Una vez más la paleontología y la antropología redimensionan la evolución humana, esa ameba que no deja de cambiar y agrandarse según se acumulan datos, descubrimientos y experimentos; el último, herramientas de piedra mucho más antiguas que nosotros mismos. 

Que nadie se asuste, no fueron alienígenas. En realidad eran homínidos mucho más antiguos que el humano más o menos moderno que tenían conocimientos como para elaborar herramientas y usarlas. Y de nuevo ha sido el este de África, en esa región mágica que forman Kenia y Tanzania, la cuna de la Humanidad, donde han encontrado herramientas de piedra con 3,3 millones de años de antigüedad, es decir, mucho más anteriores a la aparición del humano moderno. Son, ademas, los elementos “construidos” con un fin concreto más antiguos jamás encontrados. Estamos ante el pasado profundo. Los autores del descubrimiento son Sonia Harmand (Instituto de la Cuenca del Turkana – Universidad Stony Brook, NYC), Chris Lepre (Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, Universidad de Rutgers) y Jason Lewis. Todo publicado en Nature.

El descubrimiento obliga a replantearse dos certezas temporales: primera, que habían sido humanos los primeros en tallar o crear herramientas; segunda, que todo empezó mucho antes de lo que pensábamos. Los fabricantes de estas herramientas de piedra debieron ser los primeros en golpearlas para darles forma y uso, y es más que probable que todavía no fueran homínidos desarrollados como tales, sino un eslabón muy anterior. Supuestamente la fabricación de herramientas surgió en la evolución de esa rama de homínidos por dos razones: la principal, porque permitía hacer más cosas y un mayor cerebro condujo a una ampliación de capacidades. La segunda, porque el clima cambió y eso permitió a los homínidos vagar por la sabana para cazar las nuevas especies de herbívoros y recolectar, y eso implicaba herramientas.

Las herramientas no sólo eran usadas para fines secundarios, también para abrir nueces o tubérculos que conformaban gran parte de la dieta inicial de esas primeras especies, ya que con el tiempo el ser humano asumió el consumo de carne y pescado como parte fundamental de su alimentación. Todo habría empezado cuando se golpearon dos piedras y el sujeto se dio cuenta de que cambiaban de forma, que podía usar una contra la otra para crear nuevas utilidades. Con ellas aprendieron a abrir la carne y también a consumir con más eficiencia los frutos de los árboles.

Ahora bien, todo esto se suponía que había ocurrido mucho antes, más de 700.000 años antes de lo fechado hasta ahora. Esos pre-humanos o, mejor dicho, proto-humanos, parecen haber tenido mayores habilidades de las que suponíamos. La situación obliga a repensar: siempre se había creído que habían sido los primeros eslabones del género Homo (una rama que se salió de los primates para dar paso a los Homo Sapiens con el tiempo) los autores de herramientas. Esto supone que incluso especies de primates anteriores, o inicialmente paralelas, podrían haber desarrollado esa habilidad. Y tienen a un sospechoso: el Kenyanthropus platytops, del que se hallaron restos fósiles no muy lejos de las herramientas, apenas unos cientos de metros. Ya en la zona se habían encontrado restos suyos en los años 90. Coincide además con la datación: entre 3,2 y 3,5 millones de años.

Foto MPK-WTAP

Hallazgo de la piedra tallada (Foto MPK-WTAP)