‘Motion. Autos, Art, Architecture’ (Museo Guggenheim, hasta el 18 de septiembre) no es una simple exposición de automovilismo. No se plantea como tal, sino como una lección de diseño industrial que con el barniz del tiempo y un cuidado análisis permite atisbar un tipo de arte y una estética tan adaptada a las necesidades tecnológicas como al gusto de cada época. Un tipo de trabajo que entronca con la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía o el cine. El automóvil es algo más que una máquina.