Ewan McGregor confirma el proyecto, que recuperará a la pandilla más famosa de Escocia adaptando otro libro de Irvine Welsh: ‘Porno’ (2000). El rodaje está previsto para el año 2016.
¿Recuerdan? Suban el volumen de la música y escuchen, por supuesto, a Iggy Pop honrando al punk con ‘Lust for Life’ (‘Pasión por Vivir’). Mientras, aparece la voz de Renton (Ewan McGregor) con toda una proclamación nihilista que ha marcado a generaciones y escandalizado a las mentes menos abiertas por una supuesta apología de las drogas:
-Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compac disc y abrelatas eléctricos.
Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos.
Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos.
Elige el bricolaje y pregúntate quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el puto sofá a ver teleconcursos que emboban la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura.
Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para remplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida.
Pero, ¿por qué yo iba a querer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?
La gente se cree que esto no es más que miseria y desesperación, y muerte, y toda esa mierda que no hay que olvidar.
Pero lo que olvidan, es el placer que supone. ¡De lo contrario no lo haríamos! Después de todo no somos gilipollas, joder,…, bueno, al menos no tan gilipollas.
Coge el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca. Cuando estás enganchado tienes una única preocupación: Pillar. Y cuando te desenganchas, de pronto tienes que preocuparte de un montón de otras mierdas.
-No tengo dinero, no puedo ponerme pedo. Tengo dinero, bebo demasiado. No consigo una piva, no echo un polvo. Tengo una piva, demasiado agobio.
Tienes que preocuparte de las facturas, de la comida, de algún puto equipo de fútbol que nunca gana, de las relaciones personales y de todas las cosas que en realidad no importan cuando estás auténtica y sinceramente enganchado al caballo.
El único inconveniente, o al menos el mayor inconveniente, es que tienes que aguantar a todo tipo de capullos diciéndote:
-Jamás envenenaría mi organismo con esa mierda, todo puta química. ¡No jodas!
-Es desperdiciar tu vida, empozoñarte el cuerpo con esa mierda.
-Las oportunidades que has tenido, hijo las has cagado tirándote a las vías con esa porquería.
De vez en cuando, incluso yo, he pronunciado las palabras mágicas:
-Nunca más, Swanney, me quito de este rollo. He terminado con esta mierda, esta vez lo haré bien, voy a llegar hasta el final, desengancharme para siempre.
Los cinco primeros minutos de ‘Trainspotting’ pasaron inmediatamente a la historia del cine de los noventa. Una película, sin duda, distinta, transgresora, que no pasa desapercibida. El monólogo de Renton catapultó al escocés Ewan McGregor, que contaba entonces con 25 años, al estrellato. McGregor ya había avisado de su talento de la mano de su padre cinematográfico, Danny Boyle, en su ópera prima, la comedia negra ‘Shallow Grave’ (1994), titulada en España como ‘Tumba Abierta’. El filme conquistó al público del Festival de San Sebastián, Premio al Mejor Director. ‘Tumba Abierta’ recibió, además, el Bafta a la Mejor Película Británica del Año.
Boyle y McGregor repitieron dos años después en ‘Trainspotting’, estrenada el 23 de febrero de 1996 en el Reino Unido. Recaudó doce millones de libras, 72 millones de dólares en el mercado internacional. Un filme que, más allá de los números, casi dos décadas después mantiene intacto con total merecimiento el calificativo de película de culto. Había material para ello, una novela que, aunque no seamos originales, cuenta con su propia etiqueta de culto.
¿Qué habrá sido de Renton, ‘Spud’, ‘Sick Boy’ y Begbie? ¿Cómo habrán reaccionado ‘Sick Boy’ (el friki de James Bond) y, sobre todo, Begbie, al que vimos por última vez destrozando la habitación de un hotel tras descubrir el engaño de Renton que se había apoderado del botín del grupo tras una transacción de heroína? ¿Se habrá reformado ‘Spud’, al que Renton dejó parte del dinero? ¿Y Renton, habrá olvidado por completo en Londres su pasado con las drogas?
Por fin, lo sabremos. Ewan McGregor ha confirmado un rumor que había ganado peso en los últimos años con declaraciones de Danny Boyle y Robert Carlyle, que interpreta en ‘Trainspotting’ a ese pedazo de bestia llamado Francis ‘Franco’ Begbie. McGregor, en una entrevista a Details.com, ha alegrado a la generación ‘Trainspotting’: Habrá secuela. “Parece que será así. La idea es rodar en 2016, cuando hayan transcurrido veinte años desde el estreno de la original. Y estaré en ella. No lo hubiera estado hace diez años, pero ahora sí”. McGregor ha perdonado a Boyle. El director británico sustituyó a Renton-McGregor por Leonardo DiCaprio para filmar ‘La Playa’ (2000). Y el distanciamiento entre ambos ha durado sus años.
