Pequeño pero increíblemente poderoso: el MQ1 es el primer agujero negro estudiado a fondo de su clase, en la galaxia M83, y ha demostrado ser fascinante. 

Un equipo internacional de científicas australianos y norteamericanos ha estudiado a fondo el MQ1, un agujero negro de pequeño tamaño pero al que han descrito como “superpoderoso”, de los primeros en ser estudiado en detalle y que ha dado más de una sorpresa. Para empezar han sido capaces de calcular su tamaño por primera vez, todo un avance en el estudio de estos fenómenos físicos. Y… sorpresa: resulta que a pesar de su desmesurado poder es mucho más pequeño de lo que se creía. El mayor agujero negro conocido de la Vía Láctea, el SS433, apenas tiene el 10% del poder de este monstruo “en miniatura” en comparación con el resto de su misma clase.

Los investigadores del Centro Internacional de Investigación y Radioastronomía (ICRAR) y del equipo de seguimiento del Telescopio Hubble lo han definido en inglés como “fast and furious”, como en la película, porque su comportamiento es muy diferente del que se esperaba por su tamaño. La galaxia M83 se convirtió hace tiempo en uno de los objetivos fundamentales de la astronomía para entender los procesos de nacimiento, comportamiento y muerte de las estrellas. Y eso implica también estudiar agujeros negros.

El MQ1 tiene peculiaridades: lo definen como un micro quasar, es decir, un agujero negro rodeado de una burbuja de gas a altas temperaturas, calentada por dos chorros de energía vinculados al agujero negro. Estos chorros son tan potentes (con un ámbito de más de 20 años luz) que expulsan el gas hacia el exterior barriéndolo. Y eso que “solamente” tiene 100 km de largo (una miniatura a escala cósmica); lo verdaderamente sorprendente es que su estructura (lo que le rodea) es más grande que nuestro Sistema Solar. Se formó (probablemente) por la muerte y colapso de una estrella antigua.

El MQ1 es un agujero negro raro porque se considera que es poco usual, pero quizás sus características originales estén vinculadas con el nacimiento de las galaxias. Para los investigadores es una puerta abierta para entender mejor las primeras fases de evolución del Universo después del Big Bang, esa etapa primigenia en la que se formaron las primeras galaxias y la actual estructura interna del Cosmos. Este comportamiento es fundamental para entender mejor la formación de galaxias y una puerta abierta al propio movimiento de las mismas.

Imagen de la NASA sobre posición y tamaño del agujero negro MQ1