primero sobre seguro (Chris Rock es un monologuista consagrado, actor, productor y guionista, tiene en su casa cuatro premios Emmy y es una figura enorme de la comedia americana). El segundo paso se ha dado para corregir un déficit muy criticado, la omnipresencia blanca cuando en aquel país las minorías ya son casi el 40% de la población total del país. Aquí en España nos dará un poco igual, pero en aquel lado del mundo la decisión tiene su lectura política.

Los dos productores de la gala, David Hill y Reginald Hudlin, han sido los encargados de dar el nombre y decir por qué en un comunicado oficial: Rock es “humorista, actor, guionista, productor, director, realizador de documentales… Chris lo ha hecho todo. Será un fenomenal maestro de ceremonias”. Chris Rock fue todavía más sencillo: colgó una foto en su cuenta de Twitter con él sosteniendo un Oscar y el mensaje “Mira quién está de vuelta #Oscars”. Rock era uno de los nombres fijos en la terna que se manejaba para presentar unos premios que lleva mucho (pero mucho) tiempo buscando su cicerone perfecto. Pero la lista de pequeños éxitos (como el de Ellen DeGeneres en 2014) y fracasos estrepitosos (como el del dúo Anne Hathaway y James Franco en 2011) es larga como un día sin pan.

En busca del cicerone ideal

 

Literalmente desde principios de siglo no hay forma de encontrar a un presentador/a que pueda rascar audiencia (aunque los Oscar sean uno de los cinco eventos más vistos del mundo). Así que la 88ª edición de los Oscar tira de talento televisivo, escénico y de gran pantalla. Quizás no tanto como otros grandes cómicos afroamericanos, pero lo cierto es que no se han arriesgado con un novato o alguien diferente. Ya lo hicieron con Seth McFarlane, creador de ‘Padre de Familia’ y ‘American Dad’ y no funcionó. Todavía queda pendiente que lo haga Eddie Murphy, pero después de su espantada por la censura a uno de los productores que iba a tener en su edición… Será difícil.

DeGeneres ha sido de las pocas, y desde hace unos años casi se ruega que el tándem Amy Poehler – Tina Fey presente para repetir el éxito que han tenido en los Globos de Oro y los Emmy. Hugh Jackman lo bordó al estilo musical en 2009, Jon Stewart, a pesar de ser el showman definitivo, no triunfó en sus dos oportunidades (2006 y 2008), tampoco David Letterman, ni Steve Martin y Alec Baldwin en 2010. Quizás Jimmy Fallon o Jimmy Kimmel se atrevan en breve. Rock Una de las razones de reclutar a Rock es cambiar el estilo: en su caso es arriesgado, porque tiene fama de ser un salvaje con poca diplomacia a la hora de criticar, sin censura y sin dar tregua. Veremos hasta dónde le dejan llegar.

Porque cambiar es algo que también buscan desde hace años sin lograrlo. El corsé de la ceremonia de premios es muy dura: interminable, muchas categorías todo muy rígido y ceremonial, con el retardo de varios segundos en la emisión para censurar si se sale de madre y la necesidad de meter publicidad entre bloques que distrae al espectador. Los que más lejos están son los jóvenes, sobre todo la generación criada entre los 90 y este siglo, habituados a vivir colgados de internet y que todo sea rápido, accesible y adaptable. Rock es un todoterreno capaz de producir y dirigir, como ya lo hizo en el especial de Amy Schumer en el Apollo de Nueva York, de varias series de televisión y de muchos clubes de monologuistas.