Irvine Welsh, novelista natural de Edimburgo, retrató a toda una generación con su primera novela, ‘Trainspotting’, publicada en 1993. Una novela que supuso un enorme fenómeno literario con su posterior salto al teatro y al cine. Una novela que, para entender (en parte) a Escocia, habría sido una lectura imprescindible para mucha gente que ha opinado (alegremente) sobre el reciente referéndum de independencia en Escocia. No es que, precisamente, muchos escoceses guarden cariño a Inglaterra. Y no se trata del espíritu de William Wallace, sino más bien de Margaret Thatcher y su pernicioso neoliberalismo (que hoy seguimos padeciendo en medio mundo le pese a quien le pese) que se cebó con Escocia. La juventud escocesa no es que asimilara muy bien su degradación moral y su falta de oportunidades laborales. Las drogas fueron una peligrosa salida para toda una generación como la que representan Renton y sus amigos. Renton se despacha sobre el sentimiento escocés en medio de la campiña. Delirante, didáctico e inolvidable.
-¡Es una mierda ser escocés! Somos lo más bajo de entre lo más bajo, la escoria de la puta tierra, la basura más servil, más miserable y más patética jamás salida del culo de la civilización. Algunos odian a los ingleses, ¡yo no!, ¡solo son soplapollas! ¡Estamos colonizados por unos soplapollas! ¡Ni siquiera encontramos una cultura decente que nos colonice! ¡Estamos gobernados por unos gilipollas! ¡Esto es una grandísima mierda Tommy, y todo el aire puro del mundo no cambiará las putas cosas!
Lo cierto es que ‘Trainspotting’ esconde muchas escenas que se han quedado grabadas en el espectador como la evacuación intestinal de Renton en el denominado como el ‘peor retrete de Escocia’. ¿Quién ha olvidado a McGregor introduciéndose (por completo) en el váter en busca de dos supositorios de opio que ha expulsado? Ja, ja, ja. Por cierto, supositorios suministrados por un camello interpretado por el mismo Irvine Welsh y doblado por Santiago Segura, que se encargó de la dirección de la versión española. Todo en ‘Trainspotting’ parece construido para ocupar un espacio reservado en la memoria del buen cinéfilo ya sea la esperpéntica entrevista de trabajo de ‘Spud’, de nuevo ‘Spud’ y la madre de su novia tirando de una sábana llena de mierda que acaba esparciéndose ante todos o Renton liándose con una traviesa colegiala, Diane (Kelly McDonald), y despertando en la casa de sus permisivos padres. No todo es cómico como demuestra la muerte, por negligencia, del bebé de Allison (Susan Vidler), hijo de ‘Sick Boy’, mientras el grupo se está drogando
Una poderosa puesta en escena acompañada por una no menos poderosa banda sonora. Veinte temas casi cien por cien british suenan en el filme. Por orden de aparición: ‘Lust for Life’ (Iggy Pop), ‘Carmen Suite No.2’ (Georges Bizet), ‘Deep Blue Day’ (Brian Eno), ‘Trainspotting’ (Primal Scream), ‘Temptation’ (Heaven 17), ‘Atomic’ (Sleeper), ‘Temptation’ (New Order), ‘Nightclubbing’ (Iggy Pop), ‘Sing’ (Blur), ‘Perfect Day’ (Lou Reed), ‘Dark and Long (Dark Train)’ (Underworld), ‘Think About the Way’ (Ice MC), ‘Mile End’ (Pulp), ‘For What You Dream Of’ (Bedrock con KYO), ‘2:1’ (Elastica), ‘Herzlich Tut Mich Verlangen’ (Gabor Lehotka), ‘A Final Hit’ (Leftfield), ‘Statuesque’ (Sleeper), ‘Born Slippy NUXX’ (Underworld) y ‘Closet Romantic’ (Damon Albarn).
¿Qué habrá sido de esta gente? Renton se despidió con el propósito de reformarse por completo. ¿Lo habrá hecho?
La secuela de ‘Trainspotting’ adaptará ‘Porno’ (2000), novela de Welsh que recoge a los mismos personajes diez años después. “Habrá un par de cosas sacadas del libro, así que es una adaptación muy libre, pero obviamente necesitaremos que Welsh se embarque con nosotros en el proyecto”, ha avanzado McGregor. Welsh ha publicado este mismo año ‘Skagboys’ (Editorial Anagrama), una precuela literaria de los personajes de ‘Trainspotting’ antes de caer en la heroína.
El cine, dentro de dos años, nos contará qué fue de Renton y sus amigos con McGregor, Boyle, Carlyle (Begbie), McDonald (Diane), Jonny Lee Miller, (‘Sick Boy’), Ewen Bremner (‘Spud’)…
-Me lo he justificado a mí mismo de todas las maneras. Que no era para tanto, solo una pequeña traición, o que nuestras vidas habían ido por caminos cada vez más distintos, ese tipo de cosas. Pero afrontémoslo, les di el palo a mis supuestos colegas. A mí, Bergbie me importaba una mierda, y Sick Boy, él me habría hecho lo mismo si se le hubiese ocurrido primero. Y Spud, bueno, vale, lo sentí por Spud, él nunca le hizo daño a nadie.
Entonces, ¿por qué lo hice? Podría ofreceros un millón de respuestas, todas falsas. Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar, yo voy a cambiar. Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo, voy a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, teleconcursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal… ir tirando mirando hacia delante hasta el día en que la palmes.
Volveremos a aficionarnos, en el cine (tranquilos) al ‘Trainspotting’, una multidisciplinar palabra que lo mismo vale para designar a la costumbre de ver pasar trenes, buscar una vena para inyectarse droga y orinar en una estación delante de un vagabundo.