La épica empieza a darse la vuelta sobre sí misma, a buscar relecturas y nuevas formas de desarrollarse más allá de lo tradicional. ‘Carroñero’, de Ricardo Vilbor y Vicente Montalbá es un buen ejemplo de ello.
La épica empieza a darse la vuelta sobre sí misma, a buscar relecturas y nuevas formas de desarrollarse más allá de lo tradicional. ‘Carroñero’, de Ricardo Vilbor y Vicente Montalbá es un buen ejemplo de ello.
Difícil intentar empezar un texto sobre un loco; no un lunático cualquiera, sino uno de esos que hacen que el mundo cambie, que los demás tengan un espejo en el que mirarse.