Tres noticias en paralelo ponen a Marte de nuevo en los mapas de la sociedad. Un mundo en crisis no presta atención a la Ciencia, sin darse cuenta de que sólo ella es la clave del futuro: el 6 de agosto llega al planeta rojo el Curiosity, que porta un laboratorio construido por España y además puede que se acerque a los cráteres que, según la ESA, tuvieron agua.
Fotos: ESA y NASA
Resumiendo: por un lado la NASA ha difundido fotografías de cráteres marcianos donde podría haber habido agua; casi al mismo tiempo se hace público que el futuro robot de la nueva misión de esta agencia al planeta rojo, la Curiosity, irá “ultralimpio” de cualquier rastro biológico para evitar contaminar la superficie de Marte. Imaginad que se cuela un virus terrestre que por X razones es capaz de sobrevivir allí… bueno, eso es ciencia-ficción, pero sí, incluso hay un tratado no contaminante de las agencias espaciales. Y finalmente, una buena noticia para España: el Curiosity llevará un mini laboratorio fabricado por científicos españoles. Todo eso para el 6 de agosto.
Cada una de las piezas que forman el vehículo y todo el sistema de descenso en la atmósfera de Marte, fueron sometidas a varios procesos de esterilización antes del lanzamiento. El vehículo, el paracaídas y la estructura de descenso no pueden llevar, en total, más de 300.000 esporas bacterianas, con una densidad media máxima de 300 esporas por metro cuadrado. Traducción: el tope de carga biológica que puede llevar la nave por contaminación microscópica tiene que ser menos del 10% que hay una cucharilla de té con agua de mar.
Montaje de instrumental de la Curiosity
Rover Curiosity
Ese robot lleva, además, una huella de España: el Centro de AstroBiología español aporta a esta misión la estación medioambiental (REMS) que medirá, entre otros, la temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radicación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y pondrá directamente en contacto el ‘rover’ con la Tierra. El REMS comenzará a obtener datos en Marte desde el primer momento (los de viento, entre los primeros parámetros que medirá el instrumento). REMS, que en el viaje a Marte se ha encendido dos veces para comprobar que funcionaba bien, recogerá datos cada hora del día y durante cinco minutos, información que enviará a un ordenar de ‘Curiosity’ y este a su vez a Tierra (una vez al día).
Cráteres con agua
Por otro lado, la sonda Marss Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha tomado imágenes de dos cráteres conectados entre ellos, situados en la región marciana de los Valles de Landon, y en los que creen que pudo existir agua en estado líquido. Las imágenes, facilitada por la ESA, muestran canales que comunican los cráteres Sigli y Shambe en los que los científicos han detectado minerales en la arcilla que “sugieren la presencia agua en estado líquido en el pasado durante un tiempo relativamente largo”, señaló esa agencia en un comunicado.
Los expertos atribuyen el origen de los cráteres al impacto de un meteorito que se fragmentó en dos partes justo antes de tocar el suelo. Las fotografías, capturadas el pasado 27 de abril, se han obtenido a partir de imágenes de color natural combinadas con otras proporcionadas por una Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) y con imágenes con color natural de la región marciana de los Valles de Ladon.
Cráteres de los valles de Landon