Imaginen un creador capaz de pasar del ala de Salvador Dalí y Jodorowsky a las de Moebius y Ridley Scott: ese era H.R. Giger, padre de un estilo inimitable (pero mil veces imitado) que acunó buena parte de las pesadillas de los años 80 y 90.
Imaginen un creador capaz de pasar del ala de Salvador Dalí y Jodorowsky a las de Moebius y Ridley Scott: ese era H.R. Giger, padre de un estilo inimitable (pero mil veces imitado) que acunó buena parte de las pesadillas de los años 80 y 90.