La novela ganadora es la secuela de ‘El poder del perro’; gracias a esta continuación de una mina literaria que trata de dibujar la última década del narcotráfico entre México y EEUU. Mientras, Hollywood ya prepara su adaptación con Ridley Scott de director y quizás Leonardo di Caprio. 

Don Winslow, neoyorquino venido al mundo en 1953, pone un segundo escalón en su particular historia novelada del intenso negocio del narco entre México y EEUU, dos países íntimamente unidos por la guerra, el odio, la necesidad, los negocios y el crimen. Su historia, curiosamente, iniciada por ‘El poder del perro’ y continuada ahora con ‘El Cártel’, va en paralelo al repunte brutal del narco en México, especialmente doloroso desde que al gobierno mexicano se le escapara El Chapo Guzmán al estilo de Tim Robbins en ‘Cadena Perpetua’. La nueva novela habla directamente sobre el narcotráfico más salvaje, sobre la sangre y la hipocresía vertidas a ambos lados de la frontera en una guerra contra la droga que no ha logrado nada salvo llenar cárceles. De hecho se trafica más ahora que cuando empezó todo en los años 80.

El jurado del galardón (formado por Manuel Martos, Lorenzo Silva, Antonio Lozano, Soledad Puértolas y Paco Camarasa) anunció el premio “fascinado y convencido por la potencia, la violencia y la valentía” del texto en el que de nuevo aparecen Adán Barreda, álter ego de El Chapo, y el agente de la DEA Art Keller. En julio, poco después de la publicación de esta novela en EEUU, llegó ese vergonzoso momento de escape en un túnel con moto incluida. La nueva novela sigue la senda de ‘El poder del perro’ y Winslow no se guarda nada de realismo sucio, violencia y mentiras que suelen regir las relaciones en la frontera más electrizante del mundo junto con la de las dos Coreas. Winslow retrata una guerra contra el narco y las drogas llena de intereses particulares, muy hipócrita (México no estaría así si EEUU no fuera el mayor consumidor de drogas del mundo, y con diferencia).

Durante la recepción del premio Winslow lo resumió en una frase: “Nos gastamos billones de dólares en mantener la droga lejos y millones en comprarla. Los estadounidenses leemos titulares como ‘43 personas asesinadas’ y pensamos ‘Oh, qué espantoso’ pero no sabemos qué hay detrás”. Es la misma línea de pensamiento que cimentó el éxito de la primera novela y de la segunda, que le ha costado años de trabajo, documentación y más de una recomendación de los implicados, que ven cómo la guerra contra la droga cada vez es más grande, más costosa y más espúrea. Winslow dedicó el premio a los cientos de periodistas muertos en México por investigar el mundo del narco, y al sufrido pueblo mexicano que sufre en sus carnes los efectos colaterales, muy lejos de la relativa tranquilidad de EEUU, que financia una lucha que otros sufragan con crimen y violencia. 

En ‘El Cártel’, Barreda es un gran narco que ha sufrido las embestidas de competidores y de la DEA, sobre todo del agente Keller, al que pone en busca y captura por un gran precio. A fin de cuentas fue él quien logró que lo encerraran a costa de un altísimo precio personal. Pero no es suficiente, quiere verlo muerto. La trama se desarrolla entre 2004 y 2014, con un elaborado trabajo de documentación que no esconde las enormes similitudes operativas entre la organización del Cártel y los grupos terroristas que utilizan el miedo y la ultraviolencia para crear servidumbres que les puedan ser útiles.

Futura adaptación al cine de ‘El Cártel’

Hollywood no podía dejar escapar la oportunidad, como sí hizo el gobierno mexicano con el preso más peligroso del país y uno de los más buscados del mundo. El Chapo Guzmán, después de su fuga de prisión al más puro estilo ‘La gran evasión’, con túnel y moto incluida (aunque bajo tierra), será parte de la inspiración para ‘The Cartel’, que refleja el mundo del narcotráfico en México, muy presente también en EEUU. Los derechos de la novela homónima de Don Winslow (olvídense de guiones originales, eso es parte del pasado) fueron comprados por 20th Century Fox, que no ha dudado en contratar a Ridley Scott para que sea el director.

En la agenda de posibles actores está ya Leonardo di Caprio para dar vida a uno de los personajes del guión, una historia de ficción sobre el cártel de Sinaloa que también recoge las vivencias de la DEA a través de uno de sus agentes, Art Keller, que bien podría ser el papel para Di Caprio. En el otro lado estaría el narco Adan Berrera, para el que por ahora no hay un papel concreto. Lo que es cierto es que la historia de Guzmán es una de las más inspiradoras (desde lo negativo) para Hollywood, que ya se ha metido de lleno en el mundo criminal de México en más de una ocasión, casi siempre con el narcotráfico de fondo (como en ‘Traffic’, por ejemplo). Todavía no hay fechas ni previsiones ya que el proyecto aún está en fase de preproducción.