Las galaxias son como grandes telares, una gran malla física, como han visto los astrónomos de la Universidad de California.

Desde su sede de Santa Cruz (California), un equipo de astrónomos ha conseguido descubrir una nebulosa  de dimensiones nunca vistas antes, punto de partida de una deducción y de un trabajo que ha permitido revelar la malla de filamentos que se cree conecta las galaxias a esa gran red cósmica que predice el modelo estándar que se usa en astronomía. Este modelo cósmico establece teóricamente que las galaxias están unidas en una gran red de materia cósmica que incluiría tanto lo visible como la materia oscura.

Los investigadores han “visto” esa red a través de las simulaciones por ordenador de la estructura del propio universo, cuyo comportamiento se explicaría por la existencia de esa gran red donde la materia oscura tiene un papel fundamental en la unión del todo con las partes. La fuerza de la gravedad une la materia ordinaria o visible (estrellas, planetas, gases…) con la materia oscura, de tal forma que lo que vemos como real en medio del vacío en realidad está ahí porque es fijada por la materia oscura.

Los puntos de unión serían esos “filamentos” que han sido vistos por primera vez cuando la Universidad de California descubrió la nebulosa de gas con el telescopio de 10 metros Keck I en el Observatorio W.M. Keck en Hawai. Esa nebulosa se extiende cerca de dos millones de años luz en el vacío entre galaxias, y podría ser un puente de unión entre ambas. Los resultados se han publicado en la revista Nature.

Su extensión es tan grande que resulta anormal. El gas intergaláctico (entre galaxias) ha sido detectado por su absorción de luz a partir de fuentes de fondo brillante. El gas hidrógeno iluminado por el cuásar emite luz ultravioleta conocida como radiación Lyman alfa. La distancia al cuásar es tan grande (unos diez millones de años luz) que la luz emitida se “estira” por la expansión del universo a partir de una longitud de onda ultravioleta invisible hacia un tono más visible de color violeta en el momento en que llega al telescopio Keck.

Conociendo la distancia al cuásar, los científicos calcularon la longitud de onda de la radiación Lyman alfa desde esa distancia y construyeron un filtro especial para el espectrómetro del telescopio LRIS con el fin de obtener una imagen en esa longitud de onda. Un cuásar es un tipo de núcleo galáctico activo que emite una intensa radiación alimentado por un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia.

Imagen de la unión de gas, de millones de años luz