A mediados de mayo los museos seguían, en gran medida, ajenos a lo que les da la vida social: visitantes. Con apenas un tercio de aforos permitidos, con estrictas medidas de seguridad, de distancia… y eso es mejor que el cierre total de los meses de confinamiento. Muchos todavía tardarán en volver. Y por eso hicimos un artículo especial, las visitas virtuales. Pero a pesar del cierre temporal y de las restricciones, la mayoría decidieron abrir sus salas virtuales en la red, para que los confinados pudieran recorrer sus fondos y exposiciones. Una ventana abierta que muy probablemente explotarán más a menudo a partir de ahora. Un consejo: no se pierdan la del Thyssen.