Nos adelantamos un par de meses e incluso más para elegir tres exposiciones para terminar el año e iniciar la temporada 2016/2017, muy diferentes entre sí: Francis Bacon en el Guggenheim, Picasso en el Museo Nacional d’Art de Catalunya y la Araba Image Foundation en el MACBA. Tres oportunidades elegidas para culminar 2016 y poder reencontrarse con los maestros que marcaron dos siglos y el tiempo actual en el arte contemporáneo.
‘Francis Bacon. De Picasso a Velázquez’ – Museo Guggenheim (30 de septiembre – 8 de enero 2017)
Francis Bacon fue un iconoclasta que a su vez construyó algunos de los mayores iconos contemporáneos del arte. Visitó el pasado para reconstruirlo y lanzarlo de nuevo al futuro ya cambiado. Fue un genio ambiguo y de psique poliédrica de origen irlandés y vida británica con saltos al resto del mundo cuya vida deambuló por multitud de obras, algunas de las cuales podrán verse en España por primera vez en esta exposición del Guggenheim que pretende profundizar en la impronta que las culturas francesa y española dejaron en la obra de Bacon. Curiosamente decidió ser pintor después de ver una exposición de Picasso en París. Y España fue el país en el que moriría en 1992 después de una larga vida de estilo deconstructivo obsesivo. Es uno de los mejores creadores de arte figurativo y de esa línea basada en la deformación pictórica para darle un nuevo sentido psicológico a la obra (figuración-desfiguración).
El genio era un francófilo convencido (era lector de Balzac, Baudelaire, Proust, Racine, apasionado seguidor de las obras de los impresionistas franceses, Seurat, Matisse, o de antiguos maestros como Ingres) y gran experto en maestros como Velázquez, al que trastocó, reconstruyó y relanzó en nuevos formatos durante su vida. Para botón de muestra su obsesión repetitiva por el retrato del papa Inocencio X (1650) de Velázquez, que él convirtió en una salvaje y progresivamente neurótica serie de cuadros que son parte de su gran legado artístico. En total fueron más de cincuenta piezas alrededor de este retrato que vio en directo en los años 50 en Italia y que luego deconstruyó y reconstruyó casi “patológicamente”. También se basó en obras de El Greco, Zurbarán o Goya, cuyos cuadros Bacon conoció en directo en el Museo del Prado.
‘Tríptico’ (1976, Bacon)
‘Picasso y el arte románico’ – Museo Nacional d’Art de Catalunya (17 de noviembre – 19 de febrero 2017)
Picasso fue una de las bisagras de la Historia del Arte, por combinación con las Vanguardias y otros artistas, pero también por sí mismo. Una de las muchas minas artísticas que explotó fue la reutilización del arte primitivo o de épocas anteriores para dejar atrás el mundo clásico académico y romper con todo. Es conocida su inspiración en las culturas tribales africanas y en los símbolos del Mediterráneo antiguo (toros, minotauros, el dios Pan, sátiros, etc), pero también es cierto que se inspiró en el arte románico para sus expresión artística. Esta exposición del MNAC se centra en dos momentos que vinculan al malagueño con Cataluña y el románico: primero en 1906, cuando se instala en el pueblo pirenaico catalán de Gòsol, justo cuando su estilo ya se estaba montando en su mente y se preparaba para dar los primeros saltos. El segundo es en 1934, cuando visita las colecciones de arte románico de la institución de lo que hoy es el MNAC.
Con estos dos años como punto de partida, la exposición (coproducida entre la MNAC y el Museo Picasso de París) abre tres espacios para que el espectador pueda entender esa influencia: primero las obras que surgieron de su estancia en Gòsol a partir de piezas que estaban entonces en la aldea, como una Virgen local románica; el segundo espacio es a partir del tema canónico románico de la crucifixión, y que coincide mucho con el trabajo que hizo Picasso en los años 30; finalmente, el tercer ciclo se refiere a la calavera como símbolo de la mortalidad y del miedo al juicio sumario de Dios en el que vivían los fieles.
No obstante no se trata de plantear que Picasso se inspirara o reconstruyera, más bien en cómo el artista supo absorber y reinterpretar todo tipo de influencia en su beneficio: formas y estilos entraban en su mente y ésta los reconvertía en algo “picassiano”, era como una gran esponja que transformaba cualquier elemento a partir de sus propios filtros. Puede encontrarse el camino entre el románico y varias de sus obras, pero no es una senda única o recta sino que tamizada. La muestra reúne en total cuarenta piezas y estará ubicada en el entorno de las salas de arte románico del museo.
Akran Zatarri – MACBA (23 de septiembre – abril 2017)
Akram Zaatari, miembro fundador de la Arab Image Foundation (AIF), es el vehículo para esta exposición de subtítulo ‘Contra la fotografía. Historia anotada de la Arab Image Foundation’ que a través de sus fondos reflexiona sobre sus 20 años de historia y soporte de este arte contemporáneo en el mundo árabe, no sólo como custodio del patrimonio visual sino como unificador del relato histórico de la región. Zaatari crea una narración que parece la de un arqueólogo: indaga y recupera el pasado, hace aflorar historias perdidas y las fija en lo que hoy es el mundo árabe. La exposición analiza la AIF desde esa doble perspectiva de coleccionista y custodio de artistas que han dejado huella a través de la fotografía. La muestra señala los momentos significativos en su historia y los debates críticos generados a lo largo de su evolución.
La AIF tiene su sede en Beirut, capital atormentada de un país electrificado como es Líbano, por las rivalidades religiosas, la influencia siria, iraní e israelí. Agrupa material de Oriente Medio, norte de África y de la emigración árabe por el mundo. Fue creada por artistas convencidos de poder conservar el patrimonio de este formato creado en esa parte del mundo, pero también para servir como centro dedicado al estudio de la fotografía y las prácticas del coleccionismo, la preservación y la divulgación de imágenes. El archivo ha aumentado con proyectos artísticos y legados hasta incluir una gran diversidad de colecciones, que van desde instantáneas familiares hasta composiciones de estudio de carácter formal. La AIF aglutina no sólo el testimonio vital, sino también el ansia artística del mundo árabe